jueves, 19 de octubre de 2017

Hot Dog Press February 2000









B-PASS December 1999






































Memorias en la Piel - Capítulo 4: Ego

Me senté frente a la batería para grabar la pista de la canción,  los chicos de Mucc me acompañaron esta vez. Antes de comenzar busqué a Hyde de reojo, él estaba al otro lado de la habitación concentrado en memorizar los tonos adecuados para la canción que interpretaría, entonces casi por inercia busqué a mi banda y vi a Tazawa contemplarlo con un gesto extraño. Él usualmente sonreía, sin embargo su semblante parecía angustiado; ¿Por qué Hide le causaba tanto rechazo?… Ahora aquello parecía ser mutuo y continuaba sin comprenderlo. De forma curiosa la letra la canción que estaba tocando me pareció completamente adecuada a lo que sentía en ese instante, las ansias de poder tenerlo a él en mis brazos… tocarla en la batería con fuerza se sintió como un desahogo.

Al finalizar la canción todos me contemplaron con cierto asombro y hasta admiración en la mirada. Me incomodé.
- Eso fue… apasionante.- me dijo Miya, el guitarrista de Mucc. Como respuesta le sonreí, la verdad era que la concentración se me había ido de las manos.

Me puse de pie para huir de las miradas y cederle la batería al siguiente, vi a Yukihiro acercarse a mí y le estiré las baquetas.

- Éxito.- le dije. Él me sonrió algo divertido, de inmediato recordé que nos había escuchado y me avergoncé. Sin quererlo desvié la mirada sintiendo calor en las mejillas.

Caminé hacia la salida y el otro Yuki se me acercó, parecía perplejo.

-          ¿Qué sucedió? 

-          Nada…

-          ¿Por qué estas rojo entonces? – rio al preguntar.

-          No es nada te dije. –respondí  malhumorado.

-          …Que adorable eres cuando tu amor está presente.- Rio aún más cuando le dediqué una mirada molesta, para luego ceder y reír con él. La verdad era que sí, me sentía más sensible en presencia de Hide.

Caminamos hacia la sala principal en donde estaban agrupados todos los músicos, algunos ya habían finalizado su demo por lo que solo faltaba separar la lista de canciones y realizar la grabación final. Para ello optaríamos por el azar.
Yuki y yo no sentamos al lado de Tazawa que bebía un café, su nariz estaba 
roja.

-          ¿Estás bien? – le pregunté.

-          Si… solo… me resfrié… - levantó sus delgados hombros restándole importancia, se veía enfermo. Miré sus hombros delgados no muy abrigados y me quité la casaca para colocársela encima ya que yo no tenía frio. – Gracias…- dijo sin mirarme, su expresión me pareció extraña, pero se envolvió en la casaca que era unas cuantas tallas más grandes… Tazawa tenía la misma contextura de Hide, debían medir casi lo mismo.

De pronto apareció el representante de la agencia frente a nosotros carraspeando para llamar nuestra atención.

-          Tengo algo que anunciar.- casi gritó. Vi a Hyde entrar por la puerta en ese momento junto a varios más, él evito mi mirada y se sentó en una mesa lejos de mí.  – Por favor acomódense todos aquí para oír lo que debo decir.

-          Disimula- susurró Yuki a mi lado.- Muchos aquí están pendientes de cualquier contacto entre ustedes dos, disimula.- me aconsejó en un tono muy bajo.

-          Soy patético… - dije más para mí mismo al notar que tenía razón. Tazawa me escuchó y observó con preguntas en los ojos.

-          No lo eres.- Aseguró con una sonrisa inusualmente sincera. Le sonreí de vuelta, tuve una especie de sensación de calidez que rara vez me nacía con él, aunque siempre supiese tener palabras de aprecio para mí.

El staff de la agencia volvió a pedir atención.

-          Bien… hay algo que no les había dicho por orden de mis superiores. Son las 7 de la tarde y en nada todos los demos estarán terminados. Pero, para las grabaciones finales, contamos con un equipo de producción distinto y supervisado esta vez.

-          ¿Nos traerán jefes? – Preguntó claramente molesto Shinya, el baterista de Dir en Grey.

-          Ese no era parte del trato.- Agregó de inmediato Die, el guitarrista de la misma banda.

-          Oh vamos, silencio, déjenlo hablar.- Inoran los interrumpió. El staff se colocó nervioso y carraspeó un par de veces antes de continuar. Los egos comenzaron a notarse ya que varios se movieron de forma impaciente, y la falta de sueño definitivamente no ayudaba a nuestras actitudes.

-          Bien.- continuó el staff.- Quienes vendrán a supervisar las grabaciones, determinar las canciones y establecer el orden del disco serán los propios miembros de D’erlanger.- Anunció con alegría el final, sin embargo, la respuesta fue silencio y claro desacuerdo que nadie quiso demostrar.

-          ¿Algo más señor locutor? – preguntó otro de los chicos de Dir en grey.

-          No… esa fue la noticia.

-          Bien.- dijo antes de ponerse de pie, le siguieron todos los integrantes de su banda más un par que salió en otra dirección de la sala. El staff pareció decepcionado, no pude evitar sentir pena por él.

Tazawa nos observó con un semblante molesto.

-          No me gustan las sorpresas.- susurró con voz infantil.

-          Ni a mí.- le respondió Yuki.

-          Mm… sí es incómodo que nos hayamos mentalizado para otra cosa pero es bueno que la propia banda participe de esto.

-          Lo sabemos – me respondieron los dos en coro y en tono cansino, todos nos reímos. Siempre respondían así cuando yo parecía darles lecciones de vida.

-          Supongo que habrá que esperar a que lleguen entonces… Será otra noche larga.- Suspiró inconforme Yuki. Vi de reojo a Hide acercarse a nosotros.

-          Sakura, ¿Me acompañas a tomar un poco de aire? – me preguntó Hide. De inmediato me puse de pie, pero Tazawa también lo hizo.

-          También necesito aire, espero que no les moleste que vaya con ustedes.- miró a su par sujetando mi chaqueta sobre sus hombros. Eso no pasó desapercibido para mi esposa.

-          De hecho si me molesta.- refutó. Tazawa lo miró fijamente casi por contestar, pero de pronto sus ojos se pusieron en blanco y su cuerpo se desplomo hacía atrás, cayendo por suerte cerca de mi alcance. De inmediato todos voltearon a mirarnos y yo solo miré a Tazawa quien estaba con los ojos cerrados, pálido.

-          ¿Oye, estas bien? – le pregunté. Abrió los ojos con esfuerzo y  pestaño varias veces entrecerrando los párpados… no se veía para nada bien.

-          Solo está armando un espectáculo Sakura, maldita sea…-  murmuró Hide verdaderamente molesto. Volteé a mirarlo sorprendido, jamás me había montado una escena de celos en público y definitivamente este no era el mejor lugar ni la situación para ello. Miré a Tazawa notablemente mal. Le susurré a Hide:

-          ¡Cállate! Si no vas a ayudar no estorbes entonces. –dije en un tono muy enojado sin volver a mirarlo.

Mi atención se enfocó en Tazawa.

-          Oye Tazawa, despierta. – Yuki comenzó a darle pequeños golpecitos en las mejillas hasta que en un impulso de desesperación lo abofeteó prácticamente con odio. Pero resultó, de la fuerte cachetada despertó. – Tazawa, Tazawa, ¿Estás bien? –se removió entre mis brazos.

-          Aaah… si… ¿Me desmayé?

-          Te re moriste – Respondió Yuki.

-          Lo siento… debió ser la fatiga. – Lo senté un poco en el suelo y lo acomodé aun sujetándolo ya que no parecía tener fuerzas para mantenerse en pie.- No he comido desde que llegamos…

-          Bien, vamos a la cocina. Yuki ayúdame, prepararemos algo para comer.

Entre ambos levantamos a Tazawa y lo arrastramos hasta la cocina, la verdad era que nadie la había usado, estábamos tan ocupados que a lo más vi a alguien comerse un chocolate junto al café comunitario que preparábamos.  Revisé las alacenas donde encontré un paquete de fideos cuya fecha de caducidad estaba cerca. En el refrigerador solo había mayonesa también por caducar.

-          Bien, habrá que hacer lo que se pueda.- le dije a Yuki, quien preparaba un café para Tazawa con mucha azúcar.
-          Tú eres el cocinero.

Suspiré y coloqué el agua a hervir, metí los fideos en el agua y ya solo habría que esperar a que estuvieran listos. En esos minutos Ikuo y  Keiichi entraron en la cocina con gesto de preocupación, rodearon a Tazawa rápidamente y lo llenaron de preguntas que contestó Yuki, quien ayudaba al vocalista a beber su café sosteniéndole la taza y a él apoyándolo contra su cuerpo. Sonreí cuando vi la escena, a pesar de que no sabíamos demasiado de la vida íntima del otro, éramos buenos amigos.

Observé los fideos ya listos.

Agregué un poco de mayonesa.

-          ¿Qué experimento extraño estás haciendo? – preguntó Ikuo.

-          Es algo comestible, no exageren- les respondí a todos que miraban con duda el platillo de fideos con mayonesa. Se lo puse en frente a Tazawa.- Buen provecho.- Tazawa me sonrió y tomó débilmente los palillos para comer, no dudó en echarse una porción grande a la boca. Todos esperaban alguna respuesta de su parte, así que él a un masticando hizo un sonido de placer.  Todos rieron.

-          Definitivamente lo que cocines quedará bien.- Me dijo Ikuo. – Oh Hyde-san… ¿Qué hace aquí? – Seguí la mirada de Ikuo francamente impresionado.

-          ¿Vino a ver si Tazawa está bien? – preguntó Yuki. Lo fulminé con la mirada y el muy idiota me guiñó el ojo. Era el único entre ellos que conocía mi relación con Hide, algo que era ignorado hasta por el mismo Hide, así que esperaba una ayuda de su parte.

-          Vine por el olor… No puedo más de la hambruna - admitió apenado. Me miró con un puchero en los labios.

-          Sakura cocinó para mí, ¿Qué no tienes modales? Pide a domicilio ¿O es que te falta dinero?  - Tazawa le gruñó débilmente.

-          Ah pero para esto sí que tienes energías.- le regañé. -  Siéntate Hide, ¿Alguien más va a querer? – pregunté en general.

-          Yo – respondió Yuki con una sonrisa, claro, él no se perdería el posible drama que montaría Tazawa y Hide estando sentados juntos.

-          ¿Por qué le dices Hide? – Tazawa prosiguió.

-          Porque me llamo Hideto. – respondió mi esposa.

-          No te pregunte a ti.-suspiré. Le serví un plato a Hide que se sentó al otro extremo de la mesa y por inercia me senté junto a él.

-          Tenemos la confianza para apodarnos como nos dé la gana. Ahora coman por favor, quiero sus bocas con comida y no palabras. – Ambos miraron asombrados por mi tono de voz y ambos atacaron la comida con gestos infantiles. No había notado que tenían algo en común.

-          Hyde-san…- le llamo Ikuo.- ¿Usted y Sakura son amigos, verdad? A pesar de todo el tiempo que ha pasado desde que Sakura dejó la banda… ¿Mantienen contacto? – Me tensé ante la pregunta esperando que él respondiera. Saqué el celular de mi bolsillo y me coloqué a observar fotos para distraerme, Hide respondió con la boca aún llena.

-          Nos mantenemos en contacto aunque a veces puede pasar mucho tiempo que no nos vemos… Oye Sakura, tráeme agua que me atoré.- de forma inconsciente me puse de pie y le serví agua. Luego le mostré una foto de mi hermana con su bebe, me sonrió de forma cálida como respuesta y bebió su agua.

-          La verdad me impresiona lo cercano que parecen ser.- continuó el bajista.- No había visto a Sakura ser tan cercano con nadie.

-          Oye.- le reclame.- ¿Me analizas esclavo?

-          A veces, eres interesante. – dijo antes de guiñarme un ojo. Todos rieron. Keiichi tocó la frente de Tazawa y susurró algo que no pude comprender, pero me preocupé, la verdad era que Tazawa no se veía nada de bien.

Hyde bostezó de forma ruidosa.

-          ¿No has podido dormir? – Ikuo parecía interesado en nosotros. Él solía interesarte instantáneamente por algo, luego parecía no darle importancia y finalmente se obsesionaba con otra cosa… era un chiquillo extraño.

-          No, la verdad es que mis compañeros de cuarto roncan así que no he logrado dormir nada- Yuki lo miró.

-          Hyde-san, ¿Por qué no duermes en nuestra habitación lo que resta de tarde? Se viene una noche larga…- lo miré algo enfadado. Si bien yo quería que Hide descansara, que compartiera nuestra habitación daría que hablar y como él mismo había dicho; había gente demasiado pendiente de nosotros.

-          Tazawa tú también deberías descansar- le susurró Keiichi al otro pequeño que acaba de terminar su comida.

-          Bien.- Yuki se puso de pie.- Vamos Tazawa, a dormir. Hyde-san, la cama de Sakura o la mía están disponibles si lo desea- Hide me miró a mí como pidiéndome autorización.

-          Si a los demás no les importa… - observé al resto, que fuera de Tazawa que cerraba los ojos como si contara hasta mil para no explotar, parecían desinteresados en el tema. – Bien, usarás mi cama. Vamos.

Caminamos hacia la habitación, Hide y yo detrás de Yuki que arrastraba a Tazawa. Tomó mi mano por dos segundos y la presioné fuerte antes de soltarla. Entramos a la habitación que estaba bastante desordenada y le presenté a Hide la cama del esclavo, se rio. Mientras tanto Yuki intentaba subir a Tazawa a la cama de arriba con dificultad, empujando su trasero para impulsarlo hacia arriba.

-           ¿Estás seguro de que quieres dormir en la de arriba? Porque si te caes yo no limpiaré tu sangre.

-          Que dulce.-  le respondió Tazawa acomodándose arriba y cubriéndose con la cobija.

-          Bien… yo me voy entonces. Tazawa intenta dormir.

-          Si…

-          Sakura, ¿Te quedas?-cuestionó Yuki.

-          Si

-          No dejes que se maten, Tazawa está en desventaja. – me susurró solo a mí.

-          Ya vete idiota.- Hide que estaba junto a mí me observó extrañado.

Se sentó en mi cama sin que yo le dijera que era la mía.

-          ¿Cómo sabes que esa es mi cama? – interrogué divertido.

-          Conozco tu olor… - se quitó los zapatos y los pantalones. Él odiaba dormir con pantalones.

-          Por favor no te desnudes más.- comentó Tazawa desde su cama.- O me tentaras a tomarte fotos mientras duermes y subirlas a internet, no quiero decepcionar a tus fans que piensan que tienes algo que ofrecer entre las piernas.

-          Créeme que si así fuera no tendría razones para avergonzarme- le respondió con confianza.

-          Ya basta, cállense los dos.  – dije enojado. De pronto vi a Tazawa inflar las mejillas y su cara pareció volverse morada, supuse que tenía náuseas y lo bajé rápidamente de la cama en brazos. - ¿Te llevo al baño? –asintió. Corrí con él hacia el baño más cercano, cargando su cuerpo por el pasillo, por suerte el baño estaba desocupado. Lo puse en frente del retrete y entonces lo vi expulsar mis fideos con mayonesa. Coloqué mis manos en su espalda acariciando un poco en forma de consuelo y de paso sujetándolo. Él me alejo, pero la verdad es que jamás había sido asquiento con esos temas, me resultaba normal ver vomitar borrachos a mis amigos.

-          No me veas así… - susurró de forma débil alejándome otra vez.

-          No quiero sostenerte con los ojos cerrados o me puedes salpicar, ahora despreocúpate y sácalo todo.- en cuanto terminé de hablar, Tazawa volvió a vomitar.

A medida que continuaba vomitando hasta lo que no comió, su cuerpo comenzó a sollozar como acto reflejo. Continúe acariciando su espalda, jamás había visto así a Tazawa y por el gran aprecio que le tenía como al resto de mis compañeros hubiera preferido jamás hacerlo.

-          Shhh… tranquilo, solo es malestar, se irá pronto.

-          Debo recuperarme… o no podré cantar…

-          No te preocupes por eso, ya veremos. No te sobre esfuerces- volvió a vomitar. Sabía por la bilis que salía de él que el dolor en su estómago era lo que lo hacía encogerse cada vez más, teniéndonos a ambos agachados frente al retrete.
-          Sakura… realmente me siento mal…- susurró apoyándose en mí.

-          Tranquilo, ¿Vamos a la cama o queda aún más por salir?

-          A la cama…- sollozó.

-          Bien.

Nuevamente lo cargué como a un niño, lo que me permitió su estatura. Apoyó su cabeza en mi hombro y casi estuve seguro de que se había desmayado. En cuanto entré en la habitación, Hide me observó con los ojos como platos por la cercanía con Tazawa, luego se volteó en la cama dándome la espalda y tapándose por completo.

-          Te recostaré en la cama de abajo esta vez por si debemos correr al baño nuevamente. – lo acomodé entre las cobijas y sin pensarlo me recosté junto a él mientras lo terminaba de acomodar.

Apoyó su cabeza en mi brazo y en cuanto estuvo cómodo respiré. La verdad me preocupaba que estuviera así de afectado… desde que habíamos llegado parecía que la presencia de Hide le había amargado lo que en un comienzo era algo entretenido para él. Me sentí culpable por mantener a Hide cerca de todos.

Suspiré e intenté remover el brazo para cambiarme de cama.

-         Quédate…- susurró casi inaudible. De inmediato pensé en los problemas que aquello me daría con mi esposa, pero sentía culpa y casi que tal vez le debía aquello. Me acomodé en la cama, cerré los ojos y estuve seguro de haberme dormido antes que él.

Aún adormilado sentí unos dedos acariciar la curva de mi nariz, me removí al sentir por un poco de cosquillas y escuché una pequeña risita. No, no era el tono de Hide. Abrí los ojos, curioso, y vi a Tazawa aún pálido con su rostro muy cerca del mío. De inmediato me alejé un poco.

-          Hola.- le dije sonriendo y buscando sentarme en la cama.

-          Hola… cuidado con tu cabeza.- respondió con esfuerzo. Definitivamente aún se sentía mal. - ¿Te duele el golpe todavía?
-          No te preocupes, estoy bien. – Me levanté de la cama. Alrededor nuestro estaba Yuki durmiendo en su cama, Ikuo en la mía y Keiichi en la de arriba. No había rastro de él.

Busqué ropa en mi bolso y vi que Hide había guardado parte de sus cosas ahí. Aquello me pareció algo especial, sabía que era ridículo, pero se convertiría una vez más en un secreto solo entre nosotros que sus calzoncillos estuvieran guardados allí. 

Me quité el pantalón y la playera por si algo en mi ropa olía a vómito. Luego guardé todo alistándome para salir a grabar. No sabía que haría Tazawa, pero sintiéndose de aquella manera, dudaba de que fuera capaz de cantar.  Hide entró en la habitación trayendo con él  una taza, lo miré intrigado pero él me ignoró acercándose a Tazawa.

-          Ten, es agua de arroz, te hidratará. – Tazawa me miró impresionado. Levante los hombros sin saber que decir, pues también estaba impresionado.

-          Gracias pero, ¿Cómo sé que no es veneno?

-          Porque si te envenenara no lo haría frente a algún testigo. Créeme, lo pensé. – le respondió con tono enojado, eran un par de niños inmaduros.- Hablé con la agencia; les dije que Tazawa no se sentía bien para cantar y me respondieron que podríamos hacer las grabaciones finales pasado mañana desde las 8 am.

-          ¿Tú hablaste por mí? –hizo una perfecta “o” con su boca de la impresión.

-          ¿Qué no habría una fiesta ese día para celebrar la finalización del disco?

-          Sí, pero creí que sería más apropiado darle un día de descanso a este niñito para que se mejore antes de grabar.

-          Vaya…- susurré impresionado, no solo porque Hide lo pidiera si no que porque la agencia hubiera aceptado. Era normal que hicieran esos cambios por alguien que fuera prioridad para ellos, pero no usualmente por una banda con un nivel de fama más bajo.

-          ¿Y ellos aceptaron tan fácilmente? – Tazawa estaba pensando lo mismo que yo.

-          Al comienzo no, pero les dije que yo también estaba enfermo así que necesitaba posponerlo… y aceptaron.

-          Ah, fue por ti no por nosotros entonces.- respondió el vocal de mi banda visiblemente decepcionado.

-          Eso no importará cuando el disco esté listo y se escuche bien. Arreglaré mis cosas para irme ahora, ¿Sakura te vienes conmigo?-  me preguntó.

-          ¿Qué? ¿Por qué debería volver contigo? Él llego con nosotros y se devolverá con nosotros.- Hide colocó los ojos en blanco.

-          ¿Sakura te irás conmigo o no? – Insistió.

-          Si, si, solo… arreglaré mis cosas. – le respondí despabilando. Sonrió ampliamente victorioso y salió del cuarto casi corriendo, probablemente por sus cosas.

-          Pero Sakura… - pareció buscar razones para mantenerme más con él. Sabía que no quería verme compartir con Hide, tal vez por celos o quién sabe qué otra razón existía en su cabeza, pero la verdad era que yo quería disfrutar de mi tiempo con mi esposa.

-          Tazawa, te llamaré mañana para saber cómo estas, pero por favor cuida de tu salud. – le sonreí de la forma más cálida que pude.

-          Sakura, ¿Por qué te vas con él? No lo entiendo… - guardé la última de mis cosas en mi bolso y lo cerré.

-          Porque tenemos asuntos que arreglar. Por favor, despídeme del resto cuando despierten.

-          Pero…
-          Nos vemos pasado mañana.- mascullé antes de tocarle el hombro en forma de despedida. Abandoné la habitación aún con un sentimiento de culpa que me esforcé por ignorar.

Fui a la sala principal mientras esperaba a Hide y vi a Yukihiro comiendo un chocolate y cambiando la televisión.

-          Sakura.- me saludó.- Supe que no grabaran hoy.

-          No, se nos enfermó el vocal, pero lo haremos en los próximos días.

-          Ya veo… que lástima no podré verte grabar.- le sonreí, luego recordé…

-          Oye Yukihiro - pensé en que disculparme era necesario a pesar de la vergüenza que me daría.- Lo siento por lo que oíste fuera del baño… - Yukihiro carcajeó, era la primera vez lo escuchaba reír fuerte.

-          No te preocupes, la verdad es que siempre supe que entre tú y Hyde había algo antes, solo no pensé que aún lo mantendrían

-          ¿Lo sospechabas? Bueno… no es excusa para que no sea desagradable escucharlo…

-          No lo sospechaba, lo sabía, y descuida solo fue extraño

-          Así que lo sabías

-          Cuando yo llegué a la banda Hyde fue quien más insistió en que tú volvieras, noté que no era solo amistad, sus fundamentos no eran como los de Ken.

-          Oh… lo siento si esa fue una fecha difícil para ti.

-          Descuida, ha pasado mucho desde eso.

-          Si… ya estamos viejos.

-          Si.- ambos reímos. Hide apareció con sus maletas.

-          Hola Yuki, adiós Yuki. ¿Nos vamos? - me preguntó lo último a mí, le dirigí una mirada de regaño por ser tan mal educado con su compañero.

-          Ha sido un gusto como siempre.- le tendí mi mano y Él la apretó con fuerza, ambos asentimos con la cabeza con respeto. Le sonreí antes de tomar mi bolso y seguir a Hide hacía su auto.

Caminamos en silencio en tanto me despedía de un par de personas que me encontré en el camino. Hide por el contrario caminaba rápido ignorándolos a todos, yo troté para seguirle el paso. Se sentía como si estuviéramos huyendo del lugar. En cuanto llegamos al auto me senté de copiloto y arrojé mi bolso hacía los asientos traseros, Hide guardó sus cosas en el maletero, y cuando finalmente se metió en el auto cerró los ojos y suspiró.

-          ¿Qué te pasa? ¿Por qué esta huida fugaz? –estiro la mano hacía mí, yo entrelace mis dedos con los de él por inercia.

-          Solo no resisto verte con Tazawa. – me susurró aún con los ojos cerrados.

-          Deja de pensar que entre Tazawa y yo existe algo, eso no es así. Yo solo te quiero a ti aunque te hayas comportado como una Heidi envidiosa y posesiva.- por fin abrió sus ojos.

-          No me digas así… Además él no me la hace fácil reclamándote como suyo, lo viste como se puso cuando intente cubrirte mejor cuando dormías. Tú tampoco lo has puesto en su lugar.

-          Lo sé, sé que se comporta extraño, él es algo extraño, pero es su personalidad y no por eso vas a pensar que entre nosotros existe algo.

-          Pero es que Sakura, él tiene demostraciones de cariño que tu recibes feliz y no lo acepto. ¡No quiero compartirte! – Presioné su mano con fuerza.

-          Ya cálmate, no sucede nada entre él y yo, mis sentimientos por ti siguen siendo lo más importante para mí. Ahora vámonos a casa que necesito urgentemente comida y nuestra cama.

-          Bien… ponte el cinturón.- susurró mandón soltando mi mano para colocarse él su cinturón. Hice lo mismo y luego volví a buscar sus dedos. Le sonreí cuando él aceptó entrelazar nuestras manos nuevamente. Aún tenía el ceño fruncido al estar molesto.

-          Dilo. – le dije cuando encendió el motor y buscó el ángulo preciso en el espejo retrovisor para poder retroceder el auto.

-          ¿El qué? – preguntó sin mirar.

-          Que me extrañaste.- pasó un segundo y se rio. Antes de emprender marcha me miró a los ojos y soltó mi mano para agarrar una de mis mejillas.

-          Lo extrañé señor cachetes.– carcajeamos.

-          Ya llévame a casa esposa. – Hide se abrió paso en la carretera y yo me acomodé para mirarlo conducir. Deseé estar rápidamente en casa, con él entre mis brazos.