lunes, 18 de diciembre de 2017

JPoint March 2002









FRAU March 2002







Capítulo 3: Compañía

- Al contrario, estoy seguro de tí... No eres el tipo de persona que diría que me quiere sin estar seguro de ello.

Me sentí halagado al notar que aquella era la impresión que tenía de mí. No era precisamente algo que yo considerara cualidad, pero sí tenía verdad, nunca hablaba de sentimientos y si lo hacía, jamás con mentiras.

Sentí mi sonrisa reflejarse en su rostro y lo besé como llevaba meses queriéndolo hacer, dejando que mi lengua acariciara la suya hasta que la sentí dormirse y pudiendo notar como él sonreía entre mis besos. Se me escaparon murmullos y a él un par de gimoteos. Estábamos embobados con el nivel de excitación que nos provocaban nuestras manos acariciando sobre la ropa, Hide fue quien primero se atrevió a tocar por debajo de ella metiendo sus dedos por debajo de mi camiseta, buscando tocar mi espalda y afirmarse de ella para aprisionar mi cuerpo contra él enrollando sus piernas a mi alrededor. Cuando abrí los ojos para verlo y notar lo lejos que estábamos llegando, los nervios llegaron a mí; no tenía idea de cómo hacer el amor con un hombre.

- Te deseo...- susurró en mi oído. No pude evitar dejar escapar un "Mm" de excitación al escucharlo, mordí mi labio de inmediato buscando besar su piel.  Quité la playera que llevaba y sujete sus brazos por encima de su cabeza, luego bajé el rostro besando  su cuello, su pecho. Me incliné un poco al costado rozando  con mi nariz su axila sin notarlo hasta que él rió fuerte  luego de dar un pequeño saltito.  - No hagas eso... tengo cosquillas.- reí junto a él un poco hasta que observé su pezón. Jamás habría creído lo que me excitaría el pezón de un hombre, comparado con las mujeres, no creí que tendría demasiada gracia besar la anatomía masculina. Sin embargo las ganas por lamerlo me sorprendieron a mi mismo. Y eso mismo hice. - Aaaah - Hide inclinó su espalda hacía arriba mientras chupaba suavemente ambos. En tanto jugaba con ellos decidí tocarlo más bajando mis manos por su cintura hasta meterlas por debajo de su pantalón de pijamas. No llevaba ropa interior. 

- Estas húmedo... - le susurré alejándome de su pecho para observar su rostro mientras lo acariciaba. Lentamente moví mis dedos en su entrepierna escarbando por todos lados; primero sus testículos, luego su erección, subiendo y bajando la presioné contra la palma de mi mano. Lo observé morder su labio tras cerrar los ojos con las mejillas sonrojadas, estaba seguro de que sabía que lo miraba con atención. 

- Aaah...- Quise grabar su voz en mi cabeza. Quité sus pantalones por completo y en la oscuridad volví a buscar su erección, lo masturbé unos minutos más... De pronto llevó el dorso de su mano a su boca mordiéndola para evitar los gemidos, aunque aún así se escucharan sus suspiros en tonos altos. Lo miré fascinado. 

Me recosté sobre él besándolo y permitiéndole quitarme la camiseta, su actitud se había puesto algo más tímida pero sus manos continuaban tocando sin escrúpulos, hasta que llego bajo mi pantalón. Abrí la boca al sentir el tacto de su mano, su posición era algo incómoda, por lo que yo mismo me quité el pantalón y lo lancé a algún lugar de la habitación. Mientras lo hacía me  me pregunté si sería aquello lo que Hide querría, estando abajo no podía moverse tan libremente, pero yo quería que me tocara más. Él tocó con su mano  mientras observaba mi entrepierna, de arriba a abajo, de forma circular y presionando un poco la punta de mi erección. Yo lo miraba a él y dejaba que las sensaciones se acrecentaran por sus expresiones faciales, hasta que sus movimientos se tornaron rápidos y cerré los ojos.

- Ahh... no tan rápido... - le pedí cuando sentí el éxtasis crecer. Me lancé sobre él a continuar besándolo y abrazarlo, el roce de nuestras pieles desnudas lo sentí más intimo de lo que había experimentado antes.

Mis dedos rozaron su espalda, luego la parte baja de ella hasta tocar su trasero, levanto la pierna enrollandola con la mía y abriendo un poco aquella zona. Claramente ambos estábamos dejándonos llevar sin pensar en lo que hacíamos, por lo que no dudé en meter un dedo en aquella zona por donde creí que sería el lugar correcto.

- ¡Auch! Mmm... mierda, no, quítalo, duele- Hide se abrazó fuertemente a mí. Lo quité de inmediato.

- Lo siento...- tartamudeé.

- No, esta bien... sabía que dolería, solo que imaginé que podría soportarlo pero...

- Esta bien... - de forma estúpidamente protectora acaricié sus nalgas en una especie de consuelo. - No tiene por qué ser ahora... podríamos usar algo para lubricar en otra ocasión.

- Tú compras el lubricante - dijo con tono enfadado e infantil inflando sus mejillas.

- ¿Y yo por qué?

-Porque eres tú él que usará mi trasero, ¡ni siquiera me preguntaste! - escondió su rostro en mi cuello, no sabiendo comprender su actitud, decidí bromear.

- Oh. Esto... Hide, ¿Me permites usar tu trasero? -  reventó de la risa.

- Esta bien- ahora ambos reímos. - Pero sé cuidadoso. 

- Me portaré bien.

Continuamos riendo hasta que él se alejo de mi cuello para besarme y nos abrazamos. Acaricié su corto cabello cuando a mi mente llegó una duda. 

- Hide... ¿Por que el corte de cabello? 

- No quieres saberlo.

- Si quiero, cuéntame.

- Mm... - se abrazó a mi con más fuerza, escondiendo su rostro bajo mi brazo esta vez. - Una vez oí que si cortabas tu cabello, con él se iba todo el dolor que pudieras sentir. Hum... digamos que... yo estaba triste y... lo corté.

- ¿Tú lo cortaste?

- Si...

- ¿Y por qué estabas triste?

- Porque me sentía solo. Porque te quería a tí conmigo y tú no te acercabas. Porque... he llegado a odiar la banda por verte a tí allí, sin decidirte... y yo cada vez te quería más...

Enmudecí.

Me sentí egoista y culpable, pero sentí algo de enfado también.

- Oye, lamento todo lo que has sufrido y todo lo que te hice esperar, pero... prometo quererte, con la condición de que me prometas quererte a ti mismo.

- ¿A qué te refieres?

- A que te quiero y si estos sentimientos nos llevan a tener una relación, habrán muchos sucesos difíciles que deberemos enfrentar. Necesito que estés firme y por sobre todo, independiente de mí.- Hide se alejó para observarme, lucía ofendido. - No quiero que mi falta de reacción o mis acciones te afecten a tal nivel, quiero que antepongas tu bienestar a mí. Aquello me permitirá estar seguro de que pase lo que pase, estarás bien y así podre quererte libremente, sin ataduras ni dependencias, necesito que lo intentemos o esto no funcionará.

- Perdóname... - susurró volviéndose a esconder entre mi brazo y mi pecho. - por ser débil.

- No lo eres. Solo... debes aprender a quererte, entonces juro que pondré todo de mí para lograrlo.

- Lo haré - masculló antes de abrazarse a mí con fuerza. Era la primera vez que lo intuía tan inseguro de si mismo y aquello me hería, haría lo posible para que ni yo ni nadie pudiera dañarlo a tal punto de hacerse daño así mismo. - Sakura... 

- Dime

- Hueles a axila. 

- ¡Sal de ahí entonces! 


 Ambos reímos.

Hide se separó de mi cuerpo y besó mi nariz.

- Me gusta tu nariz.

- Es fea.

- No, de verdad me gusta, es característica. Si viera a alguien más con tu nariz me enamoraría de esa persona también. - Hide rió, pero yo me quede pensando en otro detalle de sus palabras.

- Así que enamorado, ¿eh? - Abrió los ojos como plato y desvió la mirada. 

- Ya duermete, ven. - Con sus manos tomó mi rostro guiándolo hasta su pecho. Debí agacharme para llegar a la altura de él. - Te acariciaré el cabello hasta que te duermas, así te callas un rato. 

- Sútil. - le comenté acomodándome. Coloqué mi rostro pegado a su estómago mientras el resto de mi cuerpo en posición fetal lo abrazaba. Me sentí protegido por su piel cálida. Sus manos acariciaron mi cabello con suavidad haciendo pequeños masajes en mi nuca. Sonreí. Estaba agradecido con la vida. Ya combatiría con todas mis inseguridades en un mañana, pero ahora quería sentir como nunca aquel presente. - Hide... también me enamoré de tí.

Solo escuché una risita nerviosa de su parte, antes de continuar con sus masajes.

- Buenas noches Ya-chan.

- ¿Ya-chan otra vez? Pensé que ya no te gustaba decirme así.

- Me molesta que los demás te digan así, es mi apodo para tí. Solo mío.

- Tonto infantil. - Levanté mi rostro para besar la piel de su estómago y luego de depositar un beso que le causó cosquillas, volví a mi posición anterior, para recibir más caricias en el cabello. - Buenas noches Hide.

Sentí sus caricias por largos minutos antes de que sus dedos se detuvieran y cayeran a un lado de mí. Me repuse para observarlo completamente dormido, entonces me acomodé junto a él y lo cubrí bien.

Aquella sería la primera de muchas noches en que mi compañía le quitaría el frío.













CD Data March 2002












WHAT´S IN February 2002