domingo, 6 de agosto de 2017

First Kiss - Capítulo 1

Una semana después, y el hombre que se hacía llamar Hyde subía hasta su nuevo departamento una y otra vez, cargando  varias cajas. Vestía una playera morada, agujerada de varios lados, y unos pantalones cortos.

“Parece una chica, la invitaría algún lado si lo fuera” pensaba, atento en mirarle las piernas, el hombre que conducía la camioneta donde Hyde había traído sus cosas.

-¿Cuánto sería?- le dijo él chico que robaba sus pensamientos.

-Amm serían 10000 yenes.-

-Bien…- dijo y comenzó a hurgar en su cartera, igual de vistosa que su ropa -… ¿qué tanto mira, le gusta mirar?- dijo de pronto y el otro tipo se avergonzó ante el hecho de haber sido descubierto.

-No, no, yo no veía nada.- entonces el chico le tendió los billetes y entre ellos una pequeña tarjeta.

-Ese es mi celular, si le gusta lo que vio puede tocar, claro con un precio… sino la quiere, no sé regálesela a alguien. Le anotaría la dirección pero ya la conoce, aunque también hay… servicio a domicilio… y claro soy muy discreto.- le guiño a penas un ojo y dio media vuelta dejando al sujeto bastante perturbado, pero él ni siquiera se inmuto.

Subió hasta su nuevo departamento, por quien sabe qué vez en el transcurso del día y justo cuando estaba por abrir la puerta, alguien del departamento de al lado salió gritando y dejó oír los gritos de su mujer dentro.

-¡Bien lárgate! ¡Huye de nuestros problemas como siempre!...- decía la voz femenina y entonces el tipo de cabello negro le rebatió desde la puerta.

-¡No estoy huyendo joder, tengo que llegar al trabajo, o tendremos más problemas!- entonces sin previo aviso una cacerola salió disparada desde dentro de la casa y el sujeto a penas la esquivo.

-¡Carajo Misaki estás loca!- el pequeño traste de forma redonda rodó hasta los pies de Hyde y este que había estado oyendo la conversación y riendo discretamente lo levantó.

-¡Te espero afuera Erika y carajo apresúrate que vas al colegio no a un desfile de modas!-

-¡Ya voy!- se oyó desde dentro otra voz femenina, tal vez más joven y entonces el sujeto con portafolio en manos azotó la puerta.

-¿Y tú de qué burdel te escapaste? ¿Qué tanto miras?- le preguntó a Hyde y este le extendió el traste.

-Miro a mis nuevos vecinos, y no me escape de ningún burdel, soy trabajador independiente.- dijo él chico de morado con la sonrisa burlona en el rostro. El tipo le arrebato la cacerola.

-Pues bienvenido, ojalá la pases mejor que uno.- dijo aún furioso y continúo su camino dejando al otro sujeto totalmente divertido.

Pasaron unos minutos, pero Hyde no entró a su departamento y tan solo se quedo allí parado esperando por la otra persona que saldría de la casa de al lado, la tal Erika. Era una adolescente, unos años más joven que él, bastante bonita y quien lo escaneo de pies a cabeza cuando le paso junto.

Sin embargo Hyde estaba acostumbrado a aquello así que sínicamente le sonrió y entonces si entró en su departamento.

Pasó gran parte del día desempacando. Y moviendo muebles de un lado a otro. Esa casa era más grande que la anterior, y sentía que si seguía así, en unos años, tal vez unos 7 podría comprar una casa tan grande como la de su cliente el del té.

Cuando hubo terminado todo se dejó caer entonces en la cama.

-Tal vez debería conseguir un trabajo, de esos cansados...- dijo él para sí mismo y luego río ante eso -… no ni loco.-

Se le vino a la mente entonces el sujeto de hacía rato, ese que seguramente vería muchas veces, y su… ¿hija?... si seguramente eso era de él. Pensó en como la mayoría de las personas terminaba en ese tipo de vida aburrida, y agonizante.

-Seguramente problemas económicos… la mujer esta histérica, digo le aventó aquello… él terminara por hartarse y dejarla, o engañarla, o tal vez pueda darme a mi buen dinero.- se dijo sonriente.

Esa noche Sakura llegó totalmente cansado del trabajo, definitivamente nadie sufría más que él, o al menos eso pensaba. Las cosas en su casa no estaban bien sobre todo con Misaki, su mujer y últimamente su hija mayor estaba dando problemas también, al fin y al cabo era una adolescente. La única alegría total y completa de su vida era su hijo Yuuri, ese pequeño de gran sonrisa le alegraba el día y sin embargo por muy cansado que estuviera odiaba regresar a casa.

Entrada la noche se recostó en la cama junto a su mujer, quien hacía tiempo ni siquiera le dirigía un “buenas noches”, un beso y ni que decir del sexo.

Pensaba que sería una noche normal, como todas en los últimos días, estaría en silencio pensando en sus problemas hasta caer rendido… sin embargo alguien había llegado a aquél edificio ese día, y ese alguien no era una persona precisamente tranquila y que no inquietara nada, pero de eso se daría cuenta Sakura después.

Cerca de media noche, Sakura estaba a punto de pasar de un ligero sueño a caer profundamente dormido, y sin embargo su esposa lo movió insistentemente hasta que abrió los ojos.

-Sakura… Sakura.-

-¿Qué qué quieres?- preguntó evidentemente molesto.

-¿No escuchas?… pero dios, que vulgar, que molesto…-

-¿Qué de qué hablas?-

-De esos ruidos, si Yuuri despierta los escuchara.- dijo ella preocupada por su pequeño hijo y entonces Sakura ya más despierto logró entender a que se refería su esposa. Gemidos… si gemidos desde el departamento de al lado…

Sakura no podía creer que le estuviera pasando eso.

-Bueno y ¿qué quieres que haga?-

-Pues cómo que qué, ve a decirle que se calle.-

-Ni siquiera va abrirme si está teniendo sexo.-

-Pues tocas hasta que te abra, quieres que tu hijo se pervierta desde tan pequeño, ya me imagino que le vas a decir cuando pregunté qué era eso que escuchó toda la maldita noche, ah pero claro cómo tú nunca estas y no te preocupas por ellos…-

-¡Ya! Ya ya voy pero ya cállate.-

Y así a media noche Sakura terminó vistiéndose rápidamente, y maldiciendo mentalmente.

Cuando salió al pasillo del edificio, vio claramente como un sujeto tal vez un par de años mayor que él mismo, salió del departamento de al lado, el del nuevo vecino, ese tan… extravagante y que ahora sospechaba claramente a que se dedicaba. Le tendió un par de billetes al sujeto que vestía una bata tan solo y se fumaba lentamente un cigarro.

-No juegues conmigo.- le dijo el de cabellos largos.

-¿Qué de que hablas?-

-Me cambiaste de posición, sabes perfectamente que son 5000 más.-

-Pues por eso, son 10000 en total, allí están completitos.-

-¿Y qué? ¿La felación crees que es gratis?- le dijo bastante indignado y el otro sujeto río.

-Si me das un beso podríamos discutirlo.- dijo él tipo y se le acercó tomándolo por la barbilla sin embargo él acercó el cigarro que sostenía al saco del tipo.

-Mi dinero…- le amenazo, y el tipo al ver que su abrigo de marca corría peligro río tan solo y sacó un par de billetes más.

-Ya, ya no te enojes Hyde, sabes que te pago.-

-Sabes que no beso, y ya vete que tengo sueño.-

-Ah eso ni tú la creíste tal vez tengas otro cliente esperando.-

-No, tengo sueño, además me mudé y no todos son tu y me siguen hasta acá.-

-Quieres que te haga promoción.-

-No estaría mal.-

-Tal vez me des un descuento por cada cliente que venga recomendado por mí ¿qué dices?-

Sakura comenzaba a impacientarse recargado en la pared esperando que aquella conversación terminara.

-No lo sé podríamos negociar.-

-¿Mujeres también?-

-Yo no tengo inconveniente, pero no suelo gustarles.-

-Jajajaja, es porque pareces una, tal vez lesbianas.-

-Eso no decías hace rato.-

-Bueno da igual, ¿tienes libre este lunes?-

-Hmm…- pensó un poco -…debo ir con el loco del té, después si quieres.-

-Perfecto entonces, paso aquí a las 11.-

-12.- rebatió dándole otra calada al cigarro.

-Bien, bien, adiós.-se despidió de él y bajo las escaleras del edificio, sin embargo Hyde no entró a su casa y en cambio volteó a ver a Sakura quien también lo miraba pero para su sorpresa no sabía cómo acercarse a hablarle.

Pasaron algunos instantes, incluso Hyde terminó su cigarro y entonces con un movimiento de cabeza le indicó a Sakura que pasara y entró dejando la puerta abierta.

Sakura debatió unos momentos que hacer pero al final la curiosidad mató al gato, y entró a aquél departamento siguiendo a su nuevo vecino.

-¿Quieres algo de tomar?- preguntó el sujeto en bata mientras se servía un vaso de agua.

-No gracias.-

-Toma asiento.- le dijo cuando terminó de beber el vaso y se prendió otro cigarro.

Sakura le tomo la palabra y se sentó en uno de los sillones negros que había en la casa, el decorado era escaso, pero lo poco que había se veía bastante bien elegido, y de buen gusto. Un par de muebles más además de la sala y en la puerta semi abierta de la recamara podía ver la cama destendida dentro. Entonces fue que recordó el motivo de su visita ese día.

Hyde se sentó junto a él y reposó su cigarro en el cenicero de la mesita de centro.

-¿Sabes qué hora es?- preguntó Sakura para iniciar el tema

-Sí, son las 12:45, ¿viniste a preguntarme la hora?-

-No vengo a reclamarte por la hora, ¿sabes? No me interesa lo que hagas, pero te pido que guardes silencio te escuchabas del otro lado de la pared.- Hyde rió divertido por ello.

-¿De verdad? ¿De qué son estas paredes? ¿De papel?-

-De lo que sean, no quiero volver a escucharte, en tus… negocios o lo que sea.-

-Disculpa en serio, generalmente no hago ruido, pero ese tipo que viste salir, por dios que la tiene grande.- dijo él bastante quitado de la pena, casi divertido y tomó de nuevo su cigarro para darle otra calada. Sakura se sintió tan extraño con ese tipo de respuesta que ni siquiera supo que decirle al momento.

-Tengo niños pequeños en casa ¿sabes? Solo es eso, si no no molestaría…- dijo y ambos guardaron silencio, pero después Sakura pensó que no estaría mal preguntar un par de cosas, dado que la persona a su lado no tenía ni un poco de vergüenza.

-¿Así que eres un scort?- pregunto él sin mirarlo, pero Hyde solo sonrió de nuevo.

-Que educado… scort es linda forma de decirlo, pero si somos exactos no podría serlo, porque ellos hacen de acompañantes  también… soy prostituto...- dijo él y le dio una calada más al cigarro -… ¿sabes vecino? es extraño que la gente pregunté si te acuestas por dinero antes que tu nombre. Aunque tal vez vengas buscando mis servicios.-

-Ah, lo siento, Yasunori Sakurazawa…- le extendió la mano pero Hyde no hizo lo mismo.

-Hideto Takarai, pero no quieres darme la mano créeme…-

-El sujeto te llamo Hyde.-

-Es mi nombre artístico…- dijo él divertido y entonces por fin apagó el cigarro en el cenicero -… y bueno ya que no lo negaste ¿por qué vienes? Sexo oral son 2000, servicio completo 5, también cumplo fetiches pero cobró más, si me lastimas también cobro más, aunque si me gusta te hago un descuento.- dijo aquél y entonces Sakura no pudo evitar reír.

-Jajaja ¿qué dices? No, no me gustan los hombres.-

-Sí, esos dicen todos la primera vez, después dicen “no soy gay solo eres tú” y luego por fin lo aceptan.-

-Jajaja ¿de verdad? No soy de esos, eres lindo y tus precios están bien pero no gracias, soy casado.-

-Pero no castrado.- le dijo él mirándolo y sonriendo de lado.

Sakura entonces se puso de pie, dispuesto a irse, aquella plática le resultaba divertida hasta cierto punto, pero cuando las insinuaciones de Hyde comenzaron supo que era tiempo de irse.

-Solo te pido que seas discreto, ya lo dije tengo hijos.-

-Oh si vi a tu hija la diva en la mañana.-

-¿La diva?- río Sakura

-Sí, ya sabes de esas chicas que creen que no mereces mirarlas, hermosa pero presumida y arrogante, me escaneo de arriba a abajo.- dijo y aunque cualquiera se hubiera molestado Sakura sabía perfectamente que su hija era exactamente así.

-Lo sé, es como su madre… pero me preocupa mi hijo pequeño, tiene 10 y no creo que entienda aún lo tuyo.-

-Bien guardaré silencio la próxima vez.- dijo él y se paró entonces también a abrirle la puerta.

-Buenas noches Yasunori.- le dijo él y él otro le sonrió ya afuera del departamento.

-Buenas noches Hideto pero no me digas así, todos me dicen Sakura.-

-Bien Sakura, pero no me digas Hideto todos me llaman Hyde.- ambos sonrieron y entonces Sakura observó como aquél chico cerraba la puerta del departamento y entonces quedándosele en el pensamiento un montón de cosas entró a su casa, para encontrar de nuevo a su esposa y sus reclamos.

First Kiss - Prólogo

Viernes, era de madrugada, y él yacía recostado entre las sábanas de aquella cama respirando agitadamente. Limpió con el dorso de su mano el sudor de su frente y se reincorporó dispuesto a vestirse.

-No te vayas aún.- le dijo su acompañante, uno de los tantos, pero este tenía en específico algo que a Hyde no le gustaba: Lograba hacer que se quedara siempre un rato más, y todo por una propuesta que él le hacía siempre.

-Ya es noche y regreso solo en taxi, además sabes que sin sexo las horas te las cobro más caras.-

-Anda, te invitó una taza de té.-

-Solo porque una vez dije que me gustaba no significa que puedas convencerme siempre con lo mismo.-

-Aunque lo digas, siempre te quedas de igual forma.-

-Siempre me pagas de más… y me alimentas, me sale bien el negocio.- dijo el chico sonriente ya con los pantalones puestos y el otro se levanto entonces, se puso tan solo una bata y caminó con una sonrisa hacia la cocina de la enorme casa que él llamaba hogar, pero que a Hyde le parecía tan solo una enorme y fallida farsa para cubrir un vacío.

Se abotonó la camisa y se dispuso  a irse a sentar en la sala de aquél lugar. Cruzo una pierna sobre la otra, y cruzo los brazos también, para esperar los minutos que tardaría en llegar con el té el otro.

-Toma…- le extendió una taza y se sentó junto a él en el sillón -… ¿dónde vives?- requirió de pronto y él otro sin dudarlo le expreso la dirección.

-… Aunque voy a mudarme… ¿Necesitarás servicios en mi casa?- dijo sorbiendo un tanto su té.

-Jajaja, no, sabes que siempre te pido que vengas, solo quería llevarte esta noche.-

-Esta mañana…- recordando la hora -… ¿Querías sexo oral en el carro o algo así?-

-¿No puede alguien querer algo más de ti que sexo?-

-¿Puede alguien?- rebatió el menor de cabellos largos y ondulados.

-Sí, yo creo que puede.-

-Yo creo que no.-

-Eres muy joven para pensar así.-

-Mejor que me di cuenta antes ¿no lo crees?-

-Ay Hyde…-

-Ay el té esta bueno ¿de dónde te lo trajeron?-

-De Inglaterra, pero no lo trajeron, yo lo compré especialmente para ti cuando fui.-

-No te hubieras molestado.-

-No es molestia.-

-No, es en serio, no lo voy a aceptar.-

-Sabía que dirías eso, pero no importa puedo citarte las veces que sea necesario hasta que lo termines tu solo.-

Ambos sonrieron y después de unos minutos más Hyde ya estaba en la puerta de la casa esperando su taxi.

-Mejor que me comprara una chaqueta.- decía tallando sus brazos, pero no falto mucho para que un taxi estuviera allí.

VAMPS HYDE Mc Sub Español


Presentación L'arc en Ciel 15th Sub Español


Créditos a L'arc Parade.

ARENA INDEX December 1996