Dude si volver a Japón, saber que
Kaz estaría allí sin esperar por mí, me dolía. Pero la vida continuaba, con
dolor, pero lo hacía.
El single de la canción que
escribí para el había sido un éxito, por lo que Evergreen marco el inicio del
lanzamiento de mi disco. La elección de esa canción para ser la primera fue
fácil, era la que más me había gustado.
Pase encerrado en mi departamento
muchas semanas, no quería visitas. No quería ver a nadie. Las noches se me
hacían pesadas, me arrepentía de no haber aclarado las cosas con Kaz, ese día
todo paso demasiado rápido, el reacciono a la defensiva y entre un enredo de
interpretaciones nadie dijo nada. Como resultado hubo una despedida vacía,
triste y que yo no aceptaba como definitiva. Pero luego de escuchar a Kaz
llorar tras la puerta, no podía volver a pedirle perdón sabiendo que lo había
lastimado. Mi profesión es así, yo viajo, tal vez estaría obligado a dejarle
otra vez. Tal vez yo no soy bueno para el. Tal vez no lo merecí desde un
principio.
Fui mal agradecido con Kaz,
incluso en nuestro último encuentro vi como había arreglado su departamento
para pasar los días conmigo y hasta había preparado la cena. Vi en sus ojos la
emoción al verme, sentí su dolor al despedirse. Y a pesar de todo lo que le
hice él se alegro por mi cuando le dije que me iba a Inglaterra… pero la culpa
de haber arruinado lo que le había devuelto la vida a mis días no era lo peor.
Lo peor era que lo necesitaba, no lograba conciliar el sueño, lloraba por las
noches porque lo extrañaba, a él, a su cuerpo, a su voz, a sus caricias, sus
gestos, su mirada… extrañaba su amor por mí, extrañaba sentirme comprendido y
aceptado por alguien a quien admiraba tanto por ser como es.
Trataba de distraerme como podía,
había comenzado a componer otra vez sin siquiera habérmelo propuesto. No es que
quisiera lanzar un álbum de inmediato, simplemente había demasiadas ideas en mi
cabeza por la falta de Kaz. Escribí muchas hojas de pensamientos, aunque
realmente lo hacía porque necesitaba desahogarme aunque fuera con un maldito
papel, sabía que luego esas letras serian el impulso de canciones.
Pasaron los meses, la publicidad
y las presentaciones en vivo ocupaban mi tiempo, lo ensayos, los viajes y la
agenda llena de compromisos me hicieron volver a la realidad. Una realidad
vacía sin Kaz, pero mi vida estaba volviendo a ser activa poco a poco.
Comencé a recurrir a amigos para
salir a beber. Me obligaba a verle lo divertido a la vida, trataba de que mi
vida no fuera inestable otra vez, sentí que se lo debía a Kaz.
Un día post conciertos fuimos a
celebrar la finalización de las presentaciones Unplugged con los miembros del
Staff, luego de una comida nos fuimos a una disco que elegimos al azar con un
par de cercanos a ellos.
El ambiente en la disco era
grotesco, mujeres sin casi nada de ropa besándose y hombres en el suelo en
estado etílico… pero aun así decidimos quedarnos. “Si todos están borrachos no
me reconocerán” pensé aliviado. Nos sentamos en el bar y bebimos de nuestros pedidos
riendo de anécdotas que sucedieron durante las presentaciones. Hasta que una
mano toco mi hombro pidiendo atención.
-
¿Hide? – “Maldita sea me reconocie…. Hide?”
-
¿Sí? – dije volteándome a observar quien era
el que me llamaba por el apodo de mi verdadero nombre. Y le reconocí de
inmediato. Uno de los mejores amigos de Sakura, uno de los días oscuros. No
pude recordar su nombre, pero me agrado verlo después de tantos años, aunque no
me impresiono que ese hubiera continuado siendo su ambiente de vida.
-
Oh… hola…- le dije, poniéndome de pie para
estrechar su mano.
Conversamos
durante unos minutos, sobre su vida, él era el dueño del local. Menciono no
saber nada de Sakura desde hace años, lo que me alivio porque eso significaba
que Sakura había cambiado su estilo de vida y había logrado mantenerse fuera de
todo este mundo.
-
Tengo algo especial que puedes poner en tu
trago si quieres Hide… por los viejos tiempos en tu compañía te podría dar un
poco.- Susurro con una sonrisa. Yo sabía a qué se refería.
-
No gracias, estoy bien así…- le dije
levantando mi trago libre de drogas.
-
Está bien, si me necesitas acércate al bar,
estaré allí.- dijo alejándose de a poco.
Un escalofrió recorrió mi
espalda. En los días oscuros con Sakura cedí ante esas ofertas un par de veces,
pero por miedo a caer en adicciones conociendo mi personalidad, nunca había
repetido el uso de una droga específica.
Pasaron las horas y entre
conversaciones y tragos todo se volvió divertido para mí, ya no pensaba en Kaz,
ya no pensaba en realidad. Bailaba de un lado a otro en la disco, tocando a una
que otra mujer, llamando la atención de otras. Note que un tipo a la lejanía me
observaba demasiado, no lograba ver su rostro, pero era alto y su cabello
tapaba gran parte de su cara. Me seguía de un lado a otro, por un minuto creí
que podía ser algún conocido pero su contextura física no era la de nadie de mi
confianza.
-
Iré al baño.- le dije a uno de los miembros
del Staff que se mantenía cerca de mi por si yo necesitaba algo en mi estado
alcoholizado.
Camine hacia el baño chocando con
los cuerpos de la pista de baile, toque un par de traseros y me gane una
bofetada, pero en mi estado no me importaba nada de eso. Llegue al baño y me
acerque al espejo para mirar mi rostro sonrojado por el efecto de la ebriedad,
entonces alguien más entro al baño.
Era el hombre que me seguía.
Antes de que yo lograra verlo con exactitud el tipo estaba encima de mí, tomo
mis manos con fuerza, aprisionando mi cuerpo contra la pared y pegando el suyo
al mío. Comenzó a besarme con mucha violencia. Todo lo que sus labios tocaban
dolía.
-
¿Qué rayos? ¡Suéltame!
-
Cállate y quédate quieto, será mejor para
ambos.- susurro con una voz ronca, fuera quien fuera llevaba mucho tiempo
haciendo aquello, puesto que su manera de aprisionar mi cuerpo era experta. No
me permitía mover un musculo. El comenzó a rozar su entrepierna con la mía, yo
me altere, estaba realmente asustado.
-
¡Maldita sea, aléjate de mí!- grite fuerte.
Una de sus manos aprisionaba las mías, mientras que la otra desabrochaba el
botón de su pantalón. Mi respiración se corto. No podía estarme pasando
aquello.
-
¿No te gusta estar moviéndote sensualmente en
la pista? Esto es lo que provocas lindura. – susurro el tipo masturbándose
mientras me miraba fijamente a los ojos. Yo estaba paralizado. “No por favor,
no por favor… por favor” pensé.
De manera brusca volteo mi cuerpo
esta vez posicionándome contra la pared, pero en el momento en que su mano
trato de bajar mi pantalón, la puerta del baño se abrió. Fue entonces cuando el
hombre se descuido para voltearse a ver quien había abierto la puerta y yo en
un ataque de autodefensa golpee su entrepierna que estaba a la vista.
Mientras el tipo se encogía por
el dolor, yo corrí hacia la puerta, observe durante unos segundos a quien era
mi salvador y me di cuenta que no le conocía pero era un hombre mayor que
estaba ebrio y apenas podía mantenerse en pie, por lo que agradecerle era
innecesario, el no había notado lo que estaba pasando y de lo que me había
salvado.
Corrí devuelta a la disco, y para
cuando volví al asiento en compañía del Staff mi corazón latía a mil por hora.
Acaba de estar a punto de ser víctima de violación. Y yo aun estaba impactado
por ello, tanto así que mis ojos se sentían húmedos y mi cuerpo temblaba.
-
Señor, ¿estás bien?- pregunto uno de los
miembros del Staff. ¿Cómo les explicaba lo que había ocurrido? Me avergoncé y
me calle lo que paso.
-
Nada, estoy bien. – le dije al momento que
trataba de calmar el dolor en mi pecho, los nervios y la ansiedad no eran
buenos para alguien que sufría de crisis como yo. Quise calmarme, pero no
podía, entonces pensé en la oferta del amigo de Sakura.
Cuando me puse de pie para ir en
busca de otro trago vi salir en compañía de una mujer de piernas largas al tipo
que casi abusa de mí en el baño. Me sentía más tranquilo al saber que no
estaría allí.
-
Hide, dime que te sirvo.- dijo el amigo de
Sakura.
-
Algo fuerte y… ¿puedes agregarle lo que me
ofreciste? – el me miro asombrado, pero luego asintió y después de unos minutos
me entrego mi pedido.
-
¡Jefe vamos a bailar! – dijo otro de los
miembros del Staff, uno de mis cercanos. Nos escabullimos entre la gran
cantidad de gente y comenzamos a bailar, entre baile y baile, yo bebía un poco
de mi trago, poco a poco sentía como la adrenalina subía y subía.
Luego de
unos minutos la sensación de irrealidad se apodero de mí, no sabía dónde
estaba, ni que hacia pero quería moverme al ritmo de la música. Como todos los
miembros del Staff estaban borrachos ninguno noto que fuera inusual mi pasión
al moverme y bailar.
Luego de
unas horas mientras aun bailaba en la pista con personas que ya no conocía, el
dolor en el pecho apareció sumamente fuerte, en un solo segundo sentí una
fuerte punzada en el corazón. Mi primera reacción fue no dejar que nadie me
viera de esa manera, por lo que corrí al baño y me encerré en uno de los
individuales, allí deje que la crisis de pánico me atacara en su totalidad.
Sentí por
minutos algo martillándome el pecho, no podía respirar, creí que iba a morir en
ese instante. Todos los pensamientos que me causaban miedo se hicieron
presentes en ese instante, todos los recuerdos dolorosos, todas las ganas de
querer morir.
Luego de
unos minutos me calme un poco y fui consciente de en donde estaba, pero aun
sentía la sensación de irrealidad y la necesidad de expulsar adrenalina, toque
mi rostro y note que estaba cubierto de lágrimas, mi cabeza dolía.
“Kaz” pensé.
“Quiero ver
a Kaz.”
“Solo un
minuto.”
“Solo será
un minuto.”
Con esfuerzo
me puse de pie para salir del baño. Me escabullí tras la gente de la disco para
salir sin ser visto por el Staff. Y camine.
No recordaba
muy bien donde vivía Kaz. Por lo que no fue tarea fácil llegar a su
departamento o la localidad en donde él vivía, menos en aquel estado, camine
por horas y cuando me pareció que estaba cerca de su edificio comenzó a
amanecer.
Aun en un
estado ido pensé “Podre prepararle el desayuno” Subí las escaleras y llegue al
piso de Kaz, pero cuando estuve cerca de la puerta reaccione un poco.
“Oh… que
hago aquí?” “Tengo que irme antes de que los v
ecinos…. Kaz dijo no tener vecinos.”
“Maldita sea Hyde caminaste hasta aquí?”
Durante
varios minutos me rete a mi mismo por mi irresponsabilidad, pero en ningún
momento me aleje de aquella puerta, a pesar de todo. Yo moría de necesidad por ver una vez más a
Kaz. Pero no quería molestarle, no quería que el sintiera culpa o que se sintiera
comprometido a recibirme solo porque yo me había enamorado de él, le había
dejado y aun no podía olvidarlo.
Habían
pasado meses.
De pronto
sentí unas enormes ganas de vomitar, un pitido en mi oído y una leve
convulsión. “¿Qué rayos me dio ese tipo?” pensé al no reconocer los efectos de
lo que había bebido. Comencé a vomitar agachado y a sentir un fuerte dolor en
la boca del estomago, perdí la fuerza y caí sobre mi propio vomito. “Ay esto es
malo” Por unos momentos deje de respirar y no sentí nada en mi cuerpo. Tal vez
por fin estaba muriendo.
~
Sentí el
sonido del agua caer.
Sentí algo
restregar mi cuello, mis brazos, mis axilas, mi pecho, mi estomago…
Luego sentí
unas manos levantando mis piernas para
restregarlas de igual manera con algo que me pareció una esponja de baño.
Todo se
sentía cálido. Las manos frotaron con algún liquido frio mi entrepierna, no de
una manera erótica, al parecer solo me estaba limpiando de algo.
Las manos
ahora tocaban mi cabello, con delicadeza masajeaba y enjuagaba.
De pronto me
sentí en el aire y me ataco un gran frio. Comencé a temblar.
“Tranquilo,
solo me tomara dos minutos secarte… qué bueno que eres pequeño.”- susurro la
voz. Esa voz me daba tranquilidad. “Todo está bien ahora”, pensé.
Sentí algo
que creí una toalla palpar mi cuerpo con pequeños golpecitos, a medida que iba
secando mi cuerpo iba vistiéndome con algo sumamente abrigado. Luego secó mi
cabello con un secador de pelo y el aire cálido me relajo aun más.
Yo no podía
abrir los ojos, como tampoco podía mover ni una sola parte del cuerpo. A pesar
de que sentía el tacto, los músculos no respondían.
Después de
secar mi cabello, levanto la prenda que vestía la parte superior de mi cuerpo
y sentí las manos tocar mi estomago,
sentí dedos cálidos deslizándose por mis costillas, sentí caricias alrededor de
mi ombligo.
-
Estas delgado…
La voz me
reprochaba. Volvió a abrigar mi estomago y me posiciono de tal forma que quede
sentado, apoyado en el. Su olor cerca de mi… mi corazón reconocía ese olor y lo
disfrute. Solo dios sabe cuánto disfrute saber quién era la persona que me
envolvía entre sus brazos para cuidarme.
Levanto un
poco mi mentón y posiciono algo frio entre mis labios
-
Bebe esto por favor.- Sentí un liquido en mi
boca, como los músculos no respondían, lo sentí deslizándose por mi garganta,
luego por reflejo tosí un poco, aun así no lograba recuperar el control de mi
cuerpo.
Sentí otra vez elevarme en el
aire, para luego caer en algo acolchado, luego sentí un peso suave sobre mí,
que me cubría del frio.
Una mano suave entrelazo los
dedos con mi mano derecha. Luego la levanto y comencé a sentir besos en los
dedos. Caricias en mi rostro, en mi cabello, en mis labios, sus dedos
acariciaban mi estomago de manera cuidadosa.
Su voz susurro en mi oído.
-
Descansa pequeño mío, yo cuidare de ti hasta
que despiertes. Por lo menos hasta que despiertes podre volver a amarte como en
aquellos días.
Esas palabras cubrieron mi
corazón.
Y me deje ir en un sueño
profundo.
Me estire cómodo y calentito en
donde estaba, no quería abrir los ojos. Había un olor en el ambiente que me
hacía sentir cómodo y feliz. Todo lo que me tocaba era suave, me sentía bien.
Abrí los ojos lentamente
resignado ante no poder seguir dormido. Y lo vi.
Kaz dormía a mi lado.
Di un pequeño brinco ante la
sorpresa, el hizo un gesto ante el movimiento pero volvió a dormir.
“Oh mierda, ¿qué hago aquí?” me
pregunte.
Poco a poco los recuerdos de la
noche anterior llegaron a mi memoria. Disco, alcohol, el tipo del baño, el
trago con algún tipo de droga, la adrenalina, la caminata hasta la casa de Kaz,
el vomito, el desmayo. Sonidos de agua… sentir a manos lavando mi cuerpo, luego
vestirme… “Oh dios… Kaz… mi Kaz… a pesar de todo ha vuelto a cuidarme” sentí
las lagrimas recorrer mi rostro, era una mezcla de felicidad por estar allí y
de culpa por haberle hecho daño, también de alivio por estar en un lugar seguro
y vivo después de todo lo que paso durante la noche… mis necesidades fueron
completamente cubiertas ante solo ver a Kaz dormir a mi lado.
Un feroz sollozo escapo de mi
boca en ese momento.
Me sentí explotar en lágrimas,
todo el dolor acumulado se hizo presente para escapar.
Kaz despertó y algo adormilado se
sentó en la cama frente a mí. Por las lagrimas yo le veía algo borroso, pero vi
en su rostro su seño preocupado y en su mirada confusión e indecisión por no
saber si mantener lejanía conmigo.
Tal vez Kaz ya tenía a alguien
más en su vida, tal vez el no quería tenerme cerca, no lo sabía pero en ese
momento estaba tan absorbido por mis emociones que no pude detenerme a pensar
sobre cómo reaccionar, simplemente sentí miedo de ser rechazado, lo que sumaba
mas mis lagrimas.
Abrace mis piernas con mis brazos y escondí el
rostro. Podía sentir las lagrimas resbalar por mi nariz y caer.
-
Hyde…- susurro despacio Kaz.
Su voz acentuó aun más mi llanto.
¿Cuánto quise escuchar esa voz durante todo este tiempo? Mucho más de lo que
era capaz de dimensionar.
-
Hyde… sé que tal vez no será cómodo para ti
pero… ¿me permites abrazarte?
Mi Kaz. Esa pregunta tan solo
podía haber salido de los labios de mi Kaz. ¿Cómo podía ser tan considerado
después de lo que hice?
-
Por favor abrázame.- le dije con la voz rota,
me sentía demasiado culpable.
Kaz tomo mis brazos y con un poco de fuerza, hizo
que yo soltara la posición que yo mantenía para esconder mi rostro, coloco mis
brazos alrededor de su cintura, una de sus manos se quedo en mi cabello,
acariciándolo, manteniendo mi rostro a la altura de su pecho, la otra daba
pequeños golpecitos de consuelo en mi espalda.
-
Todo está bien… tranquilo…- susurro cerca de
mi oído.
-
Kaz… - le llame entre lágrimas, ahogado con
los sollozos.
-
¿Sí?
-
¿Me perdonas? - Mantuve mi rostro escondido.
-
¿Qué debería perdonarte Hyde? – su voz sonaba
sincera y curiosa.
-
Haberme ido… haberte dejado…- otra vez mi voz
se quebró. No respondió. Ante el silencio de Kaz me consumieron otra vez los
sollozos.
-
Sh… no llores pequeño… está todo bien… no
tengo nada que perdonarte Hyde… no has hecho nada malo, tranquilo.
-
Te extrañe tanto Kaz… tanto.- yo ya estaba
hundido por mi pena.
Kaz no respondió, pero si me
abrazo aun más fuerte, sentí su respuesta implícita. Me dejo llorar por un gran
rato, luego me acostó en la cama y el se acostó a mi lado, acaricio mi pecho de
arriba hacia abajo en pequeños movimientos, él sabía que solía doler allí
cuando yo lloraba.
Yo mantuve los ojos cerrados
sintiendo su tacto. La mano de Kaz se posiciono en mi corazón. Luego acerco su
oído para escucharlo.
Apoyo su cabeza en mi pecho,
sumergido en el sonido de mis latidos.
Abrí los
ojos para contemplar su gesto de ternura.
El tenía los
ojos cerrados, yo contemple sus labios finos, su nariz… sus parpados…
Kaz
continuaba hermoso. Mis recuerdos no le habían hecho justicia al verdadero Kaz.
El abrió los
ojos.
-
¿Cómo has estado?- susurro con gesto
tranquilo. La atmosfera se lleno de paz.
-
Tú me ves…
- dije encogiendo los hombros, no quería darle mayores explicaciones de
lo horrible que era todo sin él.
-
Por la mañana me asustaste mucho…- dijo
levantándose un poco.- Respirabas con dificultad y había sangre en tu boca.
-
¿Sangre? – Oh…
-
El mismo doctor que te reviso la vez pasada
acudió a mi llamado.- Su tono era un poco brusco ahora.
-
Debo agradecerle entonces….- pensé ante la
mirada enojada de Kaz.
-
Hyde ¿Por qué rayos tomaste éxtasis?
-
Así que eso era…- dije comprendiendo mi
reacción de la noche anterior.
-
Tuviste una reacción estomacal muy parecida a
la intoxicación, vomitaste por horas aun estando inconsciente… Hyde… ¿cómo
pudiste ser tan estúpido? – La voz de Kaz sonaba furiosa.- ¡Pudiste haber
muerto si yo no te hubiera encontrado!
A pesar del
enojo de Kaz, me sentí feliz de que aun se preocupara por mí.
De pronto
los ojos de Kaz se llenaron de lágrimas y se lanzo a abrazarme. Un acto
impulsivo poco común en el, luego sentí un sollozo en sus hombros.
-
¡Eres un verdadero imbécil! ¿Qué hago yo si
algo te pasa Hyde?- la voz de Kaz era temblorosa, sentía el dolor en su tono.-
Ya es más que suficiente vivir sabiendo que no estás conmigo, es un consuelo
para mi ver el éxito que han tenido tus planes… pero duele ¿sabes? Duele no
tenerte, ha dolido demasiado durante todo este tiempo… si te pasara algo… si
algo llegara a sucederte sin que yo hubiera tenido la oportunidad de cuidarte…
¡dios, eres un idiota!- Su abrazo se hizo más fuerte. – Si no puedo confiar en
que puedes cuidarte solo, no me dejaras vivir lo poco de vida que me queda
desde que te fuiste.- susurro despacio, sentí sus lagrimas resbalar a mi
espalda. Sentí otro sollozo temblar en sus hombros, lo abrace con la misma
fuerza que él me abrazaba.
“Mi Kaz aun
me quería.” Lagrimas de felicidad se me escaparon en ese momento.
-
No llores bebe… no llores…- le dije
sujetándolo con fuerza junta a mí, como si presionándolo lograra exprimir todo
el dolor de su corazón para llevarlo conmigo.
-
Deja de hacerme llorar entonces… no puedo
creer que hiciste semejante estupidez… estoy tan enojado contigo Hyde que ni
siquiera podrías entenderlo, pero me alivia tanto verte despierto…
Nuestros
llantos en parte, eran un desahogo para los dos, una liberación de tensión
acumulada por todo el doloroso tiempo que estuvimos separados.
Continuamos
como dos idiotas sensibles llorando abrazados hasta que oscureció.
Había sido
un día intenso emocionalmente.
Kaz dormía
sobre mi pecho, su estomago subía y bajaba lentamente, su cuerpo demoraba 4
segundos en inhalar y exhalar aire por sus pulmones, no es que los contara,
para nada.
Roce mi dedo
con sus labios… el sonrió, le daba cosquillas. Mire sus labios durante unos
minutos… deseaba esos labios.
Me deje
llevar y me levante un poco con cuidado para no despertar a Kaz, lo acomode a
él sobre la almohada y luego me subí a ahorcajadas sobre él. Comencé a dar
suaves besos por su cuello, acaricie su cintura y su cadera con mis manos que
tocaban bajo su ropa, subí hasta los pezones y los apreté con mis dedos
mientras le besaba el cuello y movía insinuantemente mis caderas sobre él. Kaz
por supuesto, despertó.
-
Umm… - Kaz no parecía impresionado, al
contrario, parecía fascinado, tomo mi rostro con sus manos y lo acerco a sus
labios, me beso con pasión.
Sentir su
lengua acariciar la mía, me lleno de vida. Lo extrañaba tanto. Durante muchas
noches había imaginado esa lengua en mi boca y por todas partes.
Lamí su
labio superior y Kaz jadeo suavemente. De a poco se sentó para comenzar a besar
mi cuerpo.
-
No te muevas, quédate en esa posición, he
soñado con que estés sobre mí, durante mucho tiempo, ¿cúmpleme ese deseo?-
susurro con voz ronca, yo me impresione, era la postura que menos me agradaba a
pesar de ser de las más intensas, me daba vergüenza.
-
Es que… - me ruborice, pero no le diría que
no a Kaz.
-
Amo verte Hyde… - me dijo antes de besarme y
comenzar a quitarme la ropa.
Mientras
quitaba la parte superior del pijama, yo movía mis caderas sobre él, rozando su
entrepierna que ya sentía dura.
-
Ahh... Hyde te he extrañado.- dijo Kaz
mientras yo le desabotonaba la camisa que llevaba puesta.
-
No sabes cuánto te he extrañado también Kaz…
hazme tuyo, te necesito dentro de mi cuerpo...- lo bese…- ya que de mi corazón
no has salido en todo este tiempo.
Kaz
se alejo un poco para mirarme a los ojos.
-
¿Me amas?- pregunto con una extraña expresión
en el rostro, sus manos en mis caderas.
-
Lo he hecho todo este tiempo, claro que lo
hago… nunca lo dudes.- le dije buscando sus labios, pero él se alejo.- ¿Qué…
que pasa Kaz?
-
¿Durante este tiempo has estado con alguien
más?
-
¿Qué? No… no amor… no…- le dije mirándolo a
los ojos, algo incomodaba a Kaz.
-
Yo sí, Hyde. – Oh…
-
¿Estuviste con… otra persona?
-
Si.- Kaz analizaba mi reacción. – Tengo una
relación con esa persona en este momento, creo que sería mejor que… no
hiciéramos esto.- Oh.
-
Kaz…- dije dudoso… ¿Qué debía decir? Aunque
sabía que era una opción, no me lo esperaba. El tenia el derecho a tener a otra
persona, cualquiera le haría mejor compañía que yo, por que por lo menos
estaría con él.
Mi
corazón dolió. Kaz ya no era mío.
-
Escúchame Hyde, comencé una relación tiempo
después de que te marchaste… pero no ha sido como creí, no he dejado de pensar
en ti, aun te amo y no reconocerlo sería absurdo, pero… debo avisarte como es
la situación ahora…
-
¿Amas a alguien más?
-
No la amo, pero intente hacerlo…-Kaz bajo la
mirada.- creí que iba por buen camino pero apareciste tu y me doy cuenta de que
nunca hubiera logrado olvidarte.
Yo
continuaba sobre él.
Analizaba
sus palabras, aun me amaba pero había otra persona en su vida… ¿Qué haría yo al
respecto? ¿Qué haría él? Yo sentí mucha tristeza.
-
Kaz yo… lo siento.- iba a moverme de la
posición en la que estábamos, si el tenia una relación esto no era adecuado.
-
Quédate ahí Hyde.
-
¿Por qué?
-
Porque quiero que hagamos el amor.
-
Pero tienes a otra persona Kaz.
-
Pero esa persona se debe marchar de mi vida
ahora que llegaste tú. No pienses tanto en ello, quería que simplemente lo
supieras por mi antes de que te enteraras de otra manera, ahora bésame maldita
sea, te he extrañado, te deseo demasiado y esa posición es en la que te he
imaginado por mucho tiempo, por favor haz el amor conmigo.
-
Esto
es confuso… ¿tienes a otra persona pero me quieres a mi?- Kaz no respondió
comenzó a mover mis caderas con sus manos, para hacerme sentir su erección.
Yo jadeé. En
solo segundos ya no recordaba de qué estábamos hablando.
Kaz
desabrocho mi pantalón y lo bajo lo mas que pudo, dejando a la vista mi
entrepierna, comenzó a masturbarla como solo él lo hacía, sus dedos tocaban
circularmente la punta, sus manos bajaban delicadamente hasta los testículos y
luego la tomaba firmemente para masturbarme y hacerme jadear.
-
Uuuuh…. Kazu… - Kaz movía su mano de arriba
hacia abajo, yo levante la cabeza y luego la incline hacia atrás mientras mi
espalda se arqueaba, por lo que no lo vi en el momento en que Kaz se agacho y
se llevo mi erección a su boca.- Ah! Kaz.. dios… - Kaz chupaba fuerte… estaba
ansioso, lo sentía, sus músculos estaban tensos y el aun estaba vestido.- No me
hagas terminar antes de tiempo Kaz, amor mío, por favor… ah…
-
Pensé que nunca mas volvería a escuchar ese
exquisito sonido… - dijo Kaz alejándose de mí, indicándome con la mirada que le
quitara la ropa.
-
Oh... no sabes cuánto quiero escucharte yo a
ti.
Me
acomode un poco más atrás y levante las piernas de Kaz para yo quedar entre
ellas y sacar desde allí su pantalón. Cuando estaba con ropa interior, decidí
rozarlo con las punta de los dedos, de arriba hacia abajo, lento y con un poco
de presión.
-
Dios Hyde… solo sácalo y déjame estar dentro
de ti.
-
No, no, no… se que estas ansioso, pero yo
tengo otros planes.- le dije al mismo tiempo que metía mi mano bajo su ropa
interior y rozaba la punta de su pene, que sentí palpitar.
-
Dios…. Por favor Hyde… después hacemos estas
cosas…
Ignorando
su petición, quite su ropa interior y mirándolo a los ojos me lleve la erección
a la boca, succione fuerte y Kaz arqueo la espalda.
Comencé
de inmediato con movimientos rápidos, logrando el sonrojo en las mejillas de mi
hermoso Kaz. El se estaba acalorando cada vez más, pero de pronto oí el ruido
de una puerta cerrarse.
-
¡Kaz he llegado a casa! – Se escucho una voz
femenina gritar desde la entrada.
Yo
mire a Kaz impresionado… ¿ella vivía aquí?
-
Escóndete. – me dijo mientras se levantaba de
la cama y recogía los pantalones del suelo.- Escóndete en el baño Hyde por
favor… o vístete si quiera para que no te vea así.
Yo no me
movía… la idea de que Kaz quisiera esconder qué estábamos haciendo no me
gustaba, ¿acaso el no pensaba dejarla? Eso me había dado a entender.
-
¡Escóndete en el baño Hyde!
-
No. – le dije, aun desnudo en la misma
posición que él me había dejado en la cama, el ya estaba vestido colocándose
los zapatos.
-
Oye si nos ve juntos no le va a agradar y si
te reconoce tendrás problemas, por favor escóndete, le hablare de ti sin
decirle quien eres, pero por el amor de dios Hyde, no hagas una estupidez.
Sabía que
Kaz tenía razón, enojado tome mi ropa del suelo y me encerré en el baño.
Me vi en el
espejo unos segundos. En mi rostro se reflejaba mi molestia, en mis ojos se
notaba el brillo de felicidad de volver a estar con Kaz. Le sonreí al tipo del
espejo… Kaz dijo que aun me amaba, Kaz quería estar conmigo, Kaz dejaría una
relación por mí.
Yo estaba
enamorado de Kaz, habían pasado meses de distancia entre nosotros y yo por más
que intente distraerme solo logre aferrarme más a el de manera inconsciente, el
lo era todo para mí. Mi corazón latía con fuerza ante la esperanza de que tal
vez, podríamos continuar una vida juntos.