lunes, 5 de junio de 2017

Capítulo 13: Moon Child - PARTE 2


Habíamos grabado una pre escena… quería comprobar si es que yo era capaz de concentrarme hasta el punto de sentirme alguien más y poder protagonizar el personaje que Gackt había creado.

Leí infinidades de veces el guión y me creé una personalidad ficticia que debía seguir como Kei. Me parecía divertido, aunque me asustaba arruinar una producción tan grande por mi falta de talento y experiencia en el ámbito. Sin embargo, al finalizar la pre escena todo el estudio comenzó a aplaudir, lo que me hizo pensar que tal vez no era tan malo.

Gackt mantuvo sus alabanzas constantes hacia mi persona “Hyde tiene buena voz” “Hyde sabe tomar buenas decisiones” “Me encanta la personalidad de Hyde” “Hyde tiene talento para todo” y continuaba la lista… me sentía algo impostor, no creía ser todo lo que él decía de mí, pero había algo en él, que me convencía de que el realmente pensaba aquello de  mí. Parecía sincero. Parecía inofensivo.

Comenzamos a grabar, como emocionalmente me sentía destrozado, hacía todo lo posible por mantener la mente ocupada, me sumergía en el personaje de Kei y apagaba los sentimientos de “Hideto” para sentir las emociones del vampiro, entonces todo resultaba más fácil de llevar. Tal vez sólo por aquella razón el rodaje parecía ir bien. Yo parecía cumplir con las expectativas. De Gackt, del director, de todos. Al menos así me sentía.

Por las noches todo resultaba más difícil de sobre llevar. Extrañaba a Kaz, me dolía que no hubiera llamadas y me negaba a mi mismo la oportunidad de llamarlo yo. Tal vez sólo lograría molestarlo, recordarle mis acciones que lo decepcionaban constantemente… aquello me dolía. Más de lo que me dolía su falta, me dolía ser yo el causante de sentimientos tan negativos en él.

Con la mente llena de gritos y suplicas hacia Kaz intentaba dormir todas las noches… sólo quería una llamada… una pista de que aun mi presencia le era necesaria…
Lo necesitaba…

Comencé a dormitar mientras pensaba en las posibilidades de que podía hacer… pedirle a mi manager contratar un detective privado para vigilar a Kazu y mantenerme al tanto de como estaba era una opción seria en aquel momento, pero estaba seguro de que mi manager me detendría e intentaría llevarme al psicólogo antes de contratar un detective. El había sido testigo de mi desesperación por la falta de Kazu en más de una ocasión, y al igual que yo intentaba por todos los medios saber algo sobre él para calmarme aunque fuera de forma mínima.

Continué analizando posibilidades cuando sentí el ruido de la puerta abrirse, me sentía más dormido que despierto cuando abrí los ojos y vi una sombra acercándose lentamente a la cama.

Pegué un salto.

-          ¿Gackt-chan?- pregunté asombrado al diferenciarlo por su altura.
-          Estas despierto…- susurró               

-          ¿Qué pasa?- vi la hora en el reloj que estaba junto a la cama. – Son las 4 de la mañana… ¿sucede algo?

-          No puedo dormir… pensé en que quizá quisieras ir a caminar conmigo.

Me senté en la cama y prendí la luz de la mesita junto a la cama. Entonces lo vi, tenía sus ojos un poco hinchados y las expresiones de su rostro eran dulces. Se veía un poco pequeño con sus pantalones de pijama.

Ambos parecíamos estar pasando por un mal momento.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

-          ¿A caminar a esta hora? -  No me atraía la idea de salir, hacia frio.

-          Si… o sólo conversar tomando una cerveza…- susurró mirándome con un gesto raro en su rostro… “Que extraño es él” pensé con agrado.

-          ¿Qué quieres exactamente?- le pregunté mirándolo a los ojos.

-          Conversar.- dijo sincero.

-          Perdona Gackt-chan pero tengo mucho frio para levantarme… ¿por qué no te acuestas al lado mío? – le sonreí algo tímido, no quería que se lo tomara como una invitación a sexo, que no me cabía duda que eso podía pensar.-No pienses mal.- le dije riendo al ver su expresión de impresión.

-          No pude evitarlo lo siento… okey iré por algo de comida, hazme un espacio en la cama.

“¿Que estoy haciendo?” me pregunté a mí mismo.

Definitivamente intentaba ser amigable con alguien que parecía estar igual de vulnerable que yo, o tal vez yo también quería compañía.

Le hice espacio en la cama, moviendo mi cuerpo hacia la orilla que daba al rincón de la pared.
“A Kaz no le gustaría esto…” pensé.

Gackt llegó con un par de vasos para sake, botellas y paquetes de aperitivos… entonces acomodó todo mientras se metía en la cama. Sentí el roce de sus pies fríos.

-          Está bien, ahora… cuéntame de ti.- dijo un poco ansioso, se veía feliz, no como en el momento en que me pidió que conversáramos.

-          Eres tu el que quería conversar… ¿de qué es?- el sirvió el sake.

-          No, no, no, no, no. Primero tenemos que entrar en confianza. – yo me reí de la manera en que hablaba como un borracho.

-          Ten.- dijo dándome un vaso de sake.- bien… ya buscaré tu biografía en internet, pero por lo que tengo entendido eres muy reservado.

-          Lo intento.- le dije para luego beberme todo el sake.- aaaarg! .- dije enseguida que lo termine, sintiendo la quemazón en la garganta por el licor. El rió.

-          Te estás esforzando…- él se reía por mi reacción, luego el bebió y su rostro al terminar de beber fue el de un niño comiendo limón por primera vez. Yo reí.

-          Tu esfuerzo no está mal…- le dije mientras estiraba el brazo para sacar un poco de comida.

Conversamos durante algunas horas sobre nosotros, detalles sobre cómo iniciamos en la música, detalles que tal vez nunca diríamos en una entrevista. Después de un rato, la conversación tomó un aspecto mucho más íntimo. Le conté algunas cosas que ni siquiera mis amigos más cercanos sabían, el reía con mis historias, parecía asombrado de lo que yo le contaba. A ratos también contaba algo gracioso y yo escondía el rostro con la almohada para que mis fuertes carcajadas no fueran oídas por el resto de los que dormían en la casa.

-          Eres mucho más sencillo de lo que imaginé. – susurró en tono agradecido.

-          Tú no eres serio como yo imagine… - le reconocí.

-          Tengo sueño.- dijo de repente, su cabeza comenzó a caer de a poco.

-          Waaa, ¿siempre te quedas dormido así de rápido?

-          Si.- dijo algo adormilado

-          Bien. Entonces a dormir. Acomódate.- por inercia esperé a que se acomodara en la cama y tapé su cuerpo con la colcha. Yo estaba acostumbrado a dormir con amigos, en mi infancia mientras acampaba con ellos compartíamos las camas inflables para dormir entre tres o cuatro personas, porque no teníamos más.

Mire a Gackt-chan por unos momentos, el se quedó profundamente dormido en muy poco tiempo. Yo me acomodé junto a él y cerré los ojos. Sin embargo no pude dormir. Me di cuenta de que lo más probable era que no hablamos del tema que a Gackt le molestaba o por el cual quería conversar, aunque tal vez sólo quería distraerse con una charla entretenida. No lo sabía pero mi mente estaba demasiado despierta.

Comencé a pensar en Kaz. “¿Qué estarás haciendo amor?” dije en mi mente, esperando que la respuesta viniera de algún lado por complot del universo. Luego de lo que fue un largo rato de pensamientos de preocupación por mí Kaz caí en un sueño profundo.

Cuando desperté con la luz del sol en la cara, Gackt-chan estaba abrazado a mí… de una manera extraña.

Sentí un peso en mi entrepierna, su mano estaba allí.

“Ay dios, esto es extraño.” Pensé.

Retiré su mano y él se quejo un poco, en mi interior creí que estaba despierto y lo miré un poco dudoso.

Entonces se me ocurrió empujarlo y botarlo de la cama.

No analicé lo que hice, simplemente lo hice, esperando que él, si estaba despierto no cayera de la manera tan brusca en que realmente cayó al piso.

“Ho- ho” pensé.

Entonces decidí hacerme el dormido. “Si realmente eres tan buen actor como para participar en una película, que no se note que estas despierto” me dije regañándome ante mi estupidez y con muchas ganas de reírme de mi mismo.

Mantuve los ojos cerrados mientras escuche susurros como “Ay… ¿qué paso?” luego escuche la puerta. Pasó un rato antes de que me decidiera a abrir los ojos, Gackt se había ido. Entonces me reí para mis adentros, le había causado una caída mortal.