~Sakura
- Siéntate por favor
– me pidió Oishi cuando entramos en su oficina esbozando aquella sonrisa
sarcástica que yo ya conocía. - Tetsuya me comentó que te estás quedando en
casa de Hyde, supongo que para eso quieres hablar – dijo sin darle vueltas.
- Así es – le respondí en tono seco, no
me entretenía en lo más mínimo la situación. – pero no es eso lo que…
- Supongo que nadie más pudo recibirte
y a Hyde no le quedó otra opción. – Me interrumpió. El tono que usaba me dejaba
en claro que le molestaba la idea. - debe ser difícil para ti para vivir con
alguien que no habla y difícil para él compartir con alguien que hace demasiado
ruido.
- ¿A qué quieres llegar? – le pregunté
de la misma forma en que él me hablaba, sin rodeos.
- A que puedo ofrecerte un departamento
para ti solo mientras grabamos, y en nombre de la empresa, claro está. Ellos
tienen demasiada fe en la banda y un gasto como ese es más que necesario si
queremos mantenerte aquí en el proceso creativo.
- No te preocupes.
- No, claro que me preocupo, no quiero
que estén incómodos, debo cuidar sus espacios de descanso. No se diga más, te
buscaré uno por aquí a no más de dos calles – se puso de pie y comenzó a caminar,
puse los ojos en blanco. Mi paciencia se acabó.
- ¿Quieres dejar a Hide solo por alguna
razón? – se detuvo de golpe justo en cuanto iba a abrir la puerta para salir.
No se volteó.
- Hyde. Su nombre para ti es Hyde. – el
tono autoritario que usaba Oishi me descolocó y no de forma precisamente
positiva.
- Tú decide como llamarlo tú, yo decido
como llamarlo yo. Y no gracias, estamos bien viviendo juntos. – se volteó
lentamente, por primera vez desde que lo conocía lo veía realmente con el
semblante molesto. Comenzó a caminar hacia mí.
- Hyde es un chico ingenuo Sakura, ha
requerido de la atención de muchas personas para que nadie se aproveche de él y
no confió en ti, te conozco lo suficiente para saber que no eres una influencia
decente y que tienes largo camino recorrido en todo lo negativo que se me puede
ocurrir.- sus ojos soltaban chispas. Me reí con ganas.
- ¿Quieres decirme que ahora pretendes
cuidarlo de personas que se puedan aprovechar de él? ¿Y en qué posición te
pones a ti mismo en esa lista? – cerró los ojos intentando contenerse – puede
que ni Tetsuya ni Ken tengan el valor de defender a Hide, pero a mí no me
quitaras de en medio con un simple “te compro un departamento”. No gastes tiempo
de tu vida ocupada intentándolo si quiera. Mientras esté yo, no te acercarás a
él, no dejaré que lo toques. – mi voz sonó más furiosa de lo que pretendí.
Oishi sonrió.
- Te gusta. –
concluyó. Cerré los ojos, no discutiría aquello con él.
- Jamás dejaré que te
aproveches a amenazas de alguien en frente de mis ojos, y es exactamente lo que
estas haciendo. Conozco como trabajas, todos en Tokio saben que eliges por
calentura a tus representados, pero se te ocurrió la brillante idea de permitir
que Tetsuya me pidiera a mí formar parte de la banda, así que tus
manipulaciones no servirán de mucho.
- ¿Qué me quieres
decir con eso? ¿Qué tu tienes más poder que yo?
- Si yo te
denunciara, tus jefes me apoyarían a mí. Así que no me hagas hacerlo.
- ¿Quién te crees…? –
no terminó de hablar, se quedó callado pensando sosteniéndome la mirada.
- Ya te dije todo lo
que quería decir, sigue con tu “ocupada” agenda.
Salí de allí sin
voltear. Él no dijo nada más ni tampoco me detuvo.
Fui al baño antes de
ir con los chicos donde me lavé la cara haciendo un esfuerzo por esconder mi
furia. Respiré agitado un par de veces, tener una guerra con Oishi no era
precisamente el escenario que me hubiera planteado hace un par de semanas, pero
Hide lo valía. De solo recordar sus ojos con miedo me hacía querer destripar a
nuestro mánager.
Respiré profundo
varias veces antes de volver al estudio.
Cuando me decidí a
entrar luego de un par de minutos tras la puerta, de inmediato todas las
miradas fueron hacía mí, pero ignoré con todas mis fuerzas los ojos grandes y
asustados que me observaban desde mi derecha. Sentía que me delataría
observarlo.
-
Oh, Sakura, ¿Qué pasó? – me preguntó
Tetsuya mientras me sentaba en frente de la pantalla para revisar los avances y
así distraerme para responder en un tono que le quitara importancia al asunto.
-
Nada, solo debía conversar sobre unos
asuntos con Oishi, pero nada tenía que ver con la banda – hice un esfuerzo en
sonreírle y él me sonrió de vuelta. A su lado, los ojos de Hide miraban
dudosos.
-
¿Ves? – le dijo Ken-chan a Tetsuya -Te
dije que tenían asuntos pendientes – lo dijo en tono sombrío, me reí despacio
de él.
-
No era la gran cosa la verdad, no se
preocupen – insistí, luego me concentré en anotar los tiempos avanzados – Bien,
terminemos con Flood of tears – les propuse, dos de ellos asintieron.
-
Hide es tu turno – le pidió Tetsuya. Él
lo miró preocupado y nervioso, vi sus manos frotarse, suspiré… no me hacía
gracia que estuviera preocupado por lo que había pasado… Quise reconfortarlo,
pero no supe cómo.
El
pequeño fue hasta el estudio para comenzar a grabar, pero se notaba algo
tímido. Observó la habitación confundido… parecía un niño buscando a su mamá.
-
¿No sabe que no nos puede ver desde el
otro lado del vidrio? – preguntó Ken-chan.
-
Parece que no… - dijo Tetsuya. Hide
observó el micrófono preocupado. – se ve muy perdido… Ken-chan hazte a un lado,
le hablaré por el altoparlante.- me dio una punzada de culpa en el estómago,
probablemente estuviera preocupado por lo que sucedió con Oishi.
-
¿Hide sucede algo? – pregunto Tetsuya,
pero este negó con la cabeza. Sus ojos buscaron por toda la habitación algún
lugar donde dirigir la mirada, aquello me enterneció. - ¿No te sientes
preparado para grabar? –bajó la mirada. Tetsuya soltó el altoparlante – Mierda…
no es un buen comienzo.
-
Déjame hablarle – pidió Ken-chan
pasando sobre Tetsuya para usar el alto parlante.
-
¿Qué le dirás? – preguntó, pero Ken no
le respondió y le habló a Hide – Hide, arg… Hyde, si no quieres grabar ahora,
no importa, solo haz una seña y seguimos con el resto.
-
No sería bueno que se quedara atrás –
se opuso Tetsuya.
-
Calla – le ordenó Ken. Yo no me
entrometí, incluso cuando me miraron pidiendo apoyo volteé el rostro
autoexcluyéndome – No hay caso con forzar la voz, si queremos explotar el
potencial del enano debemos respetar sus tiempos – luego se dirigió
notablemente a Hide – Puedes dejarlo para más tarde no pasa nada.
Hide
arrugó el ceño y finalmente asintió.
Ken-chan soltó el botón del altoparlante, Hide salió de la habitación.
-
No podremos terminar sin él, supongo
que lo sabes – le reclamo el bajista.
-
Tet-chan, déjame hacer las cosas a mi
modo – tomó su guitarra y un cuaderno siguiendo a Hide.
-
¿Dónde vas? – le pregunté,
entrometiéndome por primera vez.
-
A quitarle los nervios al enano,
¿Saben si hay otro estudio disponible que podamos usar?
-
¿Van a grabar por separado? – Tetsuya
no estaba para nada feliz.
-
La sala de en frente es un estudio
igual que este, si pusiste atención no tendrás problema en grabar con el
equipo, es exactamente igual a este.
-
Gracias Sakura – volteó hacia Tetsuya
– Volveré con el enano relajado y tal vez con la canción terminada también. –
Tetsuya asintió rendido, no le quedaba de otra.
Cerró la puerta y
entonces nos quedamos solos, miré a Tetsuya que parecía frustrado.
Suspiró antes de
hablar:
-
A Ken-chan le entusiasma grabar con
Hyde – me comentó. – Cuando se conocieron, desde el primer momento tuvieron una
buena conexión musical.
-
Si… ya había notado que estaba
emocionado por ello… Tetsuya… - lo miré queriendo preguntarle muchas cosas.
-
Dime
-
¿Cómo conociste a Hide?
-
Realmente no le dirás Hyde ¿verdad?
-
No. – respondí levantando los hombros,
sin darle importancia. Tetsuya sonrió.
-
Bueno, en un bar, un día cualquiera. Fui
con unos amigos y tenía de hacía varios meses atrás la idea de formar una banda,
pero no encontraba a las personas indicadas… entonces cuando escuché a Hyde en
el escenario aquella vez, supe que sería perfecto… Además fue como una
coincidencia grande de la vida…
-
¿A qué te refieres con coincidencia?
-
Hyde era solo el guitarrista de la
banda, pero ese día se había enfermado el vocal así que él lo reemplazó y fue
por eso por lo que lo escuché.
-
Oh.
-
Si… esa casualidad creó todo este
sueño que tenemos ahora… - se quedó mirando el tejado con nostalgia.
-
¿Y desde entonces te gusta? – me miró
de forma brusca y con los ojos muy abiertos, luego observó hacia la puerta. Intuí
que creía que alguien podría escucharnos.
-
Eso… no sé ni por qué te lo dije… no
es un sentimiento tan grande o algo por el estilo solo que… a medida que conocí
a Hyde me enterneció mucho. Supongo que también te ha pasado lo mismo, ¿no?
-
Eh… - Tetsuya se río de mí.
-
Eso es lo que tiene… Esa forma tan
inocente de comportarse atrae… y no siempre a las buenas personas… - supe que
lo decía por Oishi.
-
Y nunca… ¿Intentaste algo con él?
-
¿Con Hyde? – asentí – No, claro que
no… además de que yo no le gusto, al comienzo pensé que si – comentó más animado
– pero luego me di cuenta que solo se alegraba de tener a alguien que le
dedicara tiempo, ya sabes, como no habla no suelen darle mucha atención … También
noté que rechazaba cualquier contacto físico que pudiéramos tener, entonces
supe que no le gustaba… y gastaba demasiado tiempo en él – dijo en forma de
excusa, más para él mismo que para mí - Y… eso me desenfocó un tiempo de mis
metas.
Lo
miré con curiosidad, realmente Tetsuya era el tipo de persona que cumplía sus
metas a costa de lo que fuera, incluyendo sus intereses propios.
-
Sakura-san, creo que mejor deberíamos
grabar.
-
Dime Sakura, ¿Qué tienen todos ustedes
con tratarme así? – Tetsuya rio.
-
Está bien… Sakura, pongámonos a
trabajar.
Continuamos
trabajando en las próximas canciones, cada uno se dedicó a su instrumento y a
grabar por separado por alrededor de 3 horas en las que no se asomaron ni
Ken-chan ni Hide ni una sola vez. Pensaba no molestarlos, pero tenía mucha
curiosidad de qué estaban haciendo, sobre todo quería saber cómo estaba Hide.
La ansiedad me consumía hasta que se me ocurrió una idea.
-
Tetsuya iré a comprar algo para comer,
ya vuelvo.
-
¿No que habías traído municiones?
-
Si, pero quiero un café.
-
¿Quieres que te de dinero para que
compres para todos?
-
No te preocupes, yo compro. – salí de
la sala antes de que insistiera.
Bajé por las
escaleras hasta la cafetera y pedí cuatro cafés y donas, sabía que a Hide le
gustaban las donas porque había visto varias cajas de ellas en la basura. De
subida saludé a un par de conocidos y al llegar a la sala donde se suponía que
estaban Hide y Ken, toqué la puerta dos veces. Comencé a ponerme ansioso a
medida que se tardaban, de pronto Ken-chan abrió la puerta teniendo sutil
cuidado en no dejarme ver nada más que a él.
-
Dime – me dijo mirándome con
curiosidad. Le mostré la comida.
-
Les traje algo para comer – lo miró y
tomó dos cafés además de una de las cajas de donas.
-
Gracias… ¿Viniste a hacer presión? –
me preguntó una vez que sostuvo bien las cosas.
-
No, para nada – intenté mirar más allá
de la puerta, pero él movió su cuerpo dejando en evidencia que no pretendía
dejarme mirar – solo quería saber cómo estaban. - No contestó, solo agregó una
risa al notar mis intentos por ver a Hide.
-
Está bien, entendí – le dije con falsa
molestia – pero no se esfuercen demasiado los dos solos.
-
Si, si… gracias por la comida – me
dijo con prisa, me volteé frustrado y levanté la mano como despedida intentando
esconder mi rostro con molestia.
“Mierda, yo solo
quería verlo”, dije en mi mente antes de llevarle la otra bolsa con donas y
cafés a Tetsuya.
-
¿Pasó algo? – me preguntó cuando me
vio entrar.
-
No…
-
¿Seguro? Traes mala cara.
-
Solo que Ken-chan no me dejó
espiarlos. – Tetsuya se rio mientras comenzaba a comerse una dona.
Para cuando Hide y
Ken-chan entraron al estudio ya eran pasadas las 11 de la noche, estábamos
preparándonos para irnos.
-
Está lista – dijo Ken-chan. – Flood of
tears está lista y además nuestra parte de Tsuioku no joukei.
-
¿De verdad? – preguntó Tetsuya dejando
su mochila en el suelo, recibiendo la cinta de Ken-chan para escucharla de
inmediato. Hide se estiró y luego bostezó, lo miré con una sonrisa y al
observarme se ruborizó un poco, pero me sonrió de vuelta.
-
¿Todo bien? – le pregunté bajito a lo
que él asintió en silencio. De fondo comenzó a sonar flood of tears, con todos
los arreglos.
-
Mierda, me gusta – dijo Tetsuya.
-
Esa respuesta es la que quería – se
rio Ken-chan – Hide no se tardó nada en grabarla.
-
Aunque no podrán aislarse solos para
grabar todas las canciones… - comentó Tetsuya observando a Hide.
-
No lo arruines Tet-chan. – le regañó
nuestro guitarrista. Yo suspiré, Tetsuya realmente se comportaba como un padre mal
humorado. - ¿Tú qué opinas Sakura?
-
Creo que esta perfecta – dije sincero.
Ken-chan se acercó a Hide y le rodeo con un brazo.
-
Creo que si la banda no tiene éxito
nosotros dos deberíamos hacer un dúo… - le dijo en voz alta para que los demás
escucharan.
-
¡Eeeey! – les regañó Tetsuya, pero los
demás reímos. – Ahora escuchemos la
otra…
-
No Tet-chan esa déjala para mañana, es
solo una parte de ella y es demasiado tarde… además se nos puede ir el último
bus.
-
Estoy de acuerdo con Ken - le dije.
Tetsuya
suspiró dejándonos ir.
-
¡Hasta mañana! – gritó Ken-chan cuando
se subía en compañía de Tetsuya en el bus. Hide y yo permanecimos en la parada,
el pequeño alegremente se despedía de Ken con la mano, entonces me di cuenta de
un pequeño detalle.
-
Estas agradecido con Ken-chan, ¿no? –
me miró impresionado – se te nota en los ojos. – de pronto puso una cara
molesta probablemente porque yo estaba demasiado pendiente de él – parece que
te pones malhumorado tú también cuando estas cansado- con mis dedos le golpeé
la frente para borrar el ceño fruncido con el que me miraba.
-
¡Au! – dijo Hide de repente mientras
se sobaba la frente, lo miré con mucha sorpresa. ¿Había hablado?
-
Vaya, así que si sientes dolor si
puedes decir algunas cosas.- Infló las mejillas enfadado mientras continuaba
acariciando donde golpearon mis dedos. Me reí, no lo había golpeado fuerte pero
su frente se había puesto roja. - Me gusta tu voz – le dije sincero. Se
ruborizó.
Nos miramos unos
segundos a los ojos, y comencé a ponerme nervioso mientras ninguno desviaba la
mirada, entonces Hide en un movimiento rápido indicó que venía el bus.
Nos fuimos en silencio
en el bus. El camino no era demasiado largo pero tampoco corto para quedarnos
callados, miré a Hide para hablarle sobre cualquier cosa y entonces noté que me
miraba, por alguna razón su mirada me pareció extraña apenándome. Volteé el
rostro todo lo que pude para que no me viera.
“Mierda que
vergüenza… cálmate, cálmate”, de pronto unos dedos fríos se acomodaron sobre mi
mano y volví a mirarlo con impresión, pero esta vez fue él quien desvió el
rostro aunque sin alejar su mano de la mía.
Sonreí volteando la mano para sujetar la suya más cómodamente.
Cuando llegamos a la
casa Hide inmediato se agachó saludando con un abrazo a Samurai, que demostraba
su felicidad enseñándonos su barriga peluda.
- Estoy agotado… - le dije mientras estiraba,
sentía el cuerpo agarrotado por estar tanto tiempo sentado en frente del equipo
de sonido y mi cabeza estaba exhausta. Miré a Hide que también se veía cansado,
pero feliz. – Hiciste un buen trabajo hoy – volteó a mirarme sonrojado. Me
encantaba que aquello le sucediera… -
¿Te gustaría algo de comer? – la verdad era que no tenía hambre, pero sentía la
necesidad de preguntarle por cortesía. El negó con la cabeza – hum… ¿Y te
gustaría beber un té? – asintió. – Bien, lo prepararé y lo llevaré a tu
habitación entonces.
Él
tomó a Samurai en sus brazos y subió la escalera. Ya iba a ser media noche… fue
tan solo el primer día de grabación y me sentía cansado pero no tan solo
físicamente, él haber discutido con Oishi me había mantenido preocupado durante
todo el día. Coloqué a hervir el agua y preparé una bandeja para el té.
- Pero bueno él día ya está por acabar. –
susurré estando solo, de pronto Samurai llegó hasta mí frotándose en mis pies.
– hola gordo amigo, ¿Qué sucede? – cuando notó que lo miraba caminó hasta su
plato de comida que estaba vacío. - ¿Qué no Hide te dejó suficiente comida como
para un ejército de gatos? – le regañé, respondió con un “Miau” en un tono
inocente – Já… Samurai, a veces me da la sensación de que realmente entiendes
todo lo que te digo.- Volvió a responder con un “Miau”, lo miré con sospecha y
luego me reí de mí mismo, ¿En serio estaba creyendo que me respondía? Entonces
recordé cuando Hide creyó que realmente podía hablar con los animales y solté
una carcajada. – Convivir con ustedes me
está volviendo otra persona – le confesé al esponjoso gato mientras le servía
su comida. – oye calma, no comas tan rápido… - entonces vi que Hide estaba
apoyado en el marco de la puerta con la libreta en la mano, observándome. – Hola…
- le susurré – el té ya casi está.
Hide
me observaba con una mirada que parecía decir demasiado y al mismo tiempo no
pude descifrar, entonces me mostró que había escrito algo en la libreta.
“¿Que
sucedió hoy con Oishi?”
- Ya les dije, tenía que hablar sobre otros
asuntos que no… - su mirada me indicó de inmediato que no me creía nada – bien,
le dije que sabía sobre sus intenciones contigo. – me observó con los ojos muy
abiertos y confundidos. Comenzó a negar con la cabeza haciéndose el
desentendido – ni pienses en negarme ahora que te acosa– molesto escribió
nuevamente en la libreta:
“No
te entrometas en mis asuntos”
Aquello
no me lo esperaba. Lo leí dos veces y luego lo observé ofendido, ¿Qué no me
entrometiera? Continuó escribiendo.
- No esperes que me quede parado viendo como
ese tipo te manipula. – le dije mientras me observaba con ojos enfadados y
levantaba la libreta para que yo la leyera.
“Piensa
en la banda, yo estoy pensando en la banda”, me miró nervioso con los ojos
llorosos.
- ¿Entonces qué? ¿Ya decidiste que te
acostarías con él… por la banda? -
agregué lo último como una burla, él negó con la cabeza y agachó la mirada. –
Hide, no voy a permitir que él te haga eso…
- mi tono sonó como una disculpa, y es que realmente no entendía su
reacción. No esperaba un agradecimiento, pero definitivamente tampoco un ataque
por haberlo protegido. Volvió a escribir.
“No
puedo dejar que arruiné la banda por mi culpa”
Entonces
lo comprendí. Se sentía culpable y parecía estar dispuesto a pasar por todo
ello… por la banda.
- Hide…
- lo miré sin saber que decir, sus ojos estaban cada vez más rojos
delatando las lágrimas que luchaban por no caer, aun así continuó escribiendo.
“Tet-chan
necesita dinero para pagar el tratamiento de su abuela. Ken-chan dejó todo por
unirse a nosotros. Y tú…”
... La libreta tembló en sus manos, vi las primeras
lagrimas asomarse. Comprendí que estaba cargando con el peso de cumplir los
sueños de sus amigos y no pude evitar sentir un nudo en la garganta también.
- Ven aquí – le dije mientras me acercaba a él
y lo envolvía en un abrazo. Dejó la libreta caer pasando sus brazos por debajo
de mi chaqueta para abrazarme con fuerza, sentí sus puños apretados y su cuerpo
temblar mientras intentaba contenerse así mismo – tranquilo… - un sollozo le
hizo saltar los hombros y lo abracé con más fuerza, me sentí tan acongojado que
debí contenerme para no abrazarlo con la fuerza que necesitaba emplear para
hacerme sentir a mí mismo que yo lo protegería. – Escúchame, no necesitas
acostarte con Oishi, no debes hacerlo. Él solo te está mintiendo haciéndote
creer que ganarás algo si lo haces, pero no es así, haremos un álbum tan genial
que no habrá dudas de que tendremos los pies en la disquera con o sin Oishi.
Además… yo conozco a ese tipo, nada te asegura de que si haces lo que te pide
realmente cumpla su parte… - pensé seriamente en decirle que yo conocía a los
jefes de Oishi y que había trabajado con ellos, que tenía los contactos para
asegurar el recibimiento del álbum, pero si me jactaba de eso estaría obligado
a hacer uso de ello si es que el álbum fracasaba y no me gustaba para nada
tener que pedir favores porque la música no fuera suficientemente buena. Me
mordí la lengua y seguí devorándome la cabeza en razones para tranquilizarlo. –
Además… yo me sentiría muy mal si la banda triunfara solo porque nuestro vocal
se acostó con alguien, y estoy seguro que el resto tampoco. Los sacrificios
deben ser de todos y no pueden recaer solo en uno, y todo lo sexual ni siquiera
entra en discusión Hide… - de pronto el agua comenzó a hervir y sin soltarlo lo
arrastre junto a pasitos cortos para apagar el fuego de la cocina. Se rio de cómo
me moví, eso me alivió.
Permanecimos
allí abrazados varios segundos. Yo no lo quería soltar y parecía que él tampoco
a mí, sus manos en puño se soltaron en mi espalda comenzando a tocarla
suavemente, un poco más arriba y un poco más abajo en pequeñas caricias que me
desconcertaron.
- Hide… - él se alejó de mí para observarme
dudoso esperando que yo dijera algo por haberlo llamado, sus manos continuaron
en mi pero esta vez en mi cintura. No supe que decir.
“Extraña
forma de tocarme”, pensé sin el más mínimo sentimiento de desagrado. Al
contrario, hubiera preferido que no me soltara, pero ningún amigo me había
tocado así antes. Me desconcertó.
- …esto, ¿Quieres el té? – él asintió alejando
sus manos de mí para secarse los ojos llorosos. Sentí el corazón desbocado.
“Relájate…
relájate… relájate…”, me repetí varias veces en la cabeza mientras me
concentraba en no desparramar el agua hirviendo.
Cuando
logré servir el té nos sentamos en la mesita, él tenía a Samurai en las piernas
y lo acariciaba, aún tenía sus pestañas húmedas. Me dolía verlo así. Noté que
aún estaba pensativo, lo cual me molestaba profundamente… ¿De verdad pensaba
hacerlo?
- Por favor, no pienses siquiera la oferta de
Oishi porque yo no te permitiré hacerlo. Es más si lo haces estoy seguro de que
yo no podría permanecer en la banda. – me miró impactado, yo por el contrario
bebí un sorbo de té.
Bajó
la mirada y yo suspiré.
- Entonces… ¿No lo harás? – me miró dudoso –
porque si no eres capaz de prometérmelo no estaré tranquilo con mi permanencia
en la banda, y dudaré de si ocurrió o no cuando nos aprueben el álbum… No suelo
quedarme en donde no estoy cómodo. – sabía que lo que le decía sonaba como una
amenaza, pero necesitaba de forma desesperada que me asegurara que aquello no
ocurriría. - ¿me lo prometes? – él suspiró. Me miro pestañando varias veces
hasta que finalmente asintió. – Es una
promesa entonces. – estiré el dedo hacia él, se rio despacio por mi forma
infantil de cerrar la promesa pero con su dedo meñique envolvió el mío y se rió
antes de soltarlo. – espero que entiendas que no hay trato más serio que este –
bromeé mientras el volvía a reír… me encantaba verlo reír.