-Bueno, te diría que si para que te sientas orgulloso de mi pero no, solo hice el arroz y el postre, fresas con crema!
-Así que mi querida esposa, no es buena en la cocina?
-Cállate y come o nos divorciamos- ambos se rieron. Aunque el ambiente se relajó un poco, Kaz aun sentía la tensión a cuestas, más aun cuando Hyde se puso le tomó la mano por sobre la mesa, le miró con esos ojos profundos que pedían sexo y le dijo en voz suave y lenta.
-Listo para tu regalo?
-Ya? Tan pronto? No dijiste que a media noche?
-Bueno pero, puedes recibirlo también ahora no?
-Sí, si pero no será mejor a media noche?
-Pero yo quiero dártelo ahora!!- se puso de pie y fue hacia una vitrina de la cual extrajo una caja larga en color plata y la puso ante Kaz
-Este es tu regalo y deja de rechazarlo!
Kaz abrió la caja esperando ver algún condón, lubricante o algo similar pero cuando observó un hermoso reloj plateado con diminutas piedras adornando la carátula dio un gran suspiro de alivio el regalo de Hyde no tenía que ver con sexo así que todas sus preocupaciones se fueron en un instante.
Hyde la abrazó por el cuello y le besó la mejilla
-Te gusta?
-Me gusta mucho- lo sacó de la caja y se lo colocó con cuidado.
-Bueno ahora quítatelo porque no resiste el agua y debes lavar los trastes
-Que?!!
Luego de que terminaron de recoger la mesa, ambos fueron a dormir, Kaz se dio un baño para relajarse luego de haber estado nervioso todo el maldito día sin motivos. Cuando salió del baño observó a Hyde recostado en la cama viendo un programa de animales, sonrió y fue a sentarse a su lado secándose el cabello con la toalla.
-De que es tu programa?
-Animales apareándose.
-Que educativo- le sonrió metiéndose bajo las sabanas. Entonces Hyde apagó el televisor y encendió la lámpara acercándose peligrosamente a Kaz
-Y ahora viene la segunda parte de tu regalo - deslizó sus dedos por el cuello del guitarrista muy despacio, inclinándose para besarle forzando su lengua a entrar en los labios del otro. Kaz dio un respingo de susto cuando aquella mano de Hyde, bajaba de su pecho a su entrepierna de una manera tan lenta que le erizaba la piel. No podía ni corresponderle adecuadamente el beso, todo su cuerpo se tensionó de nuevo.
Hyde introdujo su mano bajo el pantalón deportivo de su amante y acarició sobre la ropa su miembro y entonces, Kaz le apartó bruscamente
-Que pasa?- preguntó confundido
-Ah! Es que olvide que deje el reloj en la sala, iré a traerlo.
-No! Puedes traerlo mañana, ahora estamos en otra cosa
-Lo sé pero ese reloj es importante, si? Iré por el- se puso de pie y acomodándose la ropa. Hyde le miró partir un tanto desubicado, sería que...¿sería que él no lograba excitar a Kaz? Quizás no le gustaba como creía, tal vez lo amaba pero no lo deseaba sexualmente, Hyde se hundió entre las sabanas preocupado, que iba a hacer si ese fuera el caso? No iba a presionarlo para que se acostara con él pero
Cuando escuchó que Kaz regresaba se recostó de lado, se cubrió con las sabanas y se hizo el dormido, le daba vergüenza hablar con él después de que lo había rechazado.
Kaz suspiró con calma al ver a su pequeño demonio dormir, se había salvado por esta vez pero no sabía cuanto tiempo más podría estar a salvo. Se recostó y apagó la lámpara, le dio un beso a Takarai en la frente y le abrazó por la espalda.
Por su parte, cuando estuvo todo en silencio y oscuridad, Hyde se aferró a las sabanas para que su llanto no se hiciera sonoro.
Se sentía mal porque pensaba que quizás Kaz estaba confundido y amaba a Hyde pero de una manera platónica, no como pareja, no sabía que podría hacer en ese caso.
Las lágrimas empaparon parte de su almohada hasta que se durmió sintiendo que el abrazo de Kaz antes reconfortante ahora le quemaba la piel