viernes, 18 de agosto de 2017

Pop Beat feb 1997





















First Kiss - Capítulo 5

Pasó una semana. Una semana y Sakura estaba más deprimido que nunca. Sabía que Hyde estaba furioso con él o al menos eso creía, puesto que a diferencia de su separación cuando su primer encuentro sexual, Hyde no le buscaba, no lo saludaba por las tardes cuando por casualidad se veían, nunca intentó volverse a acercar a él… y aquello le dolía.

No sabía si había sido muy duro con él, pero él era fuerte y orgulloso y cualquier cosa el único sentimiento que causaba en él era enfado… “o tal vez eso es lo que quiere mostrar siempre”… pensó pero al sentirse culpable de haber podido hecho sentir mal a Hyde se quitó esas ideas de la cabeza.

Al final pensó que tal vez eso era lo mejor, su situación con él se le estaba saliendo de las manos, estaba comenzando a sentir algo por él, de lo que luego seguramente se sentiría culpable y pensó que las cosas por algo pasaban. Tal vez ahora que Hyde no le buscaba más podría distanciarse lo suficiente como para dejarlo en el pasado.
Aunque como siempre, las soluciones a las que llegaba Sakura eran las más fáciles, las que lo hacían sentirse bien y escapar de sus verdaderos sentimientos, y en algunos casos como el engaño de su esposa, de la realidad.

-Puedo reconquistarla… podemos empezar de nuevo… tenemos problemas pero nos queremos…- decía para sí mismo esa mañana de Jueves en que había pedido el día libre en su trabajo y había decidido escaparse con Misaki a algún lugar que ella prefiriera. Como cuando eran novios, y se querían tanto y planeaban una vida juntos a pesar de su corta edad.

Definitivamente aquello que Hyde le había dicho con malas intenciones era mentira, no había forma de que esa mujer tan dulce y que le sonreía de esa forma cuando la conoció, se hubiera vuelto en una mujer que además de atestada de problemas le era infiel… eso no podía ser…

Estacionó frente al edificio, donde pudo ver a Hyde hablando con un chico. Traía unos mallones negros ajustados a sus lindas piernas y una playera igual de pegada al cuerpo. “La tentación andante… pero no volveré a caer” se dijo a sí mismo mientras bajaba alegre con un ramo de rosas que compro especialmente para su bella mujer.

Sin embargo Hyde de un momento a otro se despidió del chico quien evidentemente se molestó y corrió casi a alcanzar a Sakura cuando vio que entraba al edificio con semejantes intenciones.

-¡Sakura!- le gritó sosteniéndolo del brazo.

-Hola… ¿ya me diriges la palabra?-

-Ah sí, sí…- “¿Qué rayos haces? ¿Por qué lo detienes? ¿No querías que se enterara?” se preguntaba Hyde a sí mismo, pues sabía que si en ese momento Sakura entraba a su casa encontraría a Misaki en plena escena de pasión con aquél hombre que había frecuentado el edificio toda la semana.

-Pensé que seguirías enojado porque no quise creerte tu mentirita.- dijo sonriendo como si aquello hubiese sido realmente un intento fallido de Hyde por llevárselo a la cama.

Hyde se sintió aún peor en ese momento. “Enojado…” pensó “… ¿Qué acaso eres tan imbécil que no te diste cuenta lo mucho que me humillaste?”

-No, no estoy… enojado… por cierto… vamos a algún lado ¿pediste el día?- decía tratando de detenerlo pero Sakura continuaba subiendo las escaleras.

-Sí pero, lo pedí porque quiero salir con mi esposa…- recalcó la última palabra pues tenía en mente dejarle claro a Hyde que esta vez iba a intentarlo en serio y que entre ellos no había oportunidad alguna.

-¡Pero!... Sakura no entres…- dijo una vez que estaban frente al departamento de Sakura y sabía que no podía inventarse un pretexto como para hacerlo desistir de su idea de entrar con semejante ramo y quedar completamente humillado.

-¿Qué? ¿Por qué?-

-Porque… Misaki salió, y… mejor entonces para que no pierdas el día vamos a algún otro lado, yo pago si quieres.- “¡¡¿Estas arriesgando tu dinero por él?!!” se dijo a sí mismo totalmente incrédulo, pero entonces Sakura suspiró y volteó a verlo.

-Hyde, entre nosotros no va a haber nada, quiero intentar arreglar las cosas en mi vida, tan solo…  ya no me busques ¿sí?- dijo y abrió con llaves propias la puerta de su casa y entró sin que Hyde pudiera hacer más.

Hyde agachó la cabeza, sintiéndose rechazado, y además un idiota por haber tratado de evitarle a la persona que quería semejante tristeza y peor aún… sin éxito.

Alcanzó a escuchar los reclamos de Sakura a su esposa y los reclamos de ella también. Pensó que en cualquier momento alguien saldría de allí. Tal vez el amante a medio vestir, tal vez Misaki enojada, o Sakura hecho añicos… y no quiso ser él quien tuviera que ver esa escena. Así que de inmediato entró a su departamento y se encerró con llave.

Horas después estaba él dormido sobre el sofá de su sala, había elegido esa opción después de ver por la ventana el auto de Sakura salir como loco, sin embargo ya entrada la noche alguien tocaba insistentemente la puerta y lo hacía con tal fuerza que aquello lo despertó. Pensó que tal vez sería un cliente algo desesperado, pero cuando abrió la puerta Sakura estaba allí. Se veía bastante devastado, y había tomado un par de copas pues olía a alcohol, sin embargo no estaba abrió ni mucho menos.

Hyde se le quedó viendo sin saber que decirle y entonces Sakura tomó la palabra.

-¿Puedo pasar?-

-Ah sí, claro… lo siento estaba dormido… estoy, estoy algo dormido…- dijo excusándose pero la verdad era que no sabía bien cómo comportarse ante la situación -…pasa… ¿Quieres algo de tomar?...- preguntó mientras Sakura entraba y se sentaba bastante cansado sobre el sofá donde hacía minutos descansaba Hyde.

-Sí, ¿tienes cerveza?- le dijo y Hyde sonrió afirmando. Era la primera vez que Sakura le aceptaba algo de tomar.

Abrió entonces un par de cervezas y las puso frente al sillón para sentarse luego a un lado de Sakura, aunque un tanto distanciado. Fue entonces que el celular de Hyde sonó y él contestó de inmediato sintiendo como una salida aquello.

-Bueno… ah hola… si estoy en casa…- dijo pero Sakura al darse cuenta que seguro era uno de sus clientes, se inclinó un tanto y puso una mano sobre la pierna de Hyde, cómo pidiéndole que no fuera a irse o a dejar que alguien viniera. Hyde volteó a verlo y luego desvió la mirada aún atendiendo el celular.

-Es que hoy no se va poder…- dijo  al fin -… tengo llena la noche, pero mañana si quieres… si a la hora que quieras… ¿voy o vienes?... está bien entonces a las 8… adiós.- dijo y colgó el celular para después dedicarle una mirada de enfado a Sakura.

-Espero que lo que sea que pase valga la pena porque rechacé un cliente habitual y adinerado.- dijo y dejó entonces el celular sobre la mesa.

-Hyde… discúlpame…- dijo el otro sin dar indicios de sonrisa o siquiera un gesto diferente al de terrible culpabilidad que sentía.

-¿Por qué? No tengo de que hacerlo.- se cruzó de piernas y entonces le dio un gran trago a la cerveza.
-Por haberte insultado de esa forma, tú solo me decías la vedad y yo… disculpa…-

-Te disculpo por haberme descrito…- dijo tratando de parecer aún entero y arrogante pero de pronto Sakura lo abrazó sin más recargando su frente en el pecho del más joven y comenzó a llorar.

-Lo siento… soy un idiota… me veía la cara de imbécil y tú que fuiste el único que fue sincero te traté tan mal, lo siento…-

Hyde acarició suavemente el cabello negro de Sakura, su espalda, y esperó pacientemente que terminara de llorar sin entender porque lo hacía. En la mañana él estaba decidido a recuperar a Misaki y ahora lloraba de esa forma, y entonces pensó… que por mucho que doliera… él era la segunda opción de Sakura.

Siempre había sido tan solo una pequeña y lujuriosa diversión y ahora que estaba solo y se sentía engañado corría a sus brazos. Hyde se sentía utilizado y aún se le partía el corazón con recordar la forma en que lo trato y sin embargo, no podía decírselo, no podía reclamarle y correrlo cuando sabía que él lo necesitaba ahora, así que guardó silencio y lo abrazó fuerte hasta que el otro se tranquilizó.

-Perdón, yo… tuve un momento de debilidad.- dijo Sakura sonriendo de lado y Hyde lo miró entonces.

-No me digas, ni cuenta me había dado…- dijo sonriendo y Sakura sonrió entonces también.

-Soy un idiota ¿cierto?... teniéndolo en mi propia nariz y sin verlo.-

-A veces, no queremos aceptar las cosas aunque las tengamos enfrente, así somos los humanos.- le dijo Hyde y Sakura asintió con la cabeza.

-Si tal vez…-

-Y ¿Qué harás?-

-No lo sé y no quiero pensarlo ahora, nuestro pacto sigue en pie ¿cierto?…- dijo y Hyde ladeo un tanto la cabeza como dudando entre que contestar.

-Supongo…- dijo al final y se puso de pie para ir a la barra de la cocina donde estaba la cajetilla de cigarros. Sin embargo Sakura le dio alcance y lo abrazó por la cintura, haciendo que Hyde se detuviera al instante.

-Tu cabello siempre huele tan bien... o tal vez es tu piel…- le dijo y Hyde sintió escalofríos, dejándose caer sobre sus pectorales. Sakura besó su cuello y lentamente metió las manos bajo su camisa.

-¿Qué haces?-

-Dijiste que esperabas que valiera la pena…-

-¿Y lo valdrá?-

-Te lo aseguró- comenzó a desabrochar la prenda, los botones uno a uno hasta que Hyde tuvo que separarse un poco de él para poder quitarla por completo.

Colocó ambas manos sobre su pecho y masajeaba suavemente de ambos lados, haciendo que Hyde cerrará los ojos y lamiera lentamente sus labios ante tal sensación. Poco a poco Sakura paso de acariciar su pecho a apretar suavemente los pezones, haciendo que Hyde se excitara y él mismo también.

-Están duros…- le dijo Sakura al oído de pronto y Hyde se sintió acalorado.

-Tienes las manos frías idiota.- le contestó sonriente y entonces Sakura lo volteó entre sus brazos para poder comenzar a lamer aquella zona. Se inclinó un poco sosteniendo al chico por la cintura y beso suavemente las tetillas para luego lamerlas y morder un poco aquella zona.

-¿Mi lengua está fría?- le dijo en algún momento en que se detuvo mientras continuaba la labor con sus manos. Hyde sonrió divertido pero su respuesta esquivo la pregunta.

-¿Así que te gusta hablar mientras lo haces?- le dijo divertido y Sakura volteó a verlo deteniéndose.

-¿Así que nunca dejarás de contestarme con otra pregunta?-

-Ya estas aprendiendo a hacerlo también.- le dijo y Sakura negó con la cabeza. Esa personalidad que tenía Hyde, de parecer nunca afectado, siempre arrogante, siempre sonriendo así… era eso lo que le hacía sentirse atraído por él… eso y tal vez también, el saber que aquella personalidad era en cierta forma su coraza, el querer descubrir al Hyde que se escondía tras toda esa mascara de mentiritas.

De pronto tomó a Hyde en brazos y este no pudo evitar reír fuertemente.

-¿Que carajos haces?-

-Te llevo a la cama en brazos ¿O quieres hacerlo parado? ¿O tal vez sobre la mesa?-

-Jajaja, no lo sé, tu juegas hoy yo obedezco.- le dijo totalmente sumiso y entonces Sakura no pudo quedar más satisfecho.

Lo recostó en la cama y se quitó la camisa antes de colocarse sobre él y comenzar a comerse el cuello a besos. No sabía si debía acercarse a besarlo, pues no quería que Hyde lo rechazara y terminar enojados como la vez pasada, así que se dedicó a lamer cada parte de su cuerpo menos los labios. Aquella abstinencia lo hacía excitarse aún más pesé a cualquier cosa que hubiera podido pensar.

En un momento Sakura metió la mano en él mallón de Hyde y rió junto a su oído.

-¿Qué?- preguntó Hyde pero Sakura siguió riendo.

-¿Quién te elige la ropa?- preguntó engreído y Hyde no podría creer que le decía eso en un momento así.
-¡Yo! Y no te permito que me critiques, tú solo debes desnudarme no preocuparte de cómo me visto.- le dijo aún molesto pero Sakura siguió con esa sonrisa que a Hyde le hacía enfadar tanto.

-No traes ropa interior…- le dijo y siguió riendo, pero ante eso Hyde no pudo contestar nada y tan solo sintió como sus mejillas se ponían rojas -… wau te hice sonrojar.-

-Ya cállate… me voy a ir si no te apresuras.- dijo desviando la mirada y Sakura entonces temiendo a la amenaza se deshizo poco a poco de aquella prenda deslizándola por su piernas.

Hyde se incorporó y abrazó a Sakura por la cintura para poder acercarse a él, lentamente recorrió sus hombros y su pecho y bajo por su abdomen hasta llegar a la orilla de su pantalón. Lo desabrochó mientras lo miraba fijamente y con una sonrisa lujuriosa en los labios.

-Hazlo…- pedía Sakura cada vez con más ansias al recordar la vez anterior, y esa pequeña boca que podía darle tanto placer.

-Espera…- dijo Hyde desesperando a Sakura y rápidamente abrió el cajón del buró y sacó un pequeño sobrecito cuadrado el cuál abrió rápidamente.

-Te vas a poner cuidadoso ahora, cuando la vez pasada no lo hiciste.-

-No tendrás la misma suerte dos veces.- le dijo mientras lo colocaba pero Sakura no protestó. Aunque en cierta forma aunque Hyde no quisiera aceptarlo, no es que desconfiara de Sakura, sino de él mismo pues tener sexo con él no era precisamente el sexo más seguro del mundo. Él podía morir de sida si así fuese, pero jamás se perdonaría si a Sakura le pasará algo por su culpa.

Finalmente acarició su miembro entonces, lo recorrió con la mano mientras se masturbaba a él mismo al tiempo, hasta que sintió que Sakura estaba lo suficientemente excitado, y fue cuando comenzó a recorrerlo con la boca esta vez. 

Él pelinegro estaba extasiado con tal escena, dejo caer su cabeza hacia atrás y sostuvo la de Hyde impulsando la cadera un tanto hacia adelante, no quería ser brusco pero la forma en que Hyde le hacía el sexo oral lo descontrolaba de tal forma que por momentos podía más el deseo de sentirse más dentro de esa boca. Hyde apretaba un tanto los ojos cuando Sakura comenzaba a hacer él los movimientos.

Se detuvo en un momento antes de tener un orgasmo con tan solo aquello y entonces tomó a Hyde por el rostro, lo alzó hasta la altura de su rostro y trató de besarlo, pero Hyde no lo permitió. Lo esquivó abrazándose a él y continuó besando su rostro, esperando que Sakura no fuera a alejarse por haberlo hecho. Este lo tumbó entonces sobre la cama se colocó sobre él y Hyde abrió las piernas dejando que él se acomodará entre ellas.

-Haré… que ruegues que te bese…- le dijo cuando se puso a la altura de su cadera y besó vehementemente sus muslos mordiendo a momentos la piel tan sensible de esa zona. Hyde tuvo que apretar un tanto la sábana para no emitir sonido alguno, aunque su respiración agitada lo delataba.

-Pídeme que te bese…-

-Sabes que no… lo haré…- le decía entre cortado y sostuvo uno de sus pectorales comenzando a estimularse él mismo. 

Le pareció tan erótica esa escena al mayor que no pudo evitar entonces lamer un tanto sus propios dedos y comenzar a penetrar a Hyde lentamente. Introdujo un dedo y luego otro y comenzó a hacer lentos movimientos al principio, pero que tras unos minutos se hicieron rápidos y profundos.

Quería hacerlo ya, quería saber cómo se sentía tener sexo con semejante sujeto, tan sensual, tan excitante… tan fácil… lo pensó y por unos momentos recordó que aquél chico vendía su cuerpo a cualquiera que se lo pidiera.

“Hace lo mismo con todos, pone ese mismo rostro excitado, y mueve las caderas de la misma forma” pensaba para sí mismo pero sin importarle lo penetró de una vez, fuertemente.

-Ahhhh… tranquilo…- se quejó Hyde, pues obviamente no le diría que dolía, y tan solo sostuvo su pecho con una mano tratando de alejarlo un poco, pero se sentía tan débil que no podía ejercer suficiente fuerza.

Sakura le tomó las piernas y las sostuvo contra su cuerpo con su propio peso, haciendo de esa forma que sus movimientos fueran más profundos y que Hyde no pudiese moverse. Comenzó a moverse rápidamente y lo hacía tan fuerte que Hyde sintió que dejaba de disfrutarlo.

-Basta… es… espera…- le decía tratando de detenerlo pero Sakura continuaba moviéndose de la misma forma sin importarle las palabras de Hyde, o siquiera el par de lágrimas que cayeron de sus ojos.

-Quiero que seas mío… quiero que seas… mío….- decía ya un tanto fuera de sí, pero se sentía tan bien que no podía dejar de entrar en él, y no podía hacerlo con menos fuerza tampoco.  Sintió poco a poco ese placer en la entrepierna y en todo su cuerpo cuando logró el orgasmo. Se separó de Hyde quién dejó caer pesadamente las piernas sobre el colchón, y sin concientizarse de lo brusco que había sido, tiró el preservativo a la basura y se recostó junto a Hyde abrazándolo por la cintura. Se acercó a él y le acarició una mejilla mientras lo miraba atentamente, sin embargo Hyde tenía el ceño fruncido y cuando Sakura se acercó de nuevo a tratar de besarlo este le soltó tremenda cachetada.

-¡¿Qué te pasa?!¡Estás loco!- exclamó Sakura viéndolo levantarse de la cama y buscar algo en el clóset.
-No, pero sabes que no beso.- dijo tratando de no manifestarle a Sakura que estaba tremendamente dolido y enojado con él. Se puso la bata que hacía sacado y se la amarró bien a la cintura.

-Bien ¡perfecto!...- dijo y entonces tomó su ropa y comenzó a vestirse, se colocó los pantalones, los zapatos y ni siquiera terminó de abotonarse la camisa cuando ya caminaba hacia fuera del departamento.

-¿A dónde vas?- preguntó Hyde siguiéndolo y logró detenerlo en la sala. Sakura se soltó de su agarre agresivamente y volteó a verlo enfadado.

-¿Qué te importa?-

-Me importaba que tienes que pagarme.- le dijo también en la misma actitud obstinada y Sakura lo miró sorprendido.

-¿Qué? No pienso pagarte algo que bien querías, ¡ambos queríamos! ¿Dime que no querías maldición?-

-¿Y tú crees que eres el primer cliente con él que también se me antoja hacerlo? No me jodas, no eres especial, eres igual que todos los demás y al igual que todos vas a pagarme.- decía Hyde apretando la mandíbula y forzando las palabras a salir.

-¡¿Igual que todos?! ¡Maldición Hyde!, yo trató de hacerte el amor y tu insistes en cobrarme, trató de besarte y te niegas, te abrazó y me golpeas. Soy la única persona que te trata de otra forma, que te busca como algo más que como un prostituto y tú haces esto, ¡estás mal de la cabeza! Si tanto querías acostarte conmigo lo hubieras dicho desde un principio.-

-¡¿Pero si soy una maldita perra en celo no?!- gritó casi y sin poder más rompió en llanto. Sakura al momento cambio su expresión de enojo por una de gran sorpresa…

Jamás había visto a Hyde llorar, menos de esa forma y lo estaba haciendo al recordar aquello tan horrible que le dijo. Se sintió realmente un imbécil por haber dicho aquello, por haberlo tratado así hacía unos minutos, por no aceptar que él lo quería realmente y portarse como si Hyde fuera de hielo y nada le afectara.
-Soy tan solo eso ¿no?...- decía de nuevo Hyde con la voz en un hilo y entonces empujo a Sakura con ambas manos -…eres igual que todos… ¡no! Eres peor, eres peor que todos… ¿Qué querías ah? ¿Que deje que me beses y sienta que tú me vas a sacar de todo esto? ¿Qué eres el príncipe azul que llego a salvarme? ¿Qué confié en ti ciegamente? cuando hace unas horas querías recuperar a tu esposa, cuando siempre he sido tu segunda opción…- volvió a empujarlo -…ni siquiera eso, solo soy tu diversión, tu pequeño juguete, al igual que todos solo quieres sexo conmigo… los demás al menos lo aceptan y tú eres tan maldito que te sientes diferente…-

Sakura le detuvo por los puños cuando este volvió a tratar de empujarlo, pero Hyde se soltó y comenzó a golpearlo mientras continuaba llorando.

-…Yo no quería esto… cualquier otro pendejo fue menos hiriente que tú en la cama… pero ¡yo soy el único imbécil!...- dijo y entonces antes su intentos fallidos de golpear al mayor se detuvo agachando la cabeza y apretando los puños con tal coraje y dolor que Sakura hubiera preferido que lo golpeara a que se pusiera así.

-Yo soy el único imbécil… que creí realmente… que serías diferente. Que no me di cuenta que no soy la jodida Julia Roberts en mujer bonita... yo no era así, yo nunca me creí esas estupideces y tuviste que llegar tú a joderlo todo… y te odio… te odio con todo mi corazón… te odio…- dijo casi sin voz entonces y Sakura se sintió morir.

Caminó hacía él tratando de abrazarlo al verlo tan débil, tan devastado, pero con tan solo nombrarlo Hyde volvió a agredirlo.”Lárgate” le gritaba una tras otra vez y lo empujaba hasta la puerta de salida. Sakura trató de disculparse, de decirle algo coherente… de deshacer todo lo que le había hecho… pero lo único que pudo hacer fue salir de allí tras escuchar el azotón de puerta y escuchó como Hyde resbaló por la puerta y lloraba de una forma tan dolida que Sakura deseo jamás haber aparecido en su vida.