~ Ken
Aburridos y hartos de esperar, decidimos
empezar a revisar las canciones con el enano mientras esperábamos que Sakura
regresara o se hiciera la hora de la reunión, lo que sucediera primero.
Mientras más tiempo pasaba y más cerca estábamos de la hora, más sentía los
nervios aparecer, pero no podía dejar que se me notara frente a ellos.
- Creo que en esta parte podríamos
subir más la velocidad – acotó Hyde, yo apunté en una libreta los segundos en
donde quería cambiar la canción.
- Anotado – de pronto escuchamos que
tocaron la puerta de forma melodiosa– Ese es Sakura– me levanté y por la
ventana de junto a ella vi varias siluetas. Tragué saliva. En cuanto abrí, vi a
los chicos de Die in Cries acompañados por Tetsuya y Sakura.
- Nos encontramos todos a la entrada –
me dijo Tet-chan mientras pasaban.
- Hola… Bienvenidos – intenté parecer
ligero y cómodo al recibirlos, pero en cuanto vi el rostro de Yukihiro al final
de la fila se me hizo difícil disimular. Con esfuerzo le dediqué una inusual
sonrisa, él me la correspondió con otra que parecía entre sorprendida e
incómoda. En cuanto volteé los ojos de Hyde me observaban cuidadosamente, me
sonrió y les pidió a todos que se sentaran. ¿Quizá hubiese notado algo, tal
cual lo había hecho Sakura? Me sermoneé mentalmente, debía tener más cuidado.
- Trajimos cervezas y un par de botanas
- dijo Kyo con aquella actitud de
seguridad que solía tener.
- Dámelas, yo las serviré. ¿Debo
colocar las cervezas en la nevera?
- Nah, están frías, las compramos aquí
abajo –
- Mejor – le respondió Sakura frotándose
las manos - ¿Nos dirán qué sucede?
- Sakura calma… - le pidió Tetsuya, yo
fui hasta la cocina y comencé a buscar platillos y vasos. Estaba arrodillado
con la mitad del cuerpo dentro de la alacena cuando escuché su voz.
- ¿Necesitas ayuda? – al levantarme me
di un cabezazo con el mueble.
- Mierda… - Yukihiro rió– Me asustaste…
- Eso sonó feo. ¿Estás bien? – se
agachó junto a mí. Inconscientemente me alejé por la cercanía.
- Si… - froté mis dedos en la zona en
que me había golpeado sintiendo algo de humedad, suspiré. Si no me controlaba
terminaría muerto a causa de mis nervios. Lo miré con atención, parecía algo…
deprimido. - ¿Pasa algo?
- ¿Algo?
- Te ves… ¿preocupado? – no me atreví a
decir triste.
- Ah… No es nada. Dame los platillos,
los llevaré. – se los tendí, él se puso de pie y se marchó. Bufé molesto
pensando en que había arruinado una oportunidad de hablar a solas con él. Lo
seguí llevando los vasos y ubicándolos en la mesa.
- Bien, ya estamos todos. Los escuchamos.
– sentenció Hyde, luego se levantó del sillón para dejarme sentarme allí y él
sentarse en el suelo. Coloqué la mano en su cabeza en agradecimiento por su
gesto.
- Kyo, tú diles. – le pidió Shin, quien
se veía mucho más serio que la noche pasada, entonces observé a Yukihiro tener
la misma expresión que su amigo. Se formó un silencio incomodo, Tetsuya y
Sakura se miraron entre ellos.
- Bien… – dijo finalmente Kyo con su
usual actitud y voz de líder. – La banda se acabó. Nos disolveremos en un par de
meses- más silencio – Aún no tenemos fecha precisa, pero creemos que lo mejor
que podemos hacer… como agradecimiento a nuestros fans, organizaremos un último
tour, y queremos que ustedes sean parte de él. ¿Tocarían con nosotros?– preguntó
eso último con algo de prisa notablemente incómodo.
- Claro que sí – respondió Tetsuya
instantáneamente. Me molestaba muchísimo su ausente interés por tomar nuestra
opinión antes de responder.
- Supongo que están seguros… - Sakura
se veía preocupado. De reojo miré a Yukihiro, su rostro serio no me dejaba
saber si estaba realmente triste o molesto como había ocurrido hace un momento
en la cocina.
- Sí – le respondió Kyo.
- Él está seguro- de pronto dijo Shin
tomando su vaso y dándole un largo trago como para desviar la atención. Kyo se
quedó callado y ninguno de los otros objetó nada al respecto tampoco. Nosotros
nos miramos disimuladamente, sorprendidos por el tono en que lo había dicho,
pero las cosas estaban más que claras. Tetsuya carraspeó.
- Como sea… Pueden contar con nosotros,
será un placer estar ahí- sonrió finalmente.
Durante varios minutos nos dedicamos a
discutir los detalles del tour, las canciones que donde querían que los
acompañáramos y un par de las nuestras que querían tocar, era necesario que lo
habláramos de inmediato puesto que el tour que se nos veía nos mantendría
demasiado ocupados. Hyde los ayudó con
la creación de un logo para la gira, él y Takashi se sentaron a hacer bocetos y
conversar, eran parecidos en gustos.
Shin y Yukihiro eran notablemente los más cercanos, si uno de los dos
daba un paso, él otro inconscientemente daba otro hasta acomodarse lo
suficientemente cerca, sentí un poco de celos de Shin solo al notar lo cómodo
que parecía Yukihiro cerca de él.
- Mi
novia conoce a la tuya. – le comentó Kyo a Sakura.
- ¿Ah?
– Sakura, que estaba concentrado hablando con Yukihiro sobre tambores, se
volteó para darle atención al vocal.
- Akane
se llama ¿no?
- Ah…
no – negó de inmediato – Ya no somos novios…
- Oh…
lo lamento, dije algo imprudente.
- No,
está bien – Sakura sonrió. De reojo ambos miramos a Hyde que estaba concentrado
sin escuchar lo que hablábamos.
- ¿Y
el resto tiene novia? – preguntó en general a nuestra banda.
- Ken-chan
tiene – me apunto de repente, lo miré nervioso.
- No…
ya no.
- ¿Eh?
¿No estabas tan enamorado, señor posesión? – Sakura levantó las cejas y negué
enojado, nadie quiso decir nada más. Yukihiro evitó mirarme pero pude ver su
ceño fruncido. ¿Estaba enfadado? Suspiré, sería mejor decir algo al respecto, o
así lo sentí al menos.
-
Quería más a su perro… De todas maneras, ya terminamos hace varios días,
solo olvidé comentarlo. No era importante– Sakura me miró extrañado. Sí, yo no
solía admitir que tenía sentimientos por nadie como se lo había dicho aquella
vez, pero le rogué con la mirada que dejara el tema. Afortunadamente pareció
entenderlo, pero Kyo…:
- ¿A qué te refieres con que quería más a su
perro?
- ¿Eso no es normal? Al menos mi madre quiere
más a su gato que a mi padre – agregó Tet-chan, reímos por su confesión.
- Creo que lo suyo no era tan normal. Verás…
– le expliqué – en cuanto aparecía su perro ella decía “¿quién es mi bebe?”, y
comenzaba a darle besos al perro y el perro a lamerle la boca, y ella la abría
y aarg… – me revolví asqueado, todos me miraron de la misma manera – Les digo
que no era normal.
- Entiendo – dijo Kyo – Lo besaba con más
pasión que a ti.
- Tal vez solo le gustaba lo jugoso – dijo de
manera sugerente Sakura - Es decir si besaba así al perro, tal vez como te
besaría el…
- ¡Sakura! – lo calló Hyde haciéndonos reír.
- De todas maneras eso suena muy extraño… - Kyo
continuó mirándome asqueado, entonces Shin miró a Yukihiro, algo en su mirada
me hizo creer que le decía: “esta es mi oportunidad”.
-Si hablamos de cosas inusuales para terminar
una relación, no creo que puedas hablar demasiado… - Shin se cruzó de brazos al
hablar.
- ¿De qué hablas? – lo miró sin comprender.
- De la ex novia que tuviste, esa que te
terminó porque tuvo que llegar caminando al motel ya que no quisiste pagar un
taxi. – Shin se divertía.
-¿Qué? – repetimos casi al unísono los
cuatro.
-Oye, yo no tenía dinero en esos tiempos. –
se excusó.
-No bromees, ni ahora lo hubieras hecho –
continuó Shin.
-Ahora tengo auto– se defendió. Estaba claro
que los chicos querían molestarlo, pero él no se veía divertido con el asunto.
- De todas maneras, tenías el dinero para
pagar el motel, eso es algo – quiso salvarlo Tetsuya, pero pareció arruinarlo
cuando Yukihiro se rió aún más fuerte en cuanto lo escuchó.
- Pagó con cupones de descuento– explicó él
mismo entre risas, aunque lo intenté no pude evitar estallar con Sakura,
realmente se superaba así mismo. Kyo no rió.
- No te enojes – le pidió Tetsuya
ofreciéndole botanas.
- No estoy enojado… - respondió con una
sonrisa forzada.
-Nunca dirá que está realmente enojado–
insistió Shin.
A pesar de que podíamos percibir la tensión
entre ellos, no me era difícil deducir que el rostro preocupado que vi de
Yukihiro era a causa de la separación. A pesar de las malas relaciones entre
los miembros, nadie quería quedarse sin trabajo y sin saber cómo continuar o
mantenerse en un mundo tan agitado y competitivo como el nuestro.
- Bien, nosotros nos iremos ya
entonces… Nos veremos pronto– se despidió Kyo mientras Takashi le tendía su
abrigo.
- Cuenta con eso – dijo arrastrando las
palabras Tetsuya que se encontraba borracho pero lúcido. Shin comenzó a roncar
desde el sofá y Yukihiro intentó despertarlo, pero éste no reaccionó. Kyo rodó
los ojos.
- Parece que nosotros nos vamos primero
– le dijo Kyo a Yukihiro sin intención de ser amable, éste último le asintió
sin mirarlo. Las relaciones estaban más tensas de lo que se veía a simple
vista.
- ¿Se quedarán a dormir? – pregunté
cuando los demás se fueron. El delgado batero me miró contrariado, probablemente
incómodo por el entusiasmo en mi voz– Pueden quedarse sin problemas. – intenté
sonar como si fuese una sugerencia general y que no sonara extraño, pero
Tetsuya tomó su abrigo. Lo siguió Sakura.
- No esta vez- me respondió, Hide lo
siguió. – Yukihiro… ¿Por qué no te quedas? Tú vives lejos, y no creo que te sea
simple llevarte a Shin. Además a esta hora no tienes transporte.
- Bueno, que si se quisiera ir puedes
ir a dejarlo en tu auto – le respondió Tetsuya.
- No subiré a Shin ebrio a mi auto. Ya
tuve un accidente de esos con él en el pasado… - Yukihiro suspiró.
- Me quedaré. Perdón por la molestia –
me dijo a mí sin mirarme.
- No te preocupes.
- Entonces, nosotros nos vamos – Tetsuya
levantó la mano, me despedí de él de la misma manera. Cuando miré a Hide me percaté
de que me observaba demasiado para mi gusto, ¿tal vez sí había notado algo?
Finalmente
se fueron y quedamos solos con el ebrio Shin.
- Bueno… estás en tu casa – le dije–
Esto… - él se sentó junto a Shin. – Traeré colchas para Shin. Mm… tú… ¿vas a
dormir conmigo? – el batero frunció el entrecejo.
- No debería.
- ¿Por qué? – soné más decepcionado de
lo que me hubiese gustado.
- ¿Cómo que por qué? – bufó algo
divertido, fruncí el entrecejo casi haciendo puchero. Realmente quería solo
estar a solas con él un momento.
- No tiene que pasar nada… podemos solo
hablar hasta dormirnos.
- Si ese es el caso creo que dormiré
junto a Shin mejor. Me asusta que se ahogue con vómito o algo por el estilo. –
lo miré desilusionado, él escapó de mis ojos.
¿Se
había enfadado por mi propuesta?
- Está bien- fui por las colchas, tomé
dos gruesas y con su ayuda cubrimos a Shin, luego me quitó la otra para
cubrirse él solo. – Esto… iré a mi cama entonces… - asintió sin mirarme. Iba a
apagar la luz de la sala pero antes le dije una última cosa – Yukihiro…
- Dime.
- Si te arrepientes, te da frío o lo
que sea… te dejaré un espacio– no respondió a pesar de que esperé – Buenas
noches – apagué la luz.
- Buenas noches – susurró en tono más
suave, me hubiera gustado verle el rostro al susurrar pero ya había apagado la
luz. Derrotado, fui a mi habitación.
Sintiéndome
decepcionado tanto por mi actitud como por la suya, me coloqué el pijama todo
el tiempo manteniendo el entrecejo fruncido hasta que me acosté. “Maldita sea”,
verbalicé a la nada haciéndome bolita, parecía un niño que acababan de
castigar. En mi mente le di mil vueltas a la situación pensando en si debía o
no increparlo en algún momento en la mañana antes de que se fuera, hasta que en
algún instante sin darme cuenta me quedé dormido a pesar de ni siquiera haberme
acostado bien.
- Ey…- una mano tibia me sujetó el
brazo – Ken, despierta… - abrí los ojos sintiendo el cuerpo entumecido por el
frío, Yukihiro me miraba con gesto preocupado – Te dormiste sin cubrirte.
- ¿Ah?- miré a mi alrededor para
ubicarme en espacio tiempo- Ah…- me senté en la cama bostezando- ¿Qué hora es?-
- Aún es de noche. Acuéstate bien o te
enfermarás- me tallé los ojos y lo miré curioso.
- ¿Y qué haces aquí? ¿No que dormirías
con Shin? ¿O ya quieres irte?- su expresión se tornó dudosa- Oh… ¿aceptas mi
propuesta?- desvió la mirada.
- Me estoy congelando en el sofá y Shin
también, así que le di mi colcha- sonreí, sonaba a la peor excusa jamás dicha.
Nos
acomodamos metiéndonos en la cama, pero él se ubicó en la parte más lejana
posible, casi que si hacía un mal movimiento terminaba en el suelo. Lo miré hastiado cuando esperó a estar
cubierto para quitarse la ropa por debajo de las sábanas.
- No muerdo, lo juro- rió.
- No podría creerte ya- me apené.
- Al menos no es mi intención esta
vez…- mascullé tapándome la cara hasta la mitad con la colcha. Nos quedamos en
silencio varios segundos, su comentario me había dejado bastante incómodo, y
viendo y considerando que ninguno se dormiría de forma inmediata, aproveché su
alusión a ello para traer el tema a la mesa- El otro día… te fuiste antes de
que yo despertara. – lo miré ofendido.
- Era irrespetuoso de mi parte
despertarte, habíamos dormido muy poco. – lo miré algo sorprendido por su
respuesta, no había pensado en su buen gesto.
-
Deberías dejarme tu número…
-
¿Cómo una prostituta? – lo miré
asustado pensando que lo había ofendido, pero se rió. – Era broma.
- Mm… - me miró con una sonrisa que no
supe descifrar- ¿Podemos hablar de lo que ocurrió la otra noche?-
- ¿Qué quieres saber?- volvió la vista
al techo.
- ¿Estás molesto por ello?-
- ¿Me ves molesto?-
- Bueno… quizá ahora no, pero cuando
llegaron tenías un aura extraña- rió sutilmente.
- Cuando llegamos te sonreí, así que
claramente no estaba molesto contigo- internamente me sentí feliz. Me destapé
conservando la posición pero esta vez me centré un poco más en mirarlo. Me
agradaba lo tranquilo que lucía casi siempre.
- ¿Pero sí con alguien más?- cerró los
ojos con tranquilidad, creí que me ignoraría y se quedaría dormido.
- Las cosas no están bien con la banda
y creo que se notó más de lo que me hubiese gustado esta noche. Lo siento por
ello-
- Pues… me gustaría decir que no, pero
así fue… especialmente en el trato de todos con Kyo. Imagino él debe ser el
problema, ¿verdad?- volteó a verme.
- No responderé eso, es problema
nuestro- inflé las mejillas inconscientemente.
- Lo tomo como un sí- suspiró.
- Eso no importa, el punto es que no,
no estoy molesto contigo. Sino, no habría aceptado dormir juntos de nuevo-
sonreí- Aunque… quizá si me molestó un poco que estuvieses tan atento a mí toda
la noche, me sentía bastante incómodo por momentos- me miró con una sonrisa
divertida y yo automáticamente me apené mucho sin poder controlarlo. ¿Tan obvio
había estado siendo? Debía dar por seguro que Hyde se había enterado entonces.
- ¡¿Lo dices en serio?!- rió un poco
fuerte sorprendiéndome, era la primera vez que lo escuchaba.
- Sí, pero no es cierto que me molestó-
- ¿Te haces el chistoso?- dije
resentido, él rió más ligeramente.
- Es divertido que reacciones de forma
tan diferente a como lo haces cuando hablas con alguno de tus compañeros-
- ¿De qué hablas?- negó con la cabeza y
volvió a cerrar los ojos.
- Ya, vamos a dormir mejor-
- No- me senté de golpe en la cama
haciendo que me mirara sorprendido- Dame tu número antes de que se me olvide-
busqué en el cajón de la mesita de luz algo donde anotar- Mm… espera iré a
buscar papel-
- ¿Tienes bolígrafo ahí?-
- Sí, pero no papel- dije casi
levantándome de la cama, pero entonces él me sujetó del brazo tomando una de
mis muñecas-
- No es necesario…- lo miré curioso.
Tomó mi mano colocando la palma hacia arriba y allí mismo me anotó su número.
Una vez que terminó volvió a tomar su lugar- Solo recuerda que está allí- se
dio la vuelta dándome la espalda.
Miré
mi mano varios segundos antes de volver a acostarme. Sonreí tontamente
sintiéndome realizado.
-
Yukihiro… - susurré pero no respondió - ¿Aún
estás despierto? – me incliné para intentar mirarle el rostro y con esfuerzo lo
logré, pero ya tenía los ojos cerrados, se había dormido. Me acomodé cerca de
su espalda y en el silencio, me dormí.
Un
golpeteó conocido sonó desde la puerta, y cuando me estiré me percaté de
Yukihiro aún durmiendo junto a mí, que también se revolvió entre las sábanas.
Cerró los ojos con fuerza y los abrió lentamente.
- Buenos días… - le susurré, él sonrió
volviendo a cerrar los ojos – Iré a abrir – me levanté llevando solo los
calzoncillos. Ni tuve que mirar quién era, el golpeteo rítmico lo decía por sí
solo.
- ¿Aún duermen? – me preguntó Sakura en
cuanto entró.
- Sí… - me rasqué la cabeza dispuesto a
volver a la cama - ¿A qué viniste? – dejó una bolsa sobre el sofá junto a Shin.
-
A devolverte unos cds que me
robé de tu auto la semana pasada.
-
Hum, déjalos ahí. – me rasqué el
trasero. Le hice una señal de despedida, pero entonces Shin se removió por el
ruido y abrió los ojos.
-
¿Y Yukihiro? –preguntó Sakura.
-
Ah… - dudé, claramente ni se me
pasó por la cabeza decirle que durmió en mi habitación, pero entonces justo en
ese momento apareció él a mis espaldas.
-
Buenos días – lo saludó.
-
Buenas tardes. Van a ser las
doce ya. – volteé a mirarlo, se había
vestido.
-
Esto… ¿quieres que te prepare
algo para comer? – Yukihiro pareció sorprendido por la atención.
-
Todos queremos comer algo –
respondió Sakura.
-
No te decía a ti-
-
Ya lo sé- me sonrió de forma extraña, preferí
ignorarlo.
- ¿Qué
hora es? – peguntó Shin aturdido.
-
Las doce y media – le respondió su amigo – Shin, deberíamos irnos, hemos
molestado demasiado ya…
- No
te preocupes por eso – le dije sincero.
- Sí,
no lo hagas – rectificó Sakura – Además Ken-chan ya se ofreció a cocinar algo y
yo muero de hambre.
- Desvergonzado
– lo miré con mala cara, fui hasta la cocina para cocinar algo antes de que
pudieran rehusarse más. Decidí reunir todos los vegetales que tenía para hacer
un okonomiyaki, tuve la intuición de que a Yukihiro le gustarían las tortillas.
Sakura, que era más hábil que yo cortando los vegetales, me ayudó con eso
mientras yo preparaba la masa. Shin colocó junto a Yukihiro la mesa mientras
hablábamos de nuestros amigos en común.
- Hay
algo que quiero decirles… – Sakura los miró serio – No es de mi incumbencia,
así que evitaré preguntar pero… si me permiten darles un consejo, no firmen el
término de contrato con la agencia hasta que terminen la gira– volteé a mirarlo
sorprendido, yo no había querido tocar el tema luego de que Yukihiro fuera tan
claro conmigo al respecto la noche anterior– Puede que cuando llegue el momento
ya no quieran hacerlo… No quise decirlo anoche porque estaban los ánimos algo
tensos, pero realmente creo que una gira de despedida puede hacer a Kyo
reaccionar – vi a Sakura disculparse con la mirada por su intromisión, Shin le
sonrió con algo de pesar antes de responder.
- No
creo que eso sea así…
- De
todas maneras firmaremos el lunes – le respondió el otro batero – Incluso si
nosotros no quisiéramos hacerlo, ha sido el mismo Kyo quien ha apresurado todo
y el que de todas maneras se iría.
- ¿Y
buscar otro vocalista? – sugerí con algo de preocupación, solo quería que ellos
pudieran continuar con una opción.
- No
es posible – me respondió Shin – Quien formó la banda y quien tiene mayor poder
sobre ella es Kyo, y aunque no fuera así… creo que los ánimos no están para
quedarnos en una banda sin vocalista solo porque queremos permanecer con
trabajo. Es decir… todos sabemos a lo que nos arriesgamos cuando decidimos
dedicarnos únicamente a la música.
- Es
porque Kyo es tacaño ¿verdad? – pregunté queriendo aminorar los ánimos.
- Hablando
de tacaño que es… - Shin mordió el anzuelo mientras nos sentábamos a comer - No
quiero hablar mal de él pero… el otro día en su casa vi algo que me recordó a
lo que hablamos la vez que salimos juntos. – lo miramos a la espera mientras
comenzamos a comer – Usó una sola bolsa de té para servir las cuatro tazas y
aunque no le dije nada… – nos reímos – Me acordé de inmediato de ustedes. No
podía exprimir más esa pobre bolsa, la trituraba. – nos reímos, la tensión y el
ambiente triste desaparecíó – Oye esto esta delicioso.
- Gracias
– respondimos con Sakura al mismo tiempo. Yukihiro me sonrió, eso bastaba para
saber que también le había gustado.
- El
otro día a Yukihiro lo llamó la chica con la que bailó esa vez– lo molestó
Shin, Yuki me miró entre sonriente y avergonzado.
- En
realidad quería tú numero – me dijo – Quería hablar con “el moreno” – Sakura
explotó de la risa.
- Ken-chan,
alias el moreno, siempre las conquista – levanté el vaso para beber agua y
poder hablar pero Sakura lo estampó con él mío en un brindis por mi virilidad–
Creo que es por la simpatía de Ken-chan que siempre llaman después…
- Ya
que soy moreno, no me queda de otra que ser simpático o sería virgen – opté por
reírme de mí mismo - Oye, ya es bastante difícil ser moreno para que tú lo
sepas – le dije a Sakura, Shin pareció perderse en el tiempo y espacio y luego
volvió a la conversación.
- ¿De
qué están hablando?
- De
los de piel oscura – le respondí con un tono obvio.
- Negra
– corrigió Sakura.
- No
soy negro, soy oscurito– Yukihiro dobló sus labios al aguantar una risa. –Y es
difícil ser oscurito, por ejemplo… debo ir bien vestido, si no, la gente cree
que soy un delincuente.
- Qué
difícil vida la tuya, pero tienes razón en que incluso aquí se discrimina a
los… - Shin no fue capaz de completar la oración probablemente evitando ser
ofensivo.
- Oscuritos,
dilo con confianza- rieron – Pero estoy acostumbrado, siempre recuerdo un
profesor en la escuela que me dijo que jamás intentara ser doctor o algo por el
estilo.
- ¿Y
eso por qué? – Yukihiro preguntó.
- Porque
yo con una bata parecería un vendedor de confites– Sakura se ahogó y comenzó a
toser, el resto de los chicos rieron fuerte. Yukihiro le sobó la espalda al
otro batero mientras éste aún se componía para volver a reírse de mí. Estaba
bien que fuera así, lograba hacer reír un poco a Yukihiro y eso me ayudaba a
sentir que cumplía con la cuota de cercanía que no había podido llevar a cabo
anoche.
- Qué difícil vida… - dijo finalmente Shin.
- Al
menos no tendré que preocuparme nunca por un tatuaje, no se vería.
- Pero
existen en tinta blanca, ¿no? He visto en colores así que supongo que existen
en tinta blanca o… siempre puedes usar corrector de lápiz.
- Ah,
claro, ahora pareceré yin y yang. Me vieras con calzoncillos negros – le dije a
Yukihiro sin notar que solo le hablaba a él – Parezco andar desnudo. – todos
volvieron a reír y yo suspiré. Misión cumplida.
Cuando terminamos de comer, los chicos se
quedaron un poco más para conversar mientras reposaban la comida, pero
finalmente se fueron para dejar de “molestar” como continuaba diciendo
Yukihiro. Al irse, a pesar de que no hice
nada más que levantar la mano para despedirme, él me sonrió de tal manera que
me hizo sentir que todo había salido bien, aunque en mi interior me preguntaba
cuándo volvería a verlo.
Sakura me miró fijamente una vez que se
fueron.
-
¿Qué?
-
Dime algo-
-
¿Qué? – comencé a ponerme nervioso bajo su
mirada.
-
¿Realmente terminaste con la chica de la que
me hablaste?
-
Ah… eso… sí, así es.
-
¿Y por qué? – suspiré más tranquilo por el
tema, por un minuto creí que me había descubierto.
-
Porque tenías razón en que estaba
confundiendo mis sentimientos-
-
¿Y cómo te diste cuenta de eso?
-
Porque no he cambiado en nada, sigo
interesándome por más personas… es decir, en ningún momento fue tan importante
como para hacerme cuestionarme si quería acostarme o no con otra persona-
-
Ya veo… te acostaste con otra persona,
entonces-
-
Algo así… pero tenías razón, solo no reconocí
cómo me sentía y ya lo hice. Lo mejor era no engañarla, ¿verdad?
-
Verdad.
Una
vez Sakura se fue de casa, me tiré en el sillón sintiéndome completamente
cansado, como si el día de ayer aún no hubiese terminado.
- Y de hecho…- me olí- Debería darme
una ducha ahora que lo pienso- me puse de pie con total pereza yendo a la
habitación a buscar mis ropas.
Cuando
estaba llenando la bañera y desvistiéndome, me di cuenta al quitarme los
pantalones que mi mano estaba escrita, entonces recordé fugazmente que anoche
Yukihiro me había anotado su número en mi mano.
- ¡Ah!- exclamé. Salí del baño a medio
desvestir para tomar mi libreta donde hacía apuntes para las canciones y otras
cosas, y lo anoté allí antes de que se me borrara. Miré el número repitiéndolo
varias veces en mi cabeza- Espero encontrar momento para poder llamarlo…- volví
al baño.
Tras
haberme bañado me quedé dormido tendido en el sofá, me sentía tan limpio y
renovado que no había podido evitarlo, sin embargo me desperté algo adolorido
por la incomodidad. Le di un vistazo al reloj de pared a mi costado leyendo las
seis, el día había pasado casi por completo en un abrir y cerrar de ojos.
Me
estiré levantando los brazos y abriendo la boca en un gran bostezo. ¿Qué hacer
ahora? Ya había descansado lo suficiente y sentía que tenía bastante energía…
- Y hambre- pensé en voz alta
escuchando sonar mi estómago. Fui hasta la cocina a revisar la nevera pero me
encontré con la estantería completamente vacía- Woh…- entre anoche y esta
mañana me liquidaron por completo la comida- Ugh, tendré que salir a comprar- renegué.
Me coloqué el abrigo, tomé mis cosas y salí de la casa a la tienda que tenía en
la esquina de la cuadra.
Recorrí
las góndolas por más de diez minutos buscando algo que comer pero nada se me
ocurría o me parecía lo suficientemente apetitoso, además de no tener ganas de
cocinar algo elaborado realmente, así que tomando apenas dos jugos y unas
frituras me retiré del lugar de vuelta a casa.
Comí
las papas una tras otras mientras buscaba qué mirar en la televisión hasta que
finalmente dejé el paquete vacío incluso antes de encontrar algo entretenido.
Bufé frustrado, a veces vivir solo podía ser sumamente aburrido.
Entonces,
de pronto, se me pasó por la cabeza que quizá podría llamarlo para hablar un
rato.
- Soy más intenso que cualquiera de mis
ex novias- me dije tomando el teléfono y la libreta buscando su número.
Instantáneamente sentí mis manos sudar cuando sonó el tono del otro lado y
esperaba a que atendiera. ¿Qué le diría? Para mi desgracia contestó más rápido
de lo que hubiese querido.
- Hola-
- H-hola- dudé- ¿Estás ocupado?-
- ¿Qué necesitas?-
- Nada, solo quería saber si tienes
tiempo para hablar… Estoy aburrido- admití penosamente, no me había dado tiempo
a inventarme algo digno. Hizo silencio unos segundos, lo escuché reír.
- ¿De qué quieres hablar?- me recargué
sobre el mueble donde estaba el teléfono.
- Cualquier cosa. ¿Qué hacías?-
- Estaba pensando qué cenar-
- ¡Oh!- exclamé sin querer sonando
entusiasmado- Em… yo estaba en la misma situación, de hecho fui hasta la tienda
y miré las góndolas por tanto tiempo sin saber qué escoger, que terminé tomando
puras porquerías que ya me comí y no me llenaron- rió.
- ¿Y no piensas cenar?-
- Bueno…- tomé aire armándome de valor-
No era la idea pero ya que estamos en las mismas- carraspeé- ¿Tienes ganas de
salir a comer? Yo invito- propuse muriéndome por dentro. Jamás hasta ahora me
había sentido nervioso invitando a nadie a comer, me sentía un adolescente en
su primera cita. Esperé impaciente sus respuesta, y aunque solo se tomó unos
segundos, lo sentí como una eternidad.
- ¿Sabes? Vivo algo lejos de ti, no sé
si sea conveniente-
- Puedo ir yo. Si quieres, claro…-
volvió a hacer silencio.
- Si tienes ganas… no me molesta. ¿Te
espero entonces?- sonreí sintiéndome enérgico nuevamente.
Habiendo
acordado el lugar donde nos veríamos, nos despedimos y corté quedándome
pensando un instante, observando fijamente el teléfono. Me sorprendía y
horrorizaba en la misma medida lo feliz que me sentía por poder pasar más
tiempo con él. No me reconocía en lo absoluto… o quizá sí, pero a medias,
porque con la única persona que me había ocurrido algo similar, había sido con
mi última novia. Por la que creí sentir algo fuerte de verdad…
- No voy a pensar en eso- me sermoneé-
No tiene nada que ver- intenté convencerme mientras tomaba mis cosas y me
alistaba para salir.
Tomé
el bus que me dejó cerca de la zona donde habíamos dicho, y caminé hasta la
entrada del lugar donde me paré a esperar. Me froté las manos cuando el frío
comenzó a adormecerlas.
- Debería haber traído guantes- me
dije.
- Hubieses entrado en vez de congelarte
aquí afuera- alcé la vista topándomelo de frente.
- Hubiese sido descortés- sonrió.
- Vamos-
Había
elegido para cenar un lugar bastante normal que servía varios tipos de ramen nomás, pero a pesar de la simpleza del lugar, el ambiente era muy agradable y
tranquilo. Muy él.
- Pide lo que quieras, corre a mi
cuenta así que aprovecha-
- No es necesario que pagues por mí, no
estamos en una cita- reí nervioso.
- No, pero yo te invité, y no necesita
ser una cita para poder invitarte. Sakura siempre me invita y no somos novios-
rió.
- ¿Te invita o te aprovechas?- me hice
el ofendido.
- … cincuenta y cincuenta- cada uno
hizo su pedido.
Esperando
a que llegaran nuestros platos, intenté hacerle plática preguntándole tonterías
o diciendo cosas al azar, sin embargo hablar con él no era tan sencillo como
hablar con Sakura.
- Cuéntame algo de ti, me intrigas- me
miró alzando una ceja.
- ¿Algo como qué?-
- No sé, lo que quieras. Qué haces, qué
comes, qué respiras, qué te gusta, cuáles son tus aspiraciones a futuro- rió.
- Soy baterista, voy a comer ramen,
respiro oxígeno, me gusta la música y… no he pensado en aspiraciones a futuro,
la verdad. O al menos las que tenía en mente ya no existen-
- ¿Aspiraciones personales o
laborales?-
- Laborales. Personales… nunca he
pensado mucho en eso- asintió. Nos sirvieron nuestros platos.
- Gracias- dijimos al unísono.
- ¿Cómo que nunca has pensado en eso?
¿Planeas seguir igual el resto de tu vida?- dio un bocado antes de hablar.
- No fue lo que quise decir. Me refiero
a que, prefiero dejar que eso fluya simplemente. No soy muy ambicioso en ese
sentido honestamente, espero lo normal-
- Lo normal…- repetí en murmullos
dándole una probada a mi plato también- ¿Casarte, tener hijos, hacer vida de
casado mientras te dedicas a esto?- lo observé pensar.
- No creo poder hacer “vida de casado”
dedicándome a esto- rió ligeramente- Así que no, solo espero poder vivir de
manera estable y calmada- lo miré sintiéndome contrariado, cosa que me incomodó
internamente. Preferí dejar allí el tema- ¿Ocurrió algo?-
- ¿Por qué?-
- Porque me miraste como si hubiese
dicho una atrocidad- no me miró.
- No… solo me dejó pensativo-
Terminamos
de comer en ese ambiente ligeramente pesado que se formó entre nosotros.
Poco
a poco el ambiente volvió a ser ameno a medida que cambiamos de tema. Me
gustaba que fuese sencillo hacerlo reír aunque no explotara en carcajadas, para
lo reservado que suele comportarse era más que suficiente, me hacía sentir
satisfecho. Finalmente tras hacer un poco de sobremesa decidimos retirarnos de
allí.
- Gracias por la invitación- me dijo
una vez estuvimos fuera.
- ¿Ya te tienes que ir?-
- ¿Qué quieres hacer?- pensé mirando a
mis alrededores. No tenía ningún plan la verdad.
- Am… no sé…- murmuré- ¿Qué podemos
hacer?-
- ¿No tienes trabajo mañana?-
- Tal vez, pero no quiero volver a casa
aún- dije berrinchudo. Me miró varios segundos como si me estuviese analizando
y de pronto suspiró con una muy sutil sonrisa.
- ¿Quieres venir a casa? No vivo muy
lejos de aquí- me sorprendí, inmediatamente me quedé en blanco por los nervios.
- Eh… ¿estás seguro?- asintió- No es
necesario que me invites por cortesía, no era mi intención, solo quería estar
un rato más en la calle para-…
- ¿Aceptas o no?- me interrumpió- Sino
te acompaño a tomar el bus-
- ¡Acepto!- rió.
- Vamos entonces que hace mucho frío
aquí- lo seguí.
Caminamos
un par de cuadras hasta su casa en completo silencio, mi estómago se estrujaba
por los nervios y las ansias de estar allí en su entorno. De pronto nos
detuvimos frente a dos bloques de edificios enanos.
- Es en el segundo piso del primer
edificio- dijo caminando hacia allí, lo seguí en silencio mirando la zona con
curiosidad. Parecía un barrio tranquilo.
Abrió
la puerta de entrada y encendió la luz.
- Pasa-
- Permiso…- miré todo con curiosidad.
Las paredes tenían un color crema muy ligero y apenas si contaba con
decoraciones, incluso los muebles que habían eran muy sencillos y de marrones
tenues… Todo se veía muy él, tal cual lo había imaginado. Sonreí tontamente.
- Siéntate donde quieras. ¿Traigo algo
para beber? Aunque no estoy seguro de qué haya en el refrigerador…- se dirigió
a la cocina.
- Cualquier cosa está bien, incluso
agua- me senté en la mesa central y volví a pasar mis ojos por el lugar- ¿Vives
solo?-
- Sí-
- Sí, se nota- reí. Volvió de la cocina
con dos tazas de té.
- ¿Se nota?- se sentó frente a mí. Asentí.
- Todo tiene tu…- hice gestos con las
manos al no encontrar la palabra adecuada. Me miró divertido- tu esencia. La
decoración, el ambiente… todo dice Yuki-
- Yuki- repitió y yo asentí, luego me
di cuenta de a qué se refería.
- ¡Oh! No me di cuenta, no fue mi
intención- sonrió bebiendo su té.
- Puedes decirme Yuki, no me molesta- volví
a asentir algo avergonzado. Rápidamente retomó la conversación- Estaba pensando
en lo que hablamos mientras comíamos, y me di cuenta de que no te pregunté lo
mismo a ti.- Lo miré sin saber muy bien de qué hablaba- Me refiero a los planes
para el futuro. ¿Qué ves en tu futuro?- sonrió divertido esperando mi
respuesta. Me detuve un instante a pensar en ello.
- Em… bueno…- nada aparecía en mi
cabeza. ¿Alguna vez había pensado en ello con claridad? Siempre había creído
tener algo conciso en mi mente, pero ahora me daba cuenta de que todo estaba
muy entremezclado- Siempre he pensado en tener hijos, pero a decir verdad nunca
me ha convencido del todo la idea de casarme… siquiera de estar en pareja- rió.
- ¿Así que a eso se refería Sakura?- lo
miré incómodo, no quería hablar de ello con él. Reí nervioso.
- Es un exagerado…-
- No parecía exagerar, incluso se notó
que en serio estaba sorprendido porque ya no estuvieses con esa chica-
- Las relaciones tan estrechas son
complicadas…-carraspeé- En fin, el punto es que estoy mejor así- sonreí, él me
miró de una forma que no supe descifrar.
- Entiendo-
- Pero- dije rápidamente sintiendo que
había dicho algo que no debía, como si tuviese la necesidad de recomponer lo
que había causado. Me mordí la lengua, ¿por qué tenía que ser tan impulsivo?
- ¿Pero?-
- Pero… no estoy cerrado a ninguna
posibilidad. Me refiero, si en algún momento llegara a aparecer alguien que
realmente me interesara, no me cierro a la oportunidad de tener una relación
seria con esa persona- lo miré seriamente, realmente quería que mis palabras
sonaran maduras y firmes. Él me sostuvo la mirada de la misma forma.
- Me parece bien que hagas lo que
quieras mientras seas feliz y no dañes a otras personas- sonrió cerrado los
ojos dándole un último trago a su té. Me quedé en silencio, por alguna razón ya
no sentía la confianza en mí para sostener por más tiempo el tema.
Hablamos durante otro rato sobre temas
variados pocos profundos, hasta que me vi obligado a fijarme la hora en mi
teléfono.
- Ya es tarde, me iré yendo o me quedaré
sin bus de regreso- me puse de pie.
- ¿Aún pasa a esta hora?- pensé un
segundo.
- Creo que sí… Estoy casi seguro de que
sí- reí algo inseguro.
- ¿Y si te quedas?-
- ¿Eh?-
- Que puedes quedarte si quieres. Me
daría algo de culpa dejarte ir a esta hora solo y no estando seguro de si pasa
o no el bus. Quédate, y te vas en la mañana. Te devuelvo el hospedaje- me sentí
nervioso.
- ¿Estás… seguro?- rió.
- ¿Por qué pones esa cara? Sabes…- se
puso de pie dándome la espalda- Eres bastante transparente aunque te esfuerces
por contenerte- desapareció por el pasillo dejándome allí sin poder responder.
¿Ah?
Yukihiro
me permitió usar su ducha antes de irnos a dormir.
- ¡Aaahh!- exclamé sintiéndome aliviado
una vez salí- Que bello es estar limpio- sonrió.
- Tóma- me tiró un pantalón de tela
holgado- Creo que te quedará cómodo-
Lo
miré analizándolo, en mi mente creía que me quedaría ajustado, así que me
dispuse a probármelo. Me desabroché el cinturón y me quité el pantalón, pero entonces
noté que él me miraba alzando una ceja.
- ¿Qué?-
- Nada- rió. Rodé los ojos.
Nos acostamos tal cual hacíamos cuando él se
quedaba en mi casa, con la pequeña diferencia de que la su cama no eran tan
grande como la mía, por lo que él se dio la vuelta dándome la espalda casi de
inmediato. Me tomé el atrevimiento de dejarme inundar los pulmones con el aroma
a coco de las sábanas.
- Se siente feo que me des la espalda,
parece que me ignoraras o estuviésemos peleados- se dio la vuelta.
- ¿Mejor?- entonces me percaté de lo
cerca que estábamos. Lo miré unos segundos embobado porque hasta podía ver con
detalle sus ojos a esa distancia. Lo escuché soltar una risita.
- Por eso me di la vuelta- amagó con
hacer lo mismo pero lo detuve.
- No- lo sujeté del hombro- No… te des
vuelta, hablemos un poco más- hizo silencio unos segundos.
- ¿De qué?-
- Mm…- me coloqué boca arriba mirando
el techo. Había una pregunta que me había estado dando vueltas en la cabeza
desde antes de que nos juntáramos el día anterior con la banda y necesitaba ser
respondida, pero muy en el fondo me di cuenta de que me ponía nervioso su
respuesta… Me asustaba recibir una negativa. Bufé.
- ¿En qué piensas?-
- En nosotros- fruncí el entrecejo.
- ¿Nosotros?-
- Yuki… ¿Has pensado sobre lo que
ocurrió la primera vez que te quedaste en casa?- exterioricé sintiéndome morir
de la vergüenza por dentro, ¿desde cuándo era tan penoso con estas cosas?
- ¿Qué debería haber pensado?- lo miré dudoso,
él me miraba seriamente.
- No sé… ¿Cómo te sentiste al respecto?
¿Te molestó? ¿Qué opinas ahora de… “los hombres que gustan de otros hombres”?-
reí habiendo recordado sus palabras aquellas vez que creyó que mantenía
relaciones con Sakura.
Tardó
en responder, de hecho, por la forma en que me miraba creí que simplemente se
daría la vuelta y me ignoraría, ahora sí lucía molesto.
- Ken…- suspiró pesadamente- Te
responderé solo si prometes darte la vuelta y dormir luego sin hacer más
preguntas. Al menos hasta mañana- me puse nervioso- ¿Lo prometes?-
- Lo prometo- respondí de inmediato
sellando la promesa. Suspiró una última vez antes de hablar.
- Te dejé besarme y tocarme aún cuando dije
que no haría eso con otro hombre, a menos que conociese a alguien que me
interesara, ¿verdad?- asentí- Bien, ahí tienes tu respuesta. Me sentí normal,
no me molestó, y opino que está más que bien… Al fin y al cabo también me
interesa un hombre- me quedé mudo.
Perplejo
lo miré darme la espalda y susurrarme un cálido “buenas noches”.