lunes, 5 de junio de 2017

Capítulo 13: Moon Child - PARTE 4

Gackt abrazaba mi cuerpo y cubría gran parte de él con parte de su chaqueta. 

Y yo dejé ir el dolor de las dudas.

Extrañaba tanto a Kaz… sentía que tenía todas las razones del mundo para llorar. Extrañaba sus besos por la mañana, sus desayunos con un mensaje divertido en las comidas,  sus composiciones por toda la casa, cada una brillando por si sola, el olor de su cuerpo luego de tomar un baño, la textura de su piel… de sus manos, de sus parpados, de su cabello, sus labios… aquellos labios que yo deseaba tanto.

Extrañaba su voz, su risa, sus palabras cultas, su orden, la ropa ancha que amaba usar y yo vestía para dormir, los ataques de cosquillas, las miradas tiernas, sus abrazos que me brindaban una enorme sensación de protección, su cuerpo alrededor del mío por las noches, siempre enredando sus piernas con las mías, su brazo rodeándome y su respiración acompasada en mi oído.

Los latidos de su corazón que eran mi alimento emocional… ya no estaban.

Mi Kaz no estaba.

-          Hyde… - dijo Gackt confundido ante mis llantos cada vez más desconsolados. 

-          Siento miedo… dios, lo siento, lo siento por decirte esto a ti. No debes entender nada…

-          No importa, saca las palabras, la comprensión es lo de menos…  - Susurró de forma empática, sentía dolor en su voz también.              

-          Tengo miedo que al regresar nada vuelva a ser como antes.- confesé entre sollozos.

-          ¿El venir aquí significo un gran sacrificio, no?

-          Al comienzo no lo era Gackt-chan… al menos eso parecía… pero en el último momento… todo se salió de control… fue mi culpa.. no poder mantenerlo tranquilo, no poder… retenerlo conmigo.

-          Si debes esforzarte y cambiar tu estilo de vida para retener a alguien es porque definitivamente tu vida no es apta para compartirla con ella. – Aseguró, sin embargo en aquello yo no estaba de acuerdo.

-          Gackt-chan observa nuestra vida, giras de duración de 5 meses, semanas y semanas de viajes, no estás en todo el día desocupado, si no son grabaciones lo que hay que hacer, son sesiones de fotos, publicidad, entrevistas, siempre hay trabajo, siempre hay que posponer la vida a un segundo plano, entonces quien es apto para ello? Hasta nosotros nos perdemos a nosotros mismos en el camino… y cualquiera diría que renunciamos a la vida y nos entregamos a la soledad para poder mantener la fama… dios, no sé si soy capaz de ello… tal vez si no me hubiera enamorado nunca o si no viera mi vida tan perfectamente clara y feliz con esa persona, estaría bien, no tendría demasiado a lo que renunciar pero no puedo, no entiendo, no me siento lo suficientemente fuerte para enfrentarme a una vida sin él.

-          ¿el? Es… el chico de la fiesta ¿no?

-          Si, es él. – le confesé sintiendo más confianza de la que era consciente.

-           Vaya… ¿son novios?

-          Lo éramos antes de que yo viniera aquí.

-          Terminar una relación contigo se me hace imposible Hyde, ¿Quien terminaría contigo?

-          Alguien a quien no le interesa que yo sea famoso, y ese es Kaz.

-           Realmente lo aprecias.- dijo Gackt sorprendido.

-          ¿Apreciarlo? Eso se queda corto.

-          Bien… si no es opción para tus infinitos sentimientos de amor observar una vida prospera amándote a ti mismo más que a cualquier otro, mi trabajo como amigo es animarte a que intentes conservar tu relación.- Dijo poco convencido de sus palabras, pero sonriente, atento y amable. Luego trago saliva y agregó con un leve sonrojo.- pero Hyde, por favor, no olvides quien eres y cuanto vales.

-          Dios, coloca eso en el dialogo de la película y te juro que vomito.  – le dije riendo, aun con lagrimas en los ojos.

-          ¡Debí escribir que te enamorabas de mí! – dijo eufórico en forma de broma.

-          ¿Eh? ¡No hubiera aceptado el papel! – le dije riendo.

-          ¡Bésame Kei! – dijo riendo junto a mí estirando sus labios hacía mi rostro, yo de inmediato me aleje y él se puso de pie para perseguirme, entonces corrí. Sin darme cuenta, las risas aliviaron los dolores poco a poco.

Así continuó el rodaje. Las lágrimas se sustituyeron por risas, pero los sueños y los anhelos no disminuyeron, las esperanzas ante espera de una llamada por parte de Kaz no dejaron de ser la parte más importante de mi día. Sin embargo, Kaz no llamó.