viernes, 16 de diciembre de 2016

Capítulo 3: Cadenas


- ¿Entonces crees en la vida en otros planetas?- pregunto, sujetando su cara con una de sus manos, aun estábamos acostados, yo mirando hacia el techo, el de lado mirándome a mí.

 - Quiero creer en ella, seria aburrido si no fuera así… además solo imagínalo… si hace miles de millones de años éramos solo un punto flotante entre miles de puntitos en una de muchas galaxias, no puede ser tan cruel la ley del universo de solo darnos vida a nosotros… seria como desperdiciar un esfuerzo tan grande como el bing bang!

Kaz comenzó a reír. Su mano acaricio mi brazo.

-          ¿Las leyes del universo? – A él le gustaba escucharme, parecía divertido.

-          Sí, eso existe, estoy seguro. Sé que las dimensiones son un complot entre el universo y el mundo espiritual, imagina que cuando mueres, tu cuerpo viaja a otra dimensión, entonces tu aun existes solo que en un espacio y tiempo paralelo, las leyes del universo dicen que la energía solo se transforma, nunca desaparece… es estúpido entonces pensar que somos los únicos que viven en el universo, debe haber más vida… o… otro tipo de vida o existencia que cohabita con nosotros pero no son susceptibles a nuestros ojos. Creo que los fantasmas podrían ser almas que se perdieron en el cruce entre dimensiones, tal vez el limbo existe después de todo… – Me calle cuando mi estomago hizo presencia con un gruñido extremadamente fuerte y gracioso, mi estomago era un anarquista.-  Oh…

Reventamos de risa los dos.

-          Tú sí que eres un caso especial Hyde.- dijo acariciando con su mano mi estomago, como buscando darle consuelo.

-          Lo siento… no acostumbro a pasar muchas horas sin comer…

-          Está bien ya van a ser las 9 de la noche de todas maneras, cenemos algo.- El iba a comenzar a levantarse, pero yo lo sujete, aun había algo por preguntar.

-          ¿Qué pasa pequeño?

-          Yo… quiero saber algo…- titubeé.

-          Claro, pregúntame – Me miro un poco extrañado.

-          Yo… es que…- ¿y si le molestaba la pregunta?

-          Hyde amo verte sonrojar pero la curiosidad no es mi fuerte.

-          Yo… - tome aire, “si le molesta me disculpo y se acabo”- ¿Fue tu primera vez?

El abrió un poco los ojos, luego sonrió. Al parecer mi pregunta le gustaba.

-          ¿Por qué crees que fue la primera? – pregunto serio de pronto y hasta un poco preocupado, maldita sea. Acababa de faltarle el respeto asumiendo en mi pregunta que era la primera vez para él, ¿no? Tal vez pensaría que no me gusto, tal vez lo haga dudar de si lo hizo bien, ¡Hideto! ¿Por qué no piensas antes de preguntar? Ok…. Entonces pensemos antes de responder.

-          Lo pregunto porque… dijiste que nadie había dormido en tu cama y… también…. Dijiste que era primera vez… que saboreabas… a alguien.- Buena respuesta Hideto, el no pensara que eres un mal agradecido, después de todo. Kaz pestañaba lentamente, ¿Por qué leerlo era tan difícil?

-          Fue la primera vez que lo hago con un hombre.- Dijo mirándome a los ojos, sin vergüenza, sin timidez pero con dulzura en su voz.

-          ¿De verdad? – wau.

-          Si. ¿Estuvo mal? – ¿Qué? ¡NO! Su rostro fue de verdadera preocupación, yo quise auto abofetearme.
-          No… no, claro que no. – El no parecía convencido, maldita sea. – Fue increíble Kaz-kun, yo… mierda, de verdad lo disfrute demasiado ¿sí? No se te ocurra dudar de lo grandioso que fue, fue la mejor experiencia de mi vida… de verdad. –  Lo m ire enojado por pensar lo contrario. Creí que era la expresión que más le podía convencer.

-          Tranquilo, sé que te gusto. – Se acerco para besar mi mejilla, pero se quedo allí, escondiendo su rostro bajo el mío.

-          ¿Lo sabes?.... – no hubo respuesta. – Kaz….mi Kaz, ¿estás bien?

-          Mm.. tu olor es exquisito. – No sé cuál fue mi rostro, pero eso definitivamente me sorprendió.

-          ¿Mi olor? – Pensé que era el único que se fijaba en esas cosas con gusto.

-          El olor de tu piel, no se parece a nada que yo haya sentido antes… es acogedor.

-          Kaz… - sentí mi corazón derretirse. – ¿Kaz?- me asaltaron más dudas.

-          Dime Hyde.- Mi nombre no se escuchaba igual de sus labios.

-          Yo… ¿estuve bien?..- otra vez silencio, oh no… no le gusto. – Prometo que para la próxima yo hare más cosas, esta vez no hice nada, pero no te preocupes para…- él se rio. Una inseguridad extraña comenzó a nacer en mí.

-          Me encanto Hyde, me encanto, no puedo creer que lo preguntes si quiera. Y no te esfuerces tontito, hacerte el amor no involucra esfuerzos, es puro y fuerte placer, no finjas conmigo, no sientas vergüenza, simplemente sé mío, es lo único que quiero. Es increíble pero en estas horas de conversación tú has sabido mas de mí que todos mis cercanos juntos. Estoy siendo trasparente y confiando en ti, por favor haz lo mismo y deja de preocuparte.

Oh.

Sus palabras me dejaron encantado.

“Solo llevas dos días conociéndolo Hyde, no le digas que lo amas… que lo adoras, que amas como habla, que te derrite, que si confías en el incluso sin conocerlo del todo, y que él puede confiar en ti todo lo que el necesite, porque nunca le fallaras.“ pensé.

-          Si. – dije. ¿Sí? ¿Es que no se me ocurrió nada más por decir? Ay… no es posible, saca palabras Hideto. ¡Sácalas!

Llevaba años conteniendo palabras, esto iba a ser difícil.

-          Es divertido ver tus debates internos Hyde. – Sé que quieres decir más de lo que logras sacar, tus expresiones cuando te retas a ti mismo realmente me divierten, eres una cosa poco común.

-          Soy una cosa.- Dije haciendo puchero. Quería verlo sonreír.

Y el sonrió para mi, se acerco a mis labios y cuando estaba listo para recibir su boca, el rozo su nariz con la mía, en un beso de esquimal. Me sentí un poco avergonzado, yo había estirado los labios. El se mordió el labio frente a mí, la vista era apetitosa, ninguno llevaba ropa, quise sentir otra vez su piel. Pero entonces en el peor de los momentos, mi estomago volvió a grujir. Kaz se rio nuevamente.

-          Te cocinare algo, te bañare y volverás a dormir entre mis brazos, ¿sí?

-          Si…- dije sonrojado.

-          Y Hyde… - Dijo antes de alejarse del todo.

-          Dime…

-          Desde ahora, esta será tu casa, siéntete con la libertad de venir aquí cuando quieras y ten en mente que no quiero separarme de ti, así que espero que vengas seguido. 

-          ¿Aquí? – Me sentí emocionado, por fin tenía un lugar donde ir cuando no quisiera estar solo.

-          Si, se que eres famoso pequeño, no quiero hacer problemas en tu vida.

-          Kaz.

-          ¿Sí?

-          Me encantas. – El se sorprendió ante mi confesión.

-          Y tú a mí. – Se acerco y beso mi frente. Ambos nos vestimos, el me prestó algo de su ropa, me quedaba algo grande, pero estaba bien. Me sentía querido otra vez. El se dirigió a la cocina y yo le  seguí, fue entonces cuando vi por primera vez en donde estaba. Su departamento no era muy espacioso, pero si acogedor.  Me gusto de inmediato, había música por todos lados, sentí ganas de cantar. De cantarle a él. Pero no quería cantar lo usual, no L’arc…. Entonces cante una canción que me enseño mi madre cuando yo era niño, era sobre los patos caminando entre el trigo… era una canción infantil que para mi sorpresa Kaz coreo conmigo mientras se paseaba por su cocina.

Nos reímos con los tonos altos de la canción, que yo en mi despreocupación por cantar bien no alcance y Kaz desafino aun más que yo, lo envolví entre mis brazos y mientras el cocino yo abrace su espalda impidiendo que caminara libremente y solo diera pequeños pacitos chocando con mis pies, ambos reímos, el ambiente era sobrecogedor.

Hubo un momento en el que Kaz se agacho a buscar algo bajo un cajón y yo quede tras él, la posición perfecta en una usual relación sexual entre hombres, pero nosotros estábamos vestidos y yo no solía ser el activo, sin embargo Kaz me demostró estar libre de prejuicios al mover su trasero de manera circular y rozando toda mi entrepierna, por supuesto, mi cuerpo despertó.

-          Kaz! – Lo mire abriendo los ojos con sorpresa, mientras él se levantaba y reía a carcajadas por mi reacción.

-          ¿Sí? – Pregunto en un tono coqueto.

-          ¿Qué planeas? – le pregunte con verdadera curiosidad.

-          Solo hacerte sonrojar, eres exquisito con las mejillas color rosa, mas aun cuando estas excitado. – Yo volví a abrazar su espalda solo para esconder el rostro, en donde no pudiera levantarlo.

-           Ya… tonto que me da vergüenza…

-          Lose. – dijo mientras comenzaba a rebanar verduras.

-          Kaz… tú… ¿quieres que cambiemos de posiciones?- Kaz paro de golpe el cuchillo. Lo sentí tensarse y tragar saliva, mi Kaz estaba nervioso.

-          Mm… la verdad jamás lo había pensado, pero si tú quisieras, yo lo haría. Pero tendrías que enseñarme a disfrutarlo, no sé mucho sobre eso.- Sentí el calor de sus mejillas desde la parte de atrás de su cuerpo, que adorable podía ser mi Kaz también.

-          ¿Te asusta? -  le pregunte para entender su tensión.

-          Sí, me asusta. Supongo que debe doler un poco, pero confío en ti, de todas maneras me cuesta imaginarme así.

-          No te pediré hacer algo que no te acomode, pero gracias por darme la opción.- lamí desde atrás su oreja causándole un escalofrío, me reí ante mi travesura.

-          No agradezcas nada, yo agradezco que aun estés aquí.- “¿Cómo no iba estarlo? Siempre quiero estar donde estés tu.” Pensé, un poco avergonzado de mi propio romanticismo.

-          Kaz… ¿porque… eres tan bueno conmigo?

El se quedo callado por unos segundos, vi en su mirada concentrada que analizaba que decir, luego miro hacia atrás, quedando su rostro cerca del mío y me beso en la frente, entonces se dio vuelta quedando frente a frente conmigo y camino llevándome hacia atrás, sin darme cuenta choque con una mesa, pero al darme vuelta a mirarla, Kaz me tomo en brazos y me sentó en ella. Luego se agacho un poco para quedar a la altura de mi mirada.

-          No soy una persona de muchos amigos Hyde, he estado solo por mucho tiempo y he anhelado tener a alguien con quien compartir alguna que otra risa, pero la gente usual no me parece interesante y me aburro fácilmente en una conversación, todos son demasiado sínicos a mi criterio. Pero tú eres diferente, tú no intentas caerle bien a nadie, lo supe en el momento en que rayaste mi cara y me pediste en muy malos términos salir del baño de mi propia habitación, además te habías puesto mi ropa y tampoco recibí una disculpa por ello. De cierta manera tus actitudes me divirtieron y cuando te vi vulnerable… nacieron en mi ganas de protegerte y hacerte feliz, no suelo ser empático tampoco… soy una persona muy egoísta Hyde, pero contigo no puedo serlo, me cautivaste. Y realmente debo admitir que mientras más te conozco, mas me encantas. No te miento cuando te digo que no quiero que te vayas, quédate más días por favor… - su mirada era intensa, yo estaba asimilando maravillado sus palabras cuando de pronto algo en su historia no me hizo sentido.

-          ¿A qué te refieres con tu baño… tu ropa? ¿Esa era tu habitación? ¿En la casa de Tetsu? ¡Por supuesto que sí! ¡Estabas durmiendo ahí! ¿Que eres de Tet-chan? Oh dios mío no me digas que hermano, no quiero ser pariente de la madre de Tet…

-          Hyde – él se rio de mi, mi mirada en cambio era seria, quería contextualizar bien la situación y debo admitir que mezclar a Tet-chan con Kaz no me hacia feliz, sin embargo no había pensado en el hecho de que lo conocí en su casa, conocer qué relación tenían se había transformado en una misión.

-          ¿Qué estas pensando? – el aun reía.

-          No losé dímelo tú, ¿que eres de Tet-chan? – dije molesto.

-          Nada amoroso si eso es lo que estas pensando, por tu tono diría que estas celoso.

-          No me cambies el tema Kaz-kun, ¿Que eres de Tet-chan?

Pero lejos de darme una respuesta se aparto de mí, y fue a servir la comida que al parecer estaba lista.
-          ¿Kaz-kun es que no me lo vas a decir?- Yo estaba enojado, casi ya no tenía hambre, casi.

-          No.-  Contuvo una risa - Aun no.

-          ¡Es peor si me lo escondes! – Kaz estaba haciendo volar mi imaginación. Mientras tanto el servía tranquilamente la comida.

-          Siéntate a cenar, te platicare un poco de eso.

-          Bueno.... pero solo comeré si me lo cuentas todo.- Luego de decir aquello, mire el plato de comida. Rayos, se veía delicioso, al parecer no iba a poder cumplir mi amenaza de no comer, “debes ser fuerte” me dije a mí mismo. “¡Muere por tu misión si es necesario!” El dramatismo en mi propia mente me hacia reír solo, se que a los ojos de Kaz yo era un poco desquiciado, pero a él parecía gustarle yo así.

-          Yo hablo, tú comes. – Buena idea. Sin embargo no parecía contento de tener que darme el información acerca de su relación con Tetsu.

-          Hecho.- Y comencé a atacar, estaba hambriento realmente, y comí sin respirar con verdadera pasión. Solo interrumpí mi ataque para asentirle con la cabeza a Kaz, que estaba choqueado con la boca abierta mirándome.

-          Ah, eh… dios Hyde, por favor mastica, no quiero que te ahogues… - Yo asentí, estaba ocupado.- Eh, lo que sucede es que bueno... ya sabes, soy productor y Tetsuya me pidió que afinara algunos arreglos que había compuesto, al parecer tiene días ocupados así que solo trabajamos juntos por la noche y me deja descansar por el día en su casa, ya llevábamos varias semanas trabajando juntos, ayer por la madrugada terminamos todos los arreglos y ya he quedado libre.

Aunque estaba comiendo comencé a analizar lo que decía, si Tetsu estaba componiendo arreglos que afinara alguien ajeno a la banda era porque estaba componiendo solo para él. No había otra explicación, Tet iba por una carrera en solitario, tal cual me propuso a mí hacerlo hace algunos años.

Vaya, sin darme cuenta comencé a pensar en la competencia que eso significaría para mi, si Tet-chan editaba un disco antes que yo me traería problemas publicitarios a la hora de hacerlo yo. No había pensado en hacerlo realmente hasta ese momento. Pero tener más opciones fuera de la banda parecía ser una buena idea. Debía apresurarme.

-          Kaz. – le llame terminando mi comida.

-          Vaya, realmente eres un bestia comiendo.

-          Kaz, no puedo quedarme más de esta noche, mañana por la mañana me marchare, volveré, pero necesito hacer algunas cosas. – El me miro sorprendido. Mi idea parecía ponerle un poco triste.

-          Oh… está bien… ya sabes, puedes volver cuando tú quieras, te esperare. – esa frase retumbo con un gran eco en mi memoria, exactamente las mismas palabras yo le había dicho a Sakura hace años cuando él nunca volvió. Por supuesto esta situación no tenía nada en común, pero me dejo una sensación de frialdad que ya llevaba muchas horas sin sentir, aunque claro, no le extrañaba.

-          Gracias Kaz.- El noto que mis palabras sonaban distintas a las de solo unos minutos atrás, perceptivo mi maravilloso Kaz.

-          Está bien… si tú te vas me obligas a volver a trabajar…

-          ¿Qué planes hay ahora en tu vida Kaz-kun?

-          De momento, creo que Oblivon Dust debe disolverse, será lo mejor para mantener la amistad con los chicos. Es casi una decisión.

-          Oh.. pero si tu banda se disuelve ¿tú que harás? ¿Estás triste por eso?

-          No Hyde para nada, es más una decisión madura por parte de toda la banda, aunque aun no es confirmada, tengo muchos trabajos de producción no te preocupes por mi trabajo pequeño.

-          Con Tet-chan?

-          Supongo que ya asumiste el por qué está haciendo arreglos en solitario.

-          Si, no soy idiota. Además es una idea que nos rondo en la cabeza a todos, está bien. No es ninguna sorpresa, la independencia calmara las energías… espero. Yo también necesito esa independencia de L’arc. Aunque sea una temporada. – Dije serio, pero Kaz no estaba sorprendido, Tet-chan le tuvo que comentar las diferencias en nuestra banda, odiaba el hecho de que Kaz arreglara la música de Tet, eso quería decir que era muy buen productor y que sería el líder de producción de Tet y no el mío. Quería a Kaz solo para mí.

-          Espero que sea lo que sea el resultado, te haga feliz.- sus palabras sinceras me sacaron de mis pensamientos posesivos. Le sonreí, pero  ya no me sentía tan contento como en unos minutos atrás, estaba molesto y debajo de mi enojo había algo más.

El me miro confundido por unos minutos.

-          ¿Vamos a bañarnos? Sé cómo puedo relajarte un poco.

Yo solo le sonreí, mi sonrisa era sincera, amaba que velara por mí.

Tomo mi mano y me llevo hasta el baño, pero más sentimientos extraños me inundaron al mismo tiempo que el abrió el agua de la ducha. Una vez yo bañe a alguien cubierto en vomito por el efecto de las drogas.

-          Hoy voy a cuidar yo de ti.- dijo estirando su mano para atraerme hacia el… tome su mano, y el comenzó a desnudarme frente a la ducha, yo comencé a temblar, por alguna extraña razón los nervios me dominaron… era primera vez que alguien me bañaría a mí. La idea me excitaba, pero seguía poniéndome algo nervioso y estaban esos sentimientos… algo extraño rondaba en mi interior, ajeno a la tranquilidad que Kaz me brindaba…

-          ¿Qué pasa mi pequeño?

-          N-no. Nada.

-          M? Hyde dime qué pasa, de pronto estabas enojado y ahora pareces afectado por algo...- baje la mirada. ¿Tal vez era vergüenza? Pero, ¿Qué me avergonzaba? El ya me había visto ¿no?...  no podía ser eso, la intimidad que estaba teniendo con él era distinta y profunda, pero por ello la vergüenza era cada vez menor. Me sentía inexperto... –Hyde dime que pasa…- No podía responderle porque yo no lo sabía, decidí cambiar el tema.

-          Kaz, ¿puedo quitarte la ropa yo también?- Se me ocurrió que la mejor vía de escape a la incomodidad que estaba naciendo por mis nervios, debía ser compartir el momento. O eso me dije, yo si quería desvestir a Kaz, verlo desnudo y acariciarlo, hasta el momento no había tenido la oportunidad.

-          Claro bebe, deja quitarte el pantalón.- Kazu se veía tranquilo, confiado, feliz.

-          Si.- Rubor otra vez.

-          Que tímido Hyde, ¿no me dirás que pasa? – negué con la cabeza, seguía sintiéndome pequeño y confundido.- Hyde, ¿qué es?

Yo realmente no lo sabía. Tal vez una reacción a “sentir demasiado” por tan poco tiempo, me había expuesto de todas las maneras posibles frente a él. Quería que él lo hiciera también, yo estaba disfrutando de todo lo que él hacía por mí, pero yo también quería atenderlo, quería hacerlo disfrutar, quería cuidarlo, quería que el sintiera lo que yo sentía por él. Había que equilibrar la situación y mis nervios no me estaban ayudando, comenzaba a sentir que estaba haciendo las cosas mal… Sí, eso era exactamente lo que me ocurría, me sentía inseguro de mi mismo… pero, ¿Por qué?

Kaz había terminado de desnudarme y estaba de pie frente a mi mirándome desnudo, yo sentí un poco de frio.

-          Hyde… metete al agua, iré por las toallas, ya vengo.

-          No, pero, tu… yo iba a…

-          ¿Qué pasa?- Se detuvo en la puerta y me miro con curiosidad, el buscaba leer mis ojos, se le daba bien.
-          Es que yo quiero que te bañes conmigo.- dije en un hilo de voz.

-          Y lo hare, pero iré antes por las toallas, ya vengo pequeño. – y salió del baño.

Oh rayos. ¿Porque era tan difícil? “¿Siempre he sido así en relaciones con hombres?” Me permití por leves segundos buscar en mis recuerdos, solo había estado con un hombre antes que Kaz, y con él jamás tuve el control de nada. Esto también era nuevo para mí. En una parte de mi cerebro estaba la idea de que si no lograba encantar a Kaz con algo, el se marcharía pronto.

-          Aquí estoy.- Apareció Kaz, yo aun estaba de pie donde mismo. - Hyde, te vas a enfriar… - cubrió mi cuerpo con la toalla.- ¿Qué pasa? Si quieres que te deje solo para que te bañes tranquilo, puedo hacerlo, solo tienes que decirlo tontito.

El peso de la inseguridad se apodero de mi, “otro de mis demonios” pensé. Este me estaba costando descifrarlo.

Estire ambas manos un poco, Kaz estaba muy cerca de mí, abrazarlo no significo gran esfuerzo, quería un poco de la fuerza que él me brindaba con su compañía. Apoye mi frente en su hombro y mis manos quedaron a cada lado de su cintura apretadas en puños, otra vez, me sentí triste y al mismo tiempo tranquilo. Si hubiera estado solo, esa hubiera sido una crisis de angustia, pero la presencia de Kaz tranquilizaba mi inexplicable ansiedad.

Kaz se movió un poco para cerrar el agua de la ducha, puso sus brazos alrededor de mí y casi sin esfuerzo me tomo en brazos. Yo le rodee el cuello con mis brazos, escondiendo mi rostro en su cuello. El me llevo devuelta a la cama. Se sentó y me sentó a mí sobre sus piernas, me abrazo y yo pude esconder nuevamente mi rostro en su cuello, su olor era mi consuelo.

-          Si te sentías mal no debiste dejar que te desnudara…- Me regaño con cariño mientras acariciaba mi cabello y besaba mi frente. – Hyde…- susurro, hubo un momento de silencio en el que creo que él pensó que decir, luego suspiro algo preocupado y dijo – ¿estás asustado verdad?

¿Lo estaba? Si en parte si… ¿Pero de que exactamente? Comencé a analizar mis pensamientos: Sentí miedo de perder a Kaz, y eso me llevo a sentir inseguridad, pero ¿Cuál es el trasfondo? ¿Porque me siento tan incapaz de retenerlo? Entonces la respuesta llego a mí rápidamente.

Sakura. Mi historia con Sakura. No podía ser otra cosa, era lo más impactante que había ocurrido en mi vida y yo aun no lo dejaba ir del todo. Es más, el miedo, el enojo, las penas y la espera de años, se habían acumulado en mí. Ahora me hacían sentir que Kaz al igual que Sakura, podía dejarme.

Cuando me di cuenta de que esta era la razón de todo, sentí mucha culpa… Kaz no merecía que yo le comparara de ninguna forma con otra persona, fuera quien fuera. Kaz no merecía a una persona tan susceptible como yo en esos momentos. Yo no merecía a Kaz. No, no lo hacía. Como tampoco merecí a Sakura. Y ser consciente de ello dolía, había dolido al sentirlo con Sakura, dolía al sentirlo con Kaz.

Una lagrima que sentí más gruesa de lo normal, se me escapo y al caer rozo el cuello de Kaz. Me sentí muy triste tocando lo que no sentí mío, cuando quería con todas mis fuerzas tenerlo.

-          Hyde… todos tenemos fantasmas. A veces es necesario nombrarlos, para ayudarlos a irse.

Kazu… mi vida. En tal solo dos días me había demostrado que tanto puede una persona comprender a otra, con tan solo ponerle atención. El era una persona valiosa. 

-          Kaz. – Le llame, pero espere unos momentos antes de continuar hablando. ¿Iba realmente a hablarle a Kaz de Sakura? ¿El era la persona indicada para escuchar la verdadera historia? Tal vez si le confesaba todo, creería que aun Sakura estaba demasiado en mi y tal vez quisiera alejarse. Pero si no lo hacía, no sería realmente sincero con él, tendría secretos y eso no me gustaba. Además el tenia razón, contarlo ayudaría a dejar ir los fantasmas… pero… ¿yo quería dejar ir a Sakura?

Mi chico. Mi Sakura. Aun apreciaba demasiado sus recuerdos.

-          Hyde, por favor… deja las dudas, es el segundo día que comparto contigo, estoy conociéndote y tome la decisión de quedarme contigo me cuentes lo que me cuentes, mientras tú quieras que yo permanezca, yo permaneceré. Confía en mí, cree mis palabras. Me cautivaste en una noche, tu también has curado mis heridas sin siquiera darte cuenta… por favor… no me dejes fuera de tus tristeza, ¿estoy aquí sí? Estoy contigo.

Sus palabras me parecieron una oración religiosa, me causaron una sensación de paz que asumo que sienten las personas al rezar. Kaz era tan dulce.

Quería a Kaz de verdad, y había llegado la hora de despedirse de Sakura, de la misma manera en que él se despidió de mí desde hace muchos años, sellando una despedida de un amor grande, con la bienvenida de otro.

-          Sakura era el baterista de L’arc. – Kaz espero en silencio, yo me trabé un poco, el agacho un poco su cabeza para besar mi frente, entonces su mano levanto la mía y en el mismo gesto de admiración que había hecho la noche anterior, beso mis dedos. Y me miro con ojos comprensivos, alentándome a proseguir.

-          Vamos amor, confía. – susurro. Me dio valor.

-          En resumen… Sakura y yo nos enamoramos después de meses de convivencia, el se veía como un chico rudo ¿sabes? Pero él no era realmente así, era un niño en el interior, uno que estaba confundido. Era atento, detallista a veces, impulsivo siempre e infantil cuando menos te lo esperabas.- no pude evitar reír ante el recuerdo de Sakura jugando con los autos de juguete de sus sobrinos.- Sakura me quería, me cuidaba,  me hacia feliz, pero él no lo era… cuando nos vimos rodeados de tanta fama… cada uno de nosotros se excluyo a su manera, yo me aloje en el, pero el no en mi. De todas maneras nos queríamos Kaz, yo se que si, éramos distintos, el era irritante a veces, pero era mi chico. Sin embargo, no pudo con la atención a la que no estaba acostumbrado y se dejo hundir por las drogas.
Nadie sabe de todas las noches que tuve que calmar su ansiedad y adrenalina por el efecto de las drogas, nadie sabe de todas las discusiones, gritos y dificultades por las que pasamos… todas las veces en las que el rompió todo lo que había en nuestro departamento… el desgaste físico y emocional era un ataque constante, todas las noches el llegaba completamente perdido a buscar perderse más aun, pero se encontraba conmigo queriendo traerlo al mundo real y todo se volvía un caos. Solo existían pequeños momentos en los que él estaba completamente lucido, y yo vivía por esos momentos.- comencé a llorar, decirlo en voz alta era asfixiante.- pero desaparecieron con el tiempo y un día Sakura rompió todos los dibujos que yo hice de nosotros dos, el estaba irreconocible, y yo supe que era más de lo que podía soportar y decidí irme del departamento, si quería estar a su lado y tratar de ayudarlo a curarse, debía alejarme un poco para no morir en el intento… Y lo hice, pero al irme el se perdió mas, incluso no supe de el por semanas hasta que le detuvo la policía.
Entonces todo se transformo en un “hay que buscar un reemplazo para Sakura” “Hay que buscar otro baterista”, tuvimos fuertes discusiones por ello, llegue a contraatacar con que si se iba Sakura me iba yo también, pero Ken dijo  “ese no es nuestro Sakura, Hyde, el volverá solo cuando deje las drogas y nosotros necesitamos un suplente”. Y así fue. Pero en el proceso de búsqueda Sakura se despidió de la banda y de mí a su paso. – No podía evitar sollozar, Kaz escuchaba atento, pero no me miraba, me dio privacidad para llorar.- Mi desgarro emocional fue cuando me dijo a la cara que necesitaba estar sin mí para recuperarse… y como era lo que yo más quería, le creí que después de eso volvería a mí. Mi confianza en él le hacía sentirse culpable por recaer constantemente, yo siempre fui más un peso para el que un verdadero apoyo. – mi voz se rompió, que difícil podía resultar escuchar con los oídos las palabras que te martillaron la mente en algún momento. – Espere por años una llamada, por años quise verlo aunque fuera una sola vez, pero él no apareció. Incluso se contactaba con Ken, ellos eran amigos, pero a mí me dejo fuera, eso me dolía tanto…- más sollozos. – En dos ocasiones encontré huellas de sus visitas fuera del departamento que en algún momento fue nuestro… sus colillas de cigarro fuera de la puerta y frascos de leche para los gatos de nuestros vecinos en el pasillo, era algo que solía hacer el. Por ese tipo de cosas, me convencí de que aun pensaba en mi o de que me necesitaba de alguna manera, ¿me engañe verdad?- Hice un gesto levantando los hombros, que estúpido me sentía al admitir todo eso.- Creer que aun me amaba, por años fue mi más grande tortura.
Hace un año más o menos, me entere por Ken de que Sakura se caso simbólicamente con no sé quién. Tuvimos una charla al respecto, Ken me dijo que Sakura se alejo de mi para protegerme de lo que era él en ese momento. Y que volver a mí significaría volver a un pasado que quiso dejar atrás… así que en eso me convertí para él.
No lo odio Kaz… ya no. Me alegro mucho de que el no haya sufrido por mí, el ya lo había pasado bastante mal en su batalla con las drogas, espero que tampoco sienta culpa por dejarme esperándolo, el se preocupaba mucho por esas promesas latentes… me gustaría algún día poder decirle que estoy bien, pero quiero decírselo cuando sea verdad. – Entonces le dije una verdad que acababa de surgir de mi corazón.- Si es posible, ir acompañado de tu mano.

Mire a Kaz a los ojos por primera vez durante mi relato, pero me sorprendí al verlos empapados en lagrimas, aunque no se le había desbordado ninguna, se me congelo el corazón… ¿Le había hecho daño?

-          Kaz… yo… lo siento…- no sabía que mas decir… no fui capaz de reaccionar ante mi brutal error, le había dañado haciéndole ver que quería a alguien más, “que idiota más grande soy” pensé. – Kaz yo….
-          Tu… la has pasado muy mal Hyde – dijo levantando un puño para limpiar una lagrima que acababa de salir. Otra hizo un camino desde su ojito derecho hasta su nariz, yo la limpie con la punta de mi dedo.

-          Kaz lo siento…

-          ¿Por qué? – me miro limpiando el resto de lagrimas que se habían rebalsado de sus ojos.

-          Por contarte todo esto… no quise hacerte sentir mal…- lo dije con verdadera angustia y culpa.

-          Hyde, por dios no es eso, te dije que me lo contaras, no es eso lo que me hizo llorar… ¿eres muy valiente sabes?

-          ¿Yo? Yo no soy valiente Kazu, te engañas.

-          Escúchame,- dijo poniendo sus manos en mis hombros.- Conozco como las drogas pueden destruir familias enteras, si ni cinco ni diez personas son capaz de soportar a alguien con sus efectos, imagino que fue lo que soportaste tu solo, ¡y aun así querías quedarte! Imagino lo que tuvo que sufrir ese Sakura, la fama, las drogas, perderse en su descontrol, despedirte de su banda y de la persona que quiso, tú soportando todas las consecuencias de sus decisiones, es una historia fatal Hyde.  No puedo evitar entristecerme al imaginarte pasando por ello.

Era primera vez que alguien veía de esa manera las cosas. Que orgulloso me sentí del corazón de Kaz en ese momento.

Todas las personas que rodearon mi relación con Sakura le criticaban diciendo que me manipulaba, que me dañaba y le tildaron de egoísta, eso tuvo efecto en él para tomar su decisión de alejarse de mí. Que rabia sentí contra toda esa gente que por años recordó así la estadía de Sakura en L’arc en Ciel, y entonces aquí estaba Kaz que sin siquiera conocerle, fue capaz de ver más allá de los hechos, respetando mi recuerdo de quien alguna vez fue un gran amor para mí. 

Darme cuenta del valor de Kaz en ese momento, fue crucial para entender que yo estaba enamorado de él y que ningún sentimiento de inseguridad podía ser más grande que eso. 

-          Lo siento mucho por ser tan complicado Kaz…

-          Te equivocas, solo estas confundido entre tantas angustias, pero no pareces ser complicado. Al contrario, eres muy trasparente… tus expresiones y tus ojos te delatan. Y…- el levanto mi rostro para mirarme a los ojos mientras decía: - No sabes cuánto te admiro por la facilidad con la que te enfrentas a ti mismo y sueltas poco a poco las cadenas que te presionan. – Yo le miraba, como le miraba… Luego de un momento agrego:

Hyde, ten en cuenta por favor que yo no soy Sakura, y que nuestra historia será diferente, tal vez mejor, tal vez peor, quien rayos lo sabe, pero te quiero y espero ser sano para ti, es lo que más deseo, es lo que creo que necesitas y es lo que intentare. No sabes cuánto quiero darle sentido a mi vida viviendo para ti, tú no entiendes el revoltijo de sentimientos que aparece en mi cuando te miro a los ojos, jamás había experimentado eso y quiero sentirlo para siempre. Si me vas a dejar amarte, tienes que saber que realmente lo hare con todas mis fuerzas. - Y me beso, no fue un beso cualquiera, fue un beso lleno de admiración y sentimiento. Me sentí pleno, Kaz no creía que yo era menos que el. Incluso podría creer que le merecía. Yo quería merecerle.  Además sus palabras fueron exactas, acababa de soltar frente a él, la última de las cadenas, la más pesada, la que estaba amarrada directo a mi corazón, esa fue mi última lucha emocional. Mi amor con Sakura se había hecho eterno de mucho antes de despedirnos, pero ese día se trasformo en un recuerdo grato para mí... podía vivir con ello.

-          ¿Puede ahora autorizarme para bañarlo Sr. Hyde?- dijo al alejarse un poco para respirar de nuestro beso.
-          Mm.. si. – yo tenía mejores pulmones, mientras él se alejo para respirar yo bese su cuello… lo mordí suave, su piel, su olor, comenzó a nacer el deseo.

-          Ah... Hyde… espera a la ducha, ambos necesitamos... ese… ese….mm...- yo comencé a rozar con mis uñas su entrepierna por sobre su ropa, de arriba hacia abajo, lento, mientras lamia su hombro. – ese baño.- dijo tratando de mantener la compostura. Yo me reí ante lo mucho que le costó terminar la frase y entonces me puse de pie y lo lleve de la mano al baño, el volvió a dar el agua de la ducha mientras yo me quitaba la toalla con la que él me había cubierto, yo estaba desnudo, ahora podía desnudarlo a él. Por fin.

Quite su camisa mientras le besaba, el parecía estar un poco asombrado porque yo había tomado la iniciativa, pero ya me había quitado los miedos de encima, podía hacer mucho más que eso. Bese su pecho y lo acaricie, realmente lo toque con gusto, sus abdominales, sus brazos, su pecho… frote las palmas de mis manos con todas esas partes de su cuerpo, el respiraba agitado. Comencé a besar su pecho mientras mis manos quitaban su pantalón, cuando mordí su pezón, mi mano entro en su pantalón hasta abajo, acariciando sus testículos.
-          Oh... Hyde… - dio un pequeño saltito, al parecer impresione a mi Kaz, pero parecía que le gustaba. O eso decía su rostro, si había algo fácil de leer en el, era su expresión de placer. – mmmh… ah… - frote mi lengua con su pezón de arriba hacia abajo y luego en círculos, a mi me había gustado mucho cuando él hizo eso.  Entonces volví a rozar todas las uñas de mi mano por su entrepierna, su erección estaba creciendo para mí.

Quite su ropa y le atraje bajo el agua de la ducha mientras le besaba, la sensación bajo el agua marco un clima perfecto. El agua estaba muy caliente, relajó nuestros músculos de inmediato, pero no disminuyo la excitación. Entonces mire hacia abajo el miembro de Kaz que estaba a la altura de su ombligo, me agache y me lo lleve a la boca sin dudar de una sola vez.

-          Ah! Hyde, ¡dios! Calma… -  susurro con la voz agitada y algo ronca, yo lo saque lentamente de mi boca y comencé a lamer alrededor de la punta de su erección, la textura era grandiosa.

Frote mis labios de arriba hacia abajo de forma vertical por su entrepierna, lamí con la punta de la lengua bajo su erección llegando a la zona de los testículos y   chupando despacio, también deposite pequeños besos a los lados de sus piernas, era una zona que no había podido apreciar, pero su piel resulto ser muy suave. Entonces volví a atender su erección y me la lleve a la boca, embistiéndole con mis labios, succionando mis mejillas y manteniendo un ritmo constante, Kaz arqueo la espalda y busco donde posicionar sus manos en puño, entonces levante las mías para tomar las suyas y dirigirlas a mi cabello, dejándole ver que podía sentir la confianza de poder hacerme lo que le diera la gana. Mi cuerpo le pertenecía.

El entonces marco el ritmo de mis embestidas, a ratos lento, a ratos rápido, su cuerpo se tensaba, en ocasiones temblaba, su sudor se mezclo con el agua caliente y sus labios se mantenían abiertos, mientras sus ojos estaban cerrados con fuerza, a ratos miraba hacia abajo para verme succionando su virilidad, pero su cuerpo se tensaba aun mas en aquellos momentos.

-          Ahhhh…. Aaah…. Dios, Hyde…. – Sentí entonces su pre liquido fluir, un sabor un poco amargo y dulzón. Quise saborear también su  esencia, pero Kaz me aparto antes de que pudiera llegar a mi cometido. Sus mejillas estaban rosadas, su respiración acelerada, su mirada brillaba y sus manos que me habían puesto de pie, temblaban un poco. – Dios, mi pequeño casi me haces terminar.
-           Yo quería que terminaras en mi boca.- le dije con un puchero. De verdad lo quería. El abrió muchos los ojos, luego sonrió.
-          Vaya Hyde… no pensé escucharte decir algo así. – Yo ya no sentía vergüenza, volví a bajar la mirada y mire su miembro erecto, quería sentirlo, en cualquier parte de mí, me mordí el labio cubierto de deseo.

Kaz miro mi boca y mordiéndose su labio también, se acerco para besarme, tomo mi erección y la junto con la suya, hizo que ambas se acariciaran y las puntas se rozaran de forma circular.

-          Ah… - ver aquello me excito enormemente. Luego Kaz se agacho un poco para lamer mis duros pezones, durante ningún momento alejo nuestras erecciones. – uuuh… - gemí. Amaba que atendiera esa zona.

Aleje un poco a Kaz y sin pensarlo, acaricie su rostro con ambas manos, al acercarme a su boca, el succiono uno de mis dedos y chupo. Fuerte. Aplicando una felación a una zona irregular, me impresiono aquel fetiche pero debo admitir que me gusto. Sus ojos brillaban. Dejo libre mi dedo de su boca y me beso con fuerza, soltando mí entrepierna para dirigir sus manos a mis glúteos y masajear en forma circular abriendo y cerrando con sus manos aquella zona que ya le había recibido una vez.

Abrace a Kaz en un momento que sentí muy íntimo, le rodee el cuello y lo acerque más a mí, entonces le dije al oído:

-          Nunca había deseado a nadie de esta manera, por favor, quiéreme Kaz… con tu cuerpo, quiere ahora… - entonces mordí suavemente el lóbulo de su oreja y en un acto de desenfreno pasional, Kaz me arrincono contra la pared de la ducha, y yo levante por inercia mis piernas para rodearle la cintura, nos besamos con los ojos abiertos midiendo nuestras reacciones, hasta que sentí su erección rozar bajo la entrada que le esperaba. – Ouuuuum. Entra ya por favor.

Kaz me posiciono más firmemente entre sus brazos y entonces entro suavemente, una tortura exquisitamente lenta.

-          Oh… - se me escapo. Una de mis manos se fue a su cabello, la otra se quedo en su hombro. Me di cuenta a medida que avanzaba su miembro dentro de mí, que esta vez había entrado más adentro. “La posición” pensé. Pero en el mismo momento en que deduje eso, su miembro choco de una sola vez, con aquella parte extremadamente sensible de mi cuerpo.- Aaaaah! Dios! - salte de inmediato arqueando mi espalda, sentirlo allí tan rápido fue inesperado y esa posición lo hizo desesperante. Kaz se quedo inmóvil durante unos segundos, permitiéndome acostumbrarme a la sensación, pero eso no sucedió. Kaz estaba tocando aquella zona, sin siquiera moverse yo me sentía en el éxtasis y no me podía quedar quieto, mis piernas se movían lo que podían y mis manos rasguñaban su cuerpo. – Dios! Kaz es demasiado intenso…- dije con la voz contenida para evitar gritar. Entonces él me posiciono más arriba para alejarse un poco de aquella zona. Lo agradecí, estaba a punto de gritar.

-          ¿Así... está… mejor?  - Su voz estaba entre cortada, definitivamente Kaz estaba mucho mas excitado que la noche anterior.

-          Si… si gracias… gracias amor… - dije tembloroso.

-          Puedes gritar, no tengo vecinos. – dijo comenzando a moverse… Kaz se contuvo para evitar golpear de manera brusca aquella zona mía, el autocontrol de Kaz me asombraba, podía ser extremadamente delicado incluso en esos momentos.

El grifo de agua quedo justo entre nosotros dos, cayendo de golpe sobre la punta de mi erección. Cerré los ojos, esta vez las sensaciones me perdían aun más. Kaz sintió cuando me acostumbre a su intromisión en mi cuerpo y comenzó a moverse como el realmente necesitaba, entonces nuevamente golpeo esa zona, pero ya no se detuvo, fue un constante ataque a mi punto más sensible que me saco gritos una y otra vez.- Kaz! Por dios… por dios… por dios… aaaaaah!

-          Que exquisito… es… escucharte… Hyde… aaah…- dijo embistiéndome firme y constante.

-          Ouuuuhh… uuuuhh… dios Kaz…. Kazuuu… Kaz! Kaz! – grite al alcanzar un orgasmo que me hizo perder la consciencia durante unos minutos.

Apoye mi frente en la de Kaz, tratando de frenar un poco la caída del agua en mi erección, estaba siendo demasiado insoportable para permanecer presente en el momento… mi consciencia se perdía a ratos de tanto placer.

Entonces Kaz tomo mi erección con su mano y comenzó a moverse rápido, su ataque intenso venia desde atrás de mi cuerpo y desde adelante. Lo vi perderse junto a mí en sus movimientos rápidos, su cuerpo temblaba, sentí miedo de que cayéramos en algún momento, pero su ataque no me permitió distraerme por más de un segundo en ello, Kaz arrojo su cabeza hacia atrás, y yo ataque su cuello, fue entonces cuando lo sentí irse dentro de mí y la expulsión fuerte de su liquido caliente cayo justamente en mi zona sensible haciendo que alcanzara el éxtasis junto con él, en un enorme y largo orgasmo.

-          Kaaaaaaaaaaaz! – grite una última vez… por esa noche.

-          Ahhhhhhhhhhhhhhhh -  la voz de Kaz temblaba, casi no parecía su voz.

Vi a Kaz perdido en las sensaciones, entonces note que su erección dentro de mí aun soltaba su esencia, Kaz aun tenía su orgasmo. Atine a estimular sus pezones durante su orgasmo, con ambas manos le dedique especial atención a ambos.

-          Dios Hyde no! – Dijo Kaz temblando fuertemente, sujetándose de la pared para no caer junto a mí. Su orgasmo culmino en ese preciso momento. La respiración de Kaz estaba en niveles muy altos, temí por su salud en esos momentos. El no podía abrir los ojos, estaba afectado. Y ame tener el privilegio de ser la causa de ello. – Dios Hyde… no puedo moverme… - dijo tembloroso. Yo  sofoque una risita, entonces le dije:

-          No importa Kaz, estoy bien en esta posición. – Yo aun estaba encima de él, con las piernas rodeándole y con su erección dentro de mí. Por supuesto, era él quien soportaba mi peso. – el rio un poco, pero aun estaba sofocado.

Estuvimos en esa posición alrededor de 5 minutos, mientras Kaz recobraba un poco la compostura, el agua aun caía sobre nosotros y yo me dedique a darle pequeños besitos por su rostro mientras él se recomponía. Yo también estaba cansado y apenas me podía mover, tampoco sabía cómo iba a caminar después de eso…

-          Es primera vez que me sucede esto… - dijo mirándome un poco divertido, sus piernas estaban acalambradas, de verdad no podía moverse.

-          Es primera vez para mí que todo es tan intenso también.- dije para evitar que se avergonzara de la situación, yo me enorgullecía de haberle causado un orgasmo tan grande.

Cuando Kaz pudo recomponerse, se separo un poco de mi y se sentó en la tina, apenas podía moverse del cansancio, entonces decidí cuidar de mi afectado Kaz. Mis piernas también temblaban, y mi zona trasera dolía un poco, incluso la espalda. Pero me sentía feliz. Bañe a Kaz, llene de jabón su cuerpo y le enjuague, tuve cuidado de no tocar mucho sus zonas erógenas, el estaba sensible, incluso su miembro se veía un poco colorado, quise pensar que estaba sonrojado por lo que acababa de hacer.

Lave su cabello y le hice masajes, buscando relajarle, lo que definitivamente me resulto, puesto que Kaz se estaba quedando dormido y fue un esfuerzo levantarlo de la tina para llevarlo a la cama cuando yo termine de bañarme.

Me reí de sus expresiones de perdición, el estaba grogui.

Seque su cabello y le peine de muchas maneras divertidas mientras él estaba casi dormido, lo vestí y me vestí porque hacia frio y no quería que mi Kaz se enfermara, lo acosté sobre mi pecho para acariciar su cabello.

-          Lo siento… yo iba a cuidar de ti hoy y mírame… - dijo adormilado, casi inconsciente.

-          Kaz, tú ya me has cuidado bastante, además me hace muy feliz cuidarte así. Podría suceder seguido y me seguiría encantando.

-          Hyde…- dijo con voz sumamente ronca por el sueño.

-          ¿Sí?

-          Te amo.


Oh.

Me ama.

¿Eso dijo verdad?
¿O no?


-          ¿Qué cosa Kaz? Creo que no escuche bien….

Pero él se había dormido.

Mi corazón nunca latió tan fuerte como esa primera noche en donde el “Te amo” de Kaz se hizo presente por primera vez.