A veces ocurría así.
Sakura no estaba sorprendido.
Solían evitarse en lugares públicos, con desconocidos o conocidos a su al rededor, no bajaban la guardia, Hyde solía mostrarse educado pero distante si compartían el mismo espacio, incluso si estaban solos, siempre había cámaras. Se saludaban como si no se hubieran despertado juntos, pero eso se distorsionaba un poco cuando llevaban cuatro semanas sin verse ni hablar. Sakura ni siquiera se tensó cuando previo al concierto organizado para el cumpleaños 60 de Morrie, Hyde se sentó junto a él en el gran sofá del camerino y aprovechando la cercanía tocó el meñique de Sakura y lo envolvió con el suyo sin siquiera dedicarle una mirada a su rostro o a las manos que se escondían entre el gran abrigo negro de Hyde y los cuerpos juntos. Había más de treinta personas dentro, pero nadie lo notó.
Sakura conocía la tensión en los hombros de Hyde cuando estaba en el escenario, reconocía el cansancio en las bromas a sus staff, notó un par de rasguños descuidados que se dejó en el cuello al rascarse, algo usual cuando se disparaba su estrés.
No estaba asombrado cuando una vez solos en el auto Hyde se montó sobre su regazo y lo abrazó con tanta fuerza que le cortó la respiración.
- Todo está bien. - le susurró en la oscuridad al interior de su auto, no era un auto grande, pero solía estirar su asiento hasta el fondo para extender las piernas. Aún así, Hyde sentado sobre él tenía el manubrio presionándole la espalda. Suspiró sabiendo que no sería cómodo alargar más aquel momento de aclaración, había esperado toda la noche poder decirle esas palabras – Todo está bien.
- ¿Estás muy molesto?
- No, solo un poco.
- Oh… - Hyde no se movió. - ¿Aún puedo ir a tú departamento?
Sakura bufó y se le filtró una risa amarga.
Tomó el rostro de Hyde entre sus manos y lo alejó un poco de sí mismo para poder mirarlo a los ojos. Había pensado en decir algo, pero realmente no pudo contenerse de besarlo, el estacionamiento estaba lo suficientemente oscuro y solo para poder hacerlo sin prisas, Hyde arrastró los dedos por el cuello del batero y los enredó en el cuero cabelludo mientras profundizaba el beso.
Ah, Sakura había olvidado lo que podían hacerle cuatro semanas sin él. Sin pensarlo dos veces bajó la mano para moldear la parte baja de la espalda del vocal y empujarla más sobre sí mismo. El aroma del shampoo de Hyde le llenó los sentidos y tomó lo que se le permitiera, frotando sus manos desde las rodillas hasta los muslos de Hyde que estaban rodeando su cintura con fuerza, luego frotó un camino desde su cintura hasta su rostro, no sin antes detenerse en su pecho para intentar presionar los músculos, pero gruñó frustrado cuando el grueso abrigo de Hyde le impidió la tarea. Sintió la risa del vocal en el beso, y luego este se empujó hacía atrás para quitarse la molesta prenda, sin embargo en la tarea el sonido de la bocina del auto los impacto a ambos, que se miraron mientras el eco del sonido continuaba revotando entre las paredes del estacionamiento.
Ambos estallaron en risas y otro sonido del claxon se escapó, inmediatamente el vocal abandonó el regazo de Sakura.
- Solo vamos a casa… - soltó entre risas, Sakura quitó el freno de mano y encendió las luces, en el camino Hyde comenzó a hablar más relajado al notar que el batero aceptaba las razones por las que no había llamado, que básicamente se resumían en no haber estado solo en ningún momento. No le costó aceptarlo por una simple razón, y es que usualmente era el vocalista quien tenía más urgencia en contactarlo ya fuera solo para dar las buenas noches o en otras ocasiones escucharlo dormir, la falta de intercambio verbal debió haberlo hecho sentir demasiada distancia, especialmente porque Sakura no tenía la costumbre de entablar conversaciones largas mediante mensajería.
- Ya estás aquí, ya está todo bien.