lunes, 28 de agosto de 2017
First Kiss - Capítulo 8
Entrada la noche ya Hyde guió a Sakura hasta su nuevo departamento,
no era mucho más grande que el otro, pero si estaba algo retirado de la casa de
Sakura. Por un momento este tuvo la impresión de que Hyde realmente busco
alejarse de él, aunque Hyde habría podido irse más lejos, y realmente no quiso
hacerlo, inconscientemente sabía que algún día querría verlo de nuevo.
-Hmm… ¿quieres pasar?-le dije un tanto nervioso cuando Sakura le
entregó sus bolsas en la puerta y este se sorprendió un tanto pero de inmediato
acepto. Hyde abrió un par de cervezas para ellos y se sentaron tal y como lo
habían hecho la primera vez que Sakura entró a casa de Hyde.
-Gracias por la ropa.- le dijo Hyde ante el silencio
-Dije que era tu paga por acompañarme, no tienes que agradecerlo.-
-Ta vez debería ofrecer servicio de compañía y así me merecería el
título de scort.- dijo Hyde sonriendo pero Sakura no hizo lo mismo.
-Tal vez podrías llevarle el perro a Yuuri tu mismo… y tus cosas
también…-
-No empecemos, te dije lo que pensaba hace meses ¿ya lo olvidaste?-
-No, pero la gente cambia Hyde.-
-Yo no…-
Sakura entonces dejo su bebida en la mesa y se acercó a Hyde
acorralándolo contra el apoyabrazos del sillón. Sostuvo su mentón entonces y
comenzó a acercarse peligrosamente.
-No me hagas rechazarte de nuevo.- le dijo Hyde y Sakura detuvo su
intento.
-Déjame besarte… ¿por qué le temes tanto a eso?-
-No le temo, no seas imbécil es un simple beso.- dijo él orgulloso.
-Entonces si es tan simple déjame hacerlo… ¿o es que nunca nadie te
han besado?-
Hyde sintió una extraña palpitación en el cuerpo cuando Sakura dijo
aquello. Por mucho que le pesara, él tenía razón, era la primera persona que se
lo decía, pero así era. Jamás nadie lo había besado por extraño que pareciera y
siempre había pensado, aun muy en el fondo de su corazón, que aquella persona a
la que besara algún día, sería porque realmente la querría.
-Claro que he besado.-
-Mentira…- dijo mirándolo fijamente y con esos ojos entrecerrados
que Hyde sentía como el más duro verdugo.
Se alejo entonces de él y lo
miró enojado.
-¡Jódete! Sí, tengo 22 años y nunca me han besado y ¿Qué?
¿Contento?- entonces Sakura sonrió, aún le parecía tan adorable la forma en que
Hyde se enojaba que entre más lo alejaba y lo insultaba el más quería
acercársele, y así lo hizo de nuevo.
-Quiero ser el primero… déjame besarte.- dijo de nuevo cerca de su
oído y Hyde sintió escalofríos.
-No me harás siquiera temblar así que aléjate.- dijo seguro pero
cuando Sakura beso lentamente el lóbulo de su oreja, por un instante se sintió
derretir.
-Basta Sakura…- dijo poniéndose esta vez de pie -… fue un error
invitarte a pasar, mejor vete.-
Sakura le siguió entonces y aprovechando que Hyde le daba la
espalda, le abrazó de esa forma y recargó su mentón en el hombro de Hyde
agachándose un poco.
-Hyde, este tiempo que estuve sin ti… no podía sacarte de mi mente…
antes pensaba que era solo atracción física, porque nadie puede negarte… que
eres hermoso, atrayente… pero, tuvimos sexo ¿cierto? Sea como sea, lo hemos
hecho, y sin embargo, aún así, no puedo quitarte de mis pensamientos…- volteó a
Hyde entre sus brazos y le miró directo a los ojos -… Eso es porque, no estás
en mi mente, tu llegaste y en unos cuantos días, te instalaste aquí.-
Sakura tomó la mano de Hyde y se la colocó en el pecho justo en su
corazón y Hyde con aquél contacto pudo sentir incluso el fuerte latido del
corazón de Sakura.
-Es imposible, que de verdad yo te importe.-
-¿Por qué? … no, no es imposible, al contrario es totalmente real…
Hyde… estoy enamorado de ti… como un idiota. Todos estos meses, lo único por lo
que rezaba cada noche, era porque el destino nos volviera encontrar y ve, aquí estamos. Y sé que hice
un montón de estupideces, pero te prometo que esta vez será diferente.-
-¿Estás enamorado de mi?... no mientas…- Hyde miró hacia abajo
evitando esa mirada penetrante y sintiendo ganas de llorar por lo que escuchaba
y sin embargo no podía creer. No quería.
-Lo hago… y sabes que, no tengo ni puñetera idea de porque lo hago…-
sonrió entonces sinceramente -… pero me encantas, me encanta que me grites, me
encanta que sonrías, me encanta esa forma en que siempre rebates lo que digo, y
estoy todo el día como un idiota pensando en ti y me encanta, y no soporto
verte triste, y no soporto tenerte lejos. No te prometo miles de días felices
Hyde, tampoco soy perfecto, no puedo prometerte un vivieron felices para
siempre, no puedo prometer que no pelearemos, que no gritaremos o nos
defraudemos, pero puedo prometerte, lo único que realmente estoy seguro que
jamás dejare de hacer… jamás dejare de amarte… por favor… no puedo alejarme de
ti de nuevo…-
Sakura sostenía a Hyde fuerte entre sus brazos, tan cerca que podía
mirar atentamente sus ojos, ese marrón y esas largas pestañas. Su atención se
posó entonces en los labios rosas del chico, el cual en un momento mordió el
inferior, sintiendo ganas de llorar, pero sin resultado alguno ante tal acción
pronto una lágrima resbaló por su mejilla.
-Eres un idiota… siempre consigues, hacerme llorar… y eres aún más
idiota porque… porque, me encanta llorar por ti…-
-¿Me amas?... dime que me amas Hyde y entonces no habrá nada más
fuerte que eso, y no encontraras en la tierra alguien tan vuelto loco de
felicidad…- le dijo y acarició su mejilla llevándose con la caricia la pequeña
lagrima del menor.
Hyde se abrazó entonces a Sakura fuertemente, se paro en las puntas
de sus pies y le rodeo el cuello con los brazos sintiendo como Sakura lo
sostenía de la cintura.
-Te amo…- le musitó a penas pero Sakura pudo escucharlo claramente y
aquellas palabras resonaron varias veces en su cabeza y en su corazón. Al
instante no pudo evitarlo más y tomó sus piernas para cargarlo y hacer que
estas rodearan su cadera.
Pocky rascó la puerta al sentirse ignorado cuando Sakura cargó a
Hyde dentro de la habitación y se encerró con él. Lo recostó en la cama y se
colocó sobre él aún entre sus piernas. Lo miraba fijamente y notó el entrecejo
fruncido de este.
-No temas, no voy a hacerte daño.-
-No me trates como a una virgen.- le dijo él y Sakura sonrió complacido.
-Tus labios lo son.- dijo y entonces los acarició suavemente.
-Han hecho otras cosas.- musitó evidentemente triste.
-No me importa… porque lo más bello jamás lo han sentido.-
-¿Un beso es lo más bello? – dijo Hyde como si eso fuera la más
grande tontería.
-Lo es… aunque no lo creas. Cuando alguien te besa, la sangre te
corre más rápido por las venas, todo tu cuerpo se tensa, pero se siente
delicioso, y sientes tantas cosquillas en el estómago que sientes que
explotaras. Te sientes ansioso, y… feliz…- decía mientras acariciaba lentamente
el abdomen de Hyde debajo de su playera y este lo miraba sonriente.
-Eres todo un cursi…- le dijo y ambos rieron, pero de un momento a
otro Hyde pensó que no podría resistirse más. Con todas esas cosas tontas que
Sakura había dicho toda su atención estaba entonces también sobre los labios de
Sakura. No quería que le contara, no quería solo oírlo, quería sentirlo, quería
saber si realmente todo eso te ocurría… pero tenía miedo… sabía que si dejaba
que Sakura lo besara entonces definitivamente estaría pillado. No habría
escape. Se habría enamorado totalmente y jamás podría olvidarle… y el amor solo
traía sufrimiento. Eso era lo que él pensaba.
Sakura tomó su barbilla de nuevo, alzándola levemente y tratando de
besarlo, pero Hyde volvió a agachar el rostro.
-Déjame besarte…- dijo insistente y volvió a acercarse. Hyde trató
de resistirse, pero no lo suficiente, ya que Sakura sostenía su rostro
fuertemente y de un momento a otro Hyde apretó los ojos sintiendo el roce de
sus labios con los de Sakura.
Suavemente Sakura beso esos labios como tanto había ansiado siempre,
poco a poco Hyde dejo de resistirse y entonces Sakura ocupo sus manos para
acariciar su talle.
Hyde no solo sintió todo eso que Sakura había dicho sino aún más, su
cuerpo vibraba de la punta de los pies hasta la punta de su cabello más largo.
Se sintió desvanecer, sostenía los hombros de Sakura y sentía algo
presionándole el pecho, tanto que incluso se encogió de hombros. No sabía cómo
besarlo, y hasta ese momento se le ocurrió pensarlo y estaba tan perdido en la
sensación de tener a Sakura besándole que ni siquiera movió los labios propios.
No fueron muchos segundos, y Hyde estaba tieso como una piedra, pero
cuando se separo de él Sakura tenía la más grande sonrisa que Hyde le había visto.
Acarició su rostro y Hyde le miraba atento sin saber que decir si
quiera.
-Besas muy mal…- le dijo Sakura divertido, pero para su sorpresa
Hyde estaba tan nervioso y fuera de sí, que ni siquiera rebatió y por primera
vez, el pelinegro vio las mejillas de Hyde sonrojarse hasta tal grado que él
pensaba imposible -… no es cierto, es broma… ¿sabes? eres realmente adorable…-
dijo aún observándolo y Hyde entonces también acercó una de sus manos a su
rostro.
-Di algo…- dijo Sakura divertido ante aquél silencio y hasta
entonces Hyde sonrió.
-Bésame de nuevo… lo haré mejor…- dijo y sintió una fila de hormigas
a lo largo de toda su columna y ni siquiera tuvo tiempo de dejar de sentirlas
cuando Sakura ya se había apoderado nuevamente de su boca. Esta vez el beso fue
mucho más largo, y Hyde comenzaba a jugar lentamente con los labios de Sakura.
La mano que había posado suavemente en su mejilla poco a poco avanzó hasta que
Hyde abrazaba a Sakura por el cuello fuertemente, sintiéndose tan cerca de él
que le era imposible no respirar agitado.
Sakura probaba insistentemente los labios dulces de Hyde y
presionaba el cuello de este contra sí mismo para que el chico no pudiera
separarse de él a menos que Sakura lo indicara así.
Se separó de Hyde un momento y sin decir nada volvió a besarle esta
vez con más vehemencia, introdujo su lengua en aquella cavidad, consiguiendo
así un leve gemido del menor que lo hizo sentirse en la gloria, y poco a poco
recorrió cada parte de su boca y luego los labios de nuevo.
Cuando se separaron esta vez Sakura mordió ligeramente el labio
inferior de Hyde y al verle este lucía tan agitado que pareciera que acababa de
tener el mejor orgasmo de su vida. Su pecho iba insistente de arriba abajo y
Hyde estaba rojo hasta las orejas, y se veía tan divino que Sakura sintió
morirse.
-Tus labios ahora son míos…- le dijo Sakura en un tono más bajo y
luego beso su frente.
-Me alegra que lo sean…- dijo Hyde quien permanecía ligeramente
abrazado a Sakura -… ahora estoy perdido.- dijo y sonrió con un dejo de
tristeza.
-Ahora no necesitas más que dejar que yo te guie.- le dijo el mayor
y Hyde desvió la mirada.
-No merezco… que alguien como tú me quiera. No merezco que nadie lo
haga, si estoy solo es porque así debe ser… ¿que se supone que pudo ofrecerte
yo a ti?-
-A ti… tan solo tú… y es lo más preciado que tendré entonces…-
Hyde sonrió a penas, sin poder creer mucho aquellas palabras, no se
sentía capaz de llenar el corazón de Sakura, no se sentía digno de su amor.
-Soy un cualquiera y pasara
lo que pasara eso siempre será así, no puedes pretender que no te importa.-
-No me importa… ¿sabes? Prefiero mil veces morir con tus espinas,
que verte partir de nuevo… que no tenerte a mi lado…- dijo y Hyde sonrió cuando
se dio cuenta que Sakura recordaba aún aquello que le dijo.
Le zafó la blusa a Hyde y luego desabotonó los botones de su camisa,
para que esta vez al colocarse sobre él pudiera sentir su piel tibia, y
acariciar su pecho.
-Voy a hacerte el amor…- le dijo entonces Sakura, de esa forma en
que ni siquiera le estaba pidiendo permiso y entonces Hyde sonrió.
-Si no lo dices, no me doy cuenta…- dijo burlón aunque sentía cada
vello en su piel erizado ante aquella frase, pero Sakura ignoró aquello.
-¿Y sabes qué?... también será la primera vez, que sientas
realmente, lo que es que alguien te haga el amor.- besó nuevamente sus labios
sin dejarlos contestar y luego bajo por su mentón y su cuello. Besaba insistentemente su abdomen, desde el
pecho hasta debajo del ombligo dejando pequeñas marcas rojas cada que mordía
ligeramente. Hyde cerró sus ojos sintiendo aquellos labios que tan feliz lo
hacían y mordía ligeramente los propios, mientras sus manos se perdían entre
los mechones de cabello negro.
Sakura desato las cuerdas del pantalón de Hyde y tuvieron que dejar
los besos un momento para que este pudiese deslizarlo por las blancas piernas
de Hyde y arrojarlo al suelo.
Se colocó a su altura y lo beso de nuevo, pero no pudo evitar reír
un tanto entre beso y beso.
-¿Qué… te da risa?- le dijo en un momento.
-Ya… usas ropa… interior.- dijo y entonces dejo de besarlo para
reírse a gusto.
-Eres un pendejo…- le pegó ligeramente en el hombro -… no sabes ser
cursi, te odio ¿cómo te acuerdas de esas cosas ahora?- dijo e hizo un puchero que a Sakura le
pareció tan adorable que tuvo que volver a acercarse a besarlo.
-Perdón…- dijo pero aún sonreía-… es que se me vino a la mente, como
de cualquier forma no dejas de ser terriblemente erógeno para mí… no me odies
por eso.-
Hyde lo miro entonces como poniéndolo a prueba pero ante los ojos
tiernos de Sakura tan solo pudo inclinarse a besarlo de nuevo, sosteniendo su
rostro con ambas manos, y las cuales poco a poco fueron escabulléndose hasta el
dentado del pantalón.
-Ya cállate y hazme el amor…- dijo en un susurro pero ni siquiera
habría tenido que decirlo pues a Sakura ya se le hacía haber esperado demasiado
tiempo para aquello. Desnudo ambos cuerpos por completo y se dedicó a acariciar
el de Hyde mientras este besaba insistente su cuello teniendo en mente marcarlo
como suyo.
-Tu piel es tan suave…- le dijo mientras lo miraba directamente a
los maliciosos ojos y este sonrió encantado con sus halagos. Definitivamente le
encantaba sentirse halagado, pero que lo hiciera ese hombre maduro que tanto le
gustaba lo hacía sentir que su ego le subía por las nubes.
Un beso más entre ambos, yendo este a más profundidad, y Hyde sentía
que se quedaba casi sin aire. Estiro el brazo y a tientas encontró el cajón del
buró tratando de abrirlo, pero sin dejar de besarlo Sakura tomó su mano
colocándola contra el colchón sin dejar que Hyde la moviera más.
-¿Qué haces?...-
-Buscando protección, ¿qué haces tú?- Sakura tomó la mano que
sostenía firmemente y la acercó a su rostro para besar su dorso.
-¿Para qué? ¿No te voy a embarazar o sí?- dijo y Hyde lo miró
extraño, como sintiéndose un tanto mal ante eso.
-No tonto… porque estás a punto de hacerlo conmigo por eso, porque
es conmigo, y ya… dije que te callaras ¿no?- desvió la mirada y entonces Sakura
tomó su barbilla para hacer que lo mirara al rostro.
-Hyde… yo, quiero hacerte completamente mío… ya deja de pensar en
todo, y solo déjate llevar ¿sí?-
-Déjate llevar…- repitió sus palabras-… ¿y si tengo sida, si tengo
algo?… y tú dejándote llevar ¿no?-
-Entonces me moriré de sida… pero siendo tu dueño.- lo besó
posesivamente y Hyde con tan solo sus palabras se sintió extasiado, no tuvo ni
siquiera fuerzas para negarse cuando Sakura acarició el interior de sus muslos
y los abrió acomodándose entre ellos. Acarició lentamente su entrada y Hyde
apretó fuerte las sábanas entre sus dedos cuando sintió a su amante lamiendo
aquella zona. Comenzaba a expirar vaho cuando casi suplico al mayor penetrarle
de una buena vez, como siempre exigente, a su modo.
Sakura se acomodó para entrar en él y se colocó sobre sus antebrazos
permitiendo que Hyde le abrazara por el cuello. Notó sus ojos vidriosos y sus
labios rojos temblar ligeramente y ante la cautivadora expresión no se resistió
a acariciar esas mejillas rosadas.
-Te amo…- le dijo y se robó
sus labios mientras entraba en el lentamente, de una forma tan sutil como si
realmente fuese la primera vez de su Hyde. Hyde suspiró contra sus labios
emitiendo un ligero gemido cuando este le penetró por completo y Sakura sonrió
acariciando sus labios.
Comenzó embestirlo entrando lentamente y saliendo por completo de la
misma forma, para después volver a hacerlo profundamente. La sensación que
Sakura experimentaba era exquisita, jamás antes se había sentido tan extasiado
y fue entonces que se dio cuenta de cuan profundamente cautivado estaba por
Hyde.
El más joven respiraba agitadamente y se aferraba a la espalda de
Sakura perdiendo de un momento a otro, toda experiencia que pudiese haber
tenido en la cama.
-Ah… estás tan empalmado…- le dijo Sakura con voz ronca cuando tomó
su miembro y comenzó a acariciarlo, y Hyde se retorció entre sus brazos
sintiendo espasmos de placer.
-Es porque… también te amo…- una pequeña lágrima cayó por su mejilla
y Sakura sonrió sintiendo que le ardía el corazón ahora más que antes. Sostuvo
entonces su mano y entrelazo sus dedos con los de Hyde, sintiendo como este
presionaba su mano, y beso delicadamente su mejilla limpiando con cariño el
rastro de la lágrima.
Hyde se sentía completamente en una fantasía que de ninguna manera
podía ser real. Sakura realmente le amaba y le estaba haciendo el amor, no
estaba teniendo sexo, ni satisfaciéndose el mismo, estaba buscando hacerle
sentir lo mucho que lo quería, y Hyde buscaba lo mismo. Jamás pensó alguna vez
que aquello podría ser tan diferente, siempre se burlo de ello en mente, pero
ahora que estaba viviéndolo, que sentía a Sakura en él y estaba acariciándolo y
besándolo de tal forma, sentía que realmente valía la pena enamorarse. Además incluso físicamente, aquella sensación
era mucho más excitante y placentera que cualquier otro acostón que hubiera
tenido antes, esa vez realmente estaba disfrutándolo.
De un momento a otro Sakura sintió las uñas de Hyde arañándole la
espalda y un instante después gemía incontroladamente mientras terminaba sobre
su abdomen. Al saberse el causante de todo aquel placer que sentía el menor sin
poder más le penetró con fuerza sin dejar de acariciar su miembro y sintió
arder su vientre cuando terminó dentro de él, y pensaba feliz, que ahora en
verdad ese pequeño entre sus brazos era suyo.
Recargó su frente en el pecho del menor mientras ambos respiraban a grandes bocanadas y Hyde apenas paso los
dedos por su cabello dándole a Sakura un agradable cosquilleo, tanto que cerró
los ojos por algunos momentos.
Sakura sintió pesados los ojos y sentía que se dormiría en cualquier
momento, así que sacudió un tanto la cabeza y volteó a ver a Hyde,
acariciándole tan solo y sin decir nada, hasta que el de cabello café sonrió.
-Estuvo… mmm… más o menos…- dijo bajito por el cansancio y Sakura
rió entonces.
-¿Solo me gané un más o menos?... entonces tal vez yo soy muy
sensible, porque estoy fascinado... eres exquisito…-tomó una de sus manos y
depósito un pequeño beso y luego continuo a lo largo del brazo hasta que llegó
a su hombro el cual beso más detenidamente.
Entonces Hyde no pudo evitar sonreír con sinceridad se acercó a robarle un pequeño beso y se
abrazó a él fuertemente. Sakura le quitó algunos cabellos del rostro y entonces
lo miró y sonrió sutilmente.
-¿Me amas entonces?-
-Claro que no… fue la emoción del momento…- dijo Hyde pero sus
mejillas sonrojadas delataban lo contrario.
-Yo si te amo, te amo demasiado… no sé qué demonios tienes que eres
adictivo ¿sabes?… tal vez es el aroma de tu piel, o el sabor de tus labios… tal
vez es ese algo en tus ojos… pero lo que sé es que si ahora mismo me pides
morir por ti, me lanzó de la ventana.-
Hyde no contestó nada a sus palabras, tan solo colocó una mano en su
mejilla y lo miró enternecido. No podría haber creído nunca que alguien le
dijera eso.
-Ya vete mejor…- dijo de pronto y Sakura lo miró extrañado.
-¿Qué? ¡No!… no voy a irme esta vez…-
-Dijiste que morirías por mí, te ordeno que te vayas ahora.-
-¿Por qué no quieres darme una oportunidad? ¿Por qué no te das una
oportunidad a ti mismo?... Hyde, ven a vivir conmigo, sé mi novio, tengamos una
vida juntos por favor… sé que no tengo todo el dinero del mundo, pero te amo
más que a nada, te juro que no vas a arrepentirte de estar conmigo… deja todo
esto… sé solo mío.-
-Sakura… yo no sé si esto está bien ¿sabes?... es que todo esto es
muy irreal… quiero creer aún que eres igual que todos los demás y te cansaras
de mi y te irás, porque si no es así… yo…-
-Que tengo que hacer para que creas que soy diferente, que seré
diferente, que te voy a hacer feliz. Dime qué hacer para que dejes de
prostituirte y vengas conmigo. No soporto pensar que otro te toque, que tenga
sexo contigo, que bese tu cuerpo yo…no puedo soportarlo…- tomó una de sus manos
entonces y la acercó a su pecho haciéndolo sentir el palpitar en su pecho -…no
puedo soportarlo, quiero que seas solo mío, porque te amo, siénteme, siénteme
Hyde, no puedo vivir ya sin ti…-
Hyde sintió que estaba a punto de llorar de nuevo, y no fue mentira
pues a los pocos segundos tuvo que limpiarse las lagrimas con el dorso de la
mano y sentía el corazón salírsele del pecho.
-Quédate esta noche… si quieres que piense eso, que eres diferente tan solo quédate esta noche…
abrázame… no me tires como todos…- decía entre lagrimas siendo por primera vez
susceptible a todo y dejando ver sus verdaderos sentimientos a Sakura. Este lo veía
llorar totalmente conmovido.
-No pensaba irme a ningún lado desde un principio.-
Se separó de él y jaló las sábanas destendiendo la cama se recostó
dentro de ellas y le pidió a Hyde que se acercara. Este dudo un tanto pero al
final se acurrucó entre los brazos de Sakura lagrimeando aún un tanto.
-Si te digo que te quiero… pareceré débil…-
-Tal vez… pero que importa… yo no te haré daño… ya no más…-
-Si te digo que te amo… entonces pareceré un idiota.-
-Deja de pensar en lo que pueda pasar solo dime lo que sientes, que
importa, yo jamás pensare algo malo de ti… jamás…-
-No necesitas pensarlo… soy un prostituto… para que pensar mal de mi
si lo soy.-
-Ya deja de pensar en eso ¿sí?... Tú eres simplemente Hyde, eres la
persona más maravillosa que he conocido, y eres la persona que amo… no eres más
que eso.-
-¿Sabes? No quiero que me digas Hyde… dime por mi nombre ¿sí?...-
Sakura sonrió entonces y le beso la frente.
-Te amo Hide…- dijo sonriendo y entonces Hyde volteó a verlo con el
entrecejo fruncido.
-También te amo… también quiero ser solo tuyo… sé que no pudo hacer
nada por lo que he hecho hasta ahora, pero… puedo prometerte que desde este
momento, no dejaré… que nadie más me toque… nadie más que tu.- sonrió entonces
por fin y lo abrazó trepándose incluso un poco sobre el cuerpo del otro.
-Acabo de decir, lo más idiota que he dicho en toda mi vida, te odio
por eso… - Sakura sonrió de nuevo y acarició su espalda fuertemente mientras se
perdía en el olor a frutas del cabello de Hyde.
-Ahora podrías decir algo más relajado y decirme que tal estuvo.- dijo
y esta vez el que rió fue Hyde.
-Eres un presumido, no te subiré el ego…- se quedó callado unos
segundos pero se doblegó al final -… fue maravilloso… jamás había sentido algo
así. Jamás pensé que en verdad fuera diferente hacer el amor con alguien a tener
sexo.-
-No es por eso es que realmente soy un semental.- dijo Sakura riendo
casi a carcajadas y Hyde se separó de él
-¡Cerdo! En tal caso el culpable de todo esto soy yo que soy tan
sensual que te prendo.-
-Sí, la verdad sí- dijo y se acercó de nuevo a su Hide para besarle.
Había un brillo especial en sus ojos y realmente se sentía el hombre más feliz
en ese momento. Aunque no se lo dijo a Hyde pensó un momento en que de verdad,
incluso él habría pensado, que el enamorarse de alguien como Hyde era una
completa tontería, que realmente no podría haber más que atracción sexual por
alguien así, pero no era lo que sentía. Realmente Hyde le gustaba de pies a
cabeza, pero había algo más. Su esposa era una bella mujer y a pesar que podría
haber dicho con sinceridad todo lo que le gustaba, no sentía eso por ella, eso
que le hacía vibrar el cuerpo, ese sentimiento en el estomago, ese latir de
corazón… ese sentimiento era solo de Hyde, no, de su Hide, y sentía como si
toda su vida hubiese esperado a ese ser tan lindo que reposaba entre sus
brazos.
Estuvieron un rato recostados sin siquiera prender el velador, tan
solo alumbrados con la tenue luz de la ventana, ninguno de los dos podía
conciliar el sueño, estaban de frente uno al otro mirándose tan solo, como
guardándose en su memoria, y pensando como nunca imaginaron están tan vueltos
locos por alguien.
En un momento Hyde tomó la mano de Sakura con las suyas y la
acarició observándola detenidamente, quería incluso grabarse en la mente cada
línea de su mano.
-¿Notaste que la cama es nueva? O eres tan pendejo y estabas tan
caliente que ni eso pudiste ver.- dijo divertido y Sakura rió.
-No no me di cuenta… ¿de verdad?-
-Sí, la compre cuando vine aquí… pero no había traído a ningún
cliente… deje de traerlos a casa… tu estrenaste mi cama entonces.- dijo como si
fuera algo muy sin importancia pero Sakura se sintió casi en la cima del mundo.
-¿Sabes? Siento como si… como si tu y yo aquél día no nos hubiésemos
conocido, siento como si te conociera de toda la vida, como si fueras… como si
estuvieras destinado para mi… tu y yo ese día no nos conocimos… nos
reconocimos…- dijo feliz .- y Hyde sostuvo la mano de su amante entre las suyas
y junto a su pecho.
-Eres un cursi…- le dijo divertido -… pero yo siento lo mismo…
siempre estuve muy solo y a pesar de eso seguía adelante, como si esperara
algo… ahora me doy cuenta que más bien era a alguien, era a ti…-
-Es nuestro momento de bobería, dejemos que pase por hoy…- dijo
Sakura y acarició el cabello de Hyde, para después hacerle una pregunta que se
venía haciendo desde hacía tiempo
-¿Por qué te metiste en eso?... ¿no tienes familia?… ¿y tus
padres?...- preguntó comprensivo pero Hyde esbozó una expresión de tristeza.
-Si te digo todo eso… no sé que podrías pensar de mí.-
-Averígualo, no podría pensar nada malo.-
-¿De verdad quieres saber?-
-Si quiero, pero si tú no quieres lo entenderé… es solo curiosidad,
es que… me gustaría conocer todo de ti… soy un hombre celoso…- dijo y sonrió de
lado. Hyde lo miró algunos segundos mientras pensaba que realmente debería
decir, pero al final se daba cuenta que tal vez no tenía nada de malo.
Ya habían hecho el amor y Sakura sabía perfectamente lo que él era,
así que conocer su pasado no debería afectar.
-Promete, que no me tendrás lástima…- dijo entonces y Sakura lo miró
extrañado.
-Por supuesto que no lo haría… te lo prometo…-
-Bien… ¿por dónde empiezo?…- se preguntó a él mismo.-… y entonces se
recostó sobre el abdomen de su pareja para así no tener que verlo.
-Pues bueno… mi madre tenía 15 años cuando se embarazo de mí. Mi
papá no sé quien fue, seguramente un idiota que ahora ni siquiera sabe que
existo o si lo sabe no le importa… Mi mamá les dijo a mis abuelos pero ellos al
igual que el idiota ese, querían que abortara… pero ella no lo hizo… ella me
amó tanto desde entonces, que jamás pude regresarle ni una milésima parte de
todo lo que ella me amo. La corrieron de la casa y mi mamá la paso muy mal en
ese tiempo, me tuvo a los siete meses, y apenas y se salvo pues su embarazo fue
de alto riesgo. Estuvo en un albergue mientras paso todo eso y durante un par
de años vivimos de albergue en albergue… casi no lo recuerdo ¿sabes? Después…
cuando tenía 4 años… 4 o 5 no sé, mi mamá se enamoró de un hombre, y se
casaron. No era rico ni nada, vivíamos en una vecindad, pero todo iba bien al principio.
Vivieron muchos años juntos, pero la pasábamos mal porque el sujeto era
alcohólico. Cuando tenía 8 o 9 años comencé a ser más consciente, digo era un
niño pero… todos iban a una escuela y yo no… mi madre era la única que tenía el
rostro amoratado… y la gente generalmente no llega a una casa azotándose contra
las paredes…- dijo y sonrió de lado aunque Sakura no le estuviera viendo.
-¿Tu madre no lo dejó?- preguntó Sakura mientras comenzaba a
acariciar su espalda.
-No, no teníamos a donde ir y a la que golpeaba era a ella… siempre
pensó en mi, aunque no era muy acertada… Cuando tenía 11 años un día que iba a
golpearla yo me interpuse tratando de defenderla, y entonces me golpeó a mí…
mamá le pegó con una lámpara en la cabeza y pensamos que estaba muerto, pero
gracias al cielo solo estaba inconsciente. Mi mamá empacó nuestras cosas y
huimos de allí… y de nuevo a las calles. No es lindo vivir así y pasar cada
noche en una cama diferente, pero yo era más feliz... mi mamá siempre decía que
la perdonara por no darme un padre, pero yo no quería uno, estaba bien con ella
y sin embargo… en un par de años ella volvió a casarse. Conoció a un sujeto que
daba donaciones a uno de los refugios donde nos quedábamos casi siempre, y él
decía estar enamorado de ella. Era rico, abogado… como tú… y tenía varias firmas,
un hombre importante y prestigioso, así que no le fue difícil hacer proceder el
divorcio de mi madre con el otro sujeto y se casó con ella. Yo pensé que por
fin todo estaba saliendo bien ¿sabes?, ella estaba muy enamorada de él y el
también, incluso me trató como si yo realmente fuera su hijo. Yo le llamaba
papá a veces…- sonrió irónico -…dos años y realmente hizo que me encariñara con
él, todo parecía ir perfecto.-
-Pero… porque ¿hay un pero cierto?- indicó Sakura.
Hyde se quedó callado un momento y entonces volteó a verlo como
preguntándose cómo seguir
-Bueno… pues lo que veía él en mí no era precisamente a un hijo…-
dijo Hyde desviando la mirada y Sakura al principio no entendió, pero no tardo
mucho en hacerlo.
-Ese tipo… ¿abuso de ti?- preguntó sin poder creerlo y sintiéndose
terrible por lo que Hyde tuvo que haber pasado.
-Tenía yo 15 y… un día fui a su despacho, generalmente lo hacía pero
ese día, el quiso besarme, y yo no entendía que pasaba. Me dijo un montón de
cosas, que nunca quiso a mamá que siempre me quiso solo a mí, que quería tener
sexo conmigo y… bueno ya te imaginaras. Sentí que todo se desmoronaba… yo
realmente lo quería como un padre y él diciendo eso y yo… le dije que le
contaría a mamá pero no me dejo salir cerró la puerta con seguro y dijo que si
yo decía algo o hacía ruido… iba a matarla, que él era muy poderoso y podría
hacerlo sin que nadie lo culpara… ahora sé que tal vez no podría hacerlo pero…
tenía 15 años y estaba aterrado así que… ni siquiera pude pensar que hacer. Me
resistí todo el tiempo, pero a él no le importo, aún así lo hizo y… luego
simplemente me dijo que me fuera… yo me sentí tan miserable…- dijo y entonces
comenzó a llorar sin que Sakura pudiera evitarlo.
-Ven acá…- le indicó y entonces Hyde se puso a la altura del mayor
quien lo abrazó fuertemente mientras este se acurrucaba en el espacio entre su
cuello y su hombro colocando a penas su mano en su pecho -… mi Hide… todo lo
que has de haber tenido que pasar…-
-No sé… no sé ya cuantas veces paso… y siempre… siempre fue tan…
humillante, siempre… siempre dolió tanto…- dijo mientras trataba de calmarse y
secando sus lagrimas -…una vez recuerdo que vimos un espectáculo mi madre y yo…
un hombre que subía escaleras hechas de navajas… subía y bajaba descalzo sin
hacerse una sola cortada. Recuerdo que después del show yo lo busque… lo busque
y le reclamé cómo era posible que él no se hiriera con algo que causaba tanto
dolor, que era injusto y él me dijo que todo era cuestión de la mente. Dijo que
cuando él subía los escalones, recordaba algo, su familia y él de vacaciones en
un hermoso lugar al que habían ido, que cuando sufriera hiciera lo mismo para
huir de eso que me lastimara. Pero yo no tenía un lindo recuerdo así… la
siguiente vez que él abuso de mi… cerré los ojos y recordé lo que dijo el
sujeto. De niño cuando vivíamos bajo ese infierno, los demás niños se burlaban
mucho de mí. A mi mamá le gustaba que saliera con ellos a divertirme, pero
ellos eran crueles así que yo solo fingía ir con ellos, y realmente lo que
hacía era ir a un parque cercano a la casa. En él había un enorme árbol, que
tenía un agujero en su tronco… yo solía meterme dentro y dormir… se sentía
tanta paz que olvidaba por momentos las estúpidas burlas de todos los demás.
Así que en ese momento, me imaginé en ese lugar puse mi mente en blanco e hice
aquello... hacía eso siempre. Un día él se cansó seguramente. Le dijo a mi
madre que no quería estar más con ella y se divorciaron, obviamente nos dejo en
la calle de nuevo. Mi mamá murió poco después, se enfermo de neumonía y
obviamente no teníamos dinero para los medicamentos, así que, me quedé solo y
decidí comenzar a bueno, a venderme… decidí que nunca me enamoraría, y que
nunca volvería a sufrir algo por dinero… así que esa fue la solución más fácil…
no sé cómo pude soportar tanto tiempo… o tal vez no lo hice… tal vez por eso
soy lo que soy… alguien tan frío… tan horrible como soy…-
-Tú no eres frío… no digas eso… ¿sabes? Yo… cuando tú me abrazas,
encuentro todo el calor que yo necesito… no eres una persona horrible…- decía
acariciándole el rostro -… pasaste cosas horribles y aún así seguiste adelante,
sea como sea lo hiciste, eres alguien muy fuerte Hide… si hacías lo que hacías,
y te mostrabas tan frío es solo porque necesitabas sentirte seguro,
necesitabas, mostrarte duro para que no te hicieran más daño. Pero, eso no
significa que así seas realmente. A mí me has mostrado a alguien que tiene un
buen corazón, uno muy cálido, uno que me da alegría… amor, una persona que da
alegría y que ama, no puede ser fría ni horrible… tienes tantas heridas mi
ángel... pero yo voy a curar cada una de ellas, te lo juro… mereces ser feliz,
y yo voy a hacerlo…-
Hyde lo miro sonriendo tenuemente y sostuvo junto a su rostro la
tierna mano que lo acariciaba.
-Gracias… ya lo has hecho, me has demostrado que existe el amor y que
existe la felicidad y… y eres la primera persona que me trata tan bien, y que
me ama de verdad… gracias Sakura yo, te quiero tanto…tanto…-
El pequeño besó sus manos una y otra vez y Sakura se sentía feliz de
tenerlo.
Se daba cuenta que Hyde había sufrido mucho, y aunque no le tenía
lástima como había dicho sentía la enorme necesidad, la obligación de hacer a
esa cosita entre sus brazos la persona más feliz.
Había fallado una vez, no había hecho feliz a Misaki, a pesar de
tantos años y tanto tiempo y tanto darle, no había logrado hacerla feliz, pero
esta vez, estaba absolutamente seguro que iba a lograrlo así le costara la
vida, iba hacer que Hyde fuera ese niño sonriente que nunca pudo ser. Ahora
entendía muchas de sus actitudes infantiles, también ese afán de ver lo malo de
una forma superficial, ahora entendía por qué hizo lo que hizo e incluso se
sintió culpable de no haber estado con él allí y haberlo protegido.
-Es la primera vez que le cuento a alguien todo esto… y la primera
vez que duermo con alguien… esto es extraño, pero me siento liberado… gracias
por escucharme.-
-Hmm… gracias por dejarme escucharte…- besó su cabeza y entonces
Hyde se acomodó entre sus brazos de manera que sin soltarse aún ambos podían
recostarse cómodamente sobre las almohadas -… disfruta de esto porque pronto
vivirás en mi casa, así que extrañaras este lugar.- dijo sonriendo y Hyde
volteó a verlo.
-¿Eso va en serio?-
-Por supuesto que si ¿qué pensabas?... somos pareja, además, ya no
trabajaras y ni modo que pague dos casas, deberás mudarte con nosotros.-
-Erika me echara con todo y maletas y perro.- dijo risueño.
-Jajaja… mmm tal vez se enfade… pero se le pasara… Yuuri estará
feliz.-
-Me sentiré un intruso.-
-No lo serás, eres parte de nuestra familia, será tu casa también…-
-Una familia… eso suena tan lindo…-
Entonces Sakura jaló las cobijas y cubrió a Hyde hasta los hombros
abrazándolo fuerte. Este cerró sus ojos y puso un pequeño beso en el pecho de
su amante antes de cerrar los ojos dispuesto a dormir.
-Buenas noches… Ya-chan…- dijo y sonrió tratando de ver la expresión
que el otro había puesto aún con la oscuridad del cuarto.
-Duerme bien…- dijo el mayor feliz al haber escuchado a Hyde
llamarlo así, y no tardo mucho para quedarse dormido entonces, y cerca de las 2
de la mañana ambos estaban ya en un profundo sueño.
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