domingo, 1 de octubre de 2017

10/06/2016 L’Arc-en-Ciel cumplió 25 años.


Últimamente no estamos muy activos, pero pasó un cuarto de siglo.
Recibí muchas felicitaciones, gracias.
Y pensar que tanto tiempo pasó desde que formamos la banda en Osaka…
Es un largo tiempo…
De hecho fue largo (risas). En ese entonces, de cierto modo, hasta soñaba con que eso pasara, pero no imaginé que sería una banda tan amada por todos.
Mi idea era la de una existencia mucho más simple (risas).
Si no fuera por L’Arc tal vez ni eso sería posible. Pensaba que si simplemente hacía y tocaba buenas canciones sería valorado por eso. Cuando digo buenas canciones, me refiero a canciones del tipo hechas por “un sapo en un pozo” (N.T.: expresión que se refiere a “una persona que no entiende nada del mundo real”), y notaría que de hecho no se puede vivir sólo de música, desistiría y tal vez iría a trabajar en la noche. En la región de Shinsaibashi (área turística e Osaka, con muchos bares, clubs y vida nocturna). Y al mismo tiempo, de vez en cuando haría unos shows amateurs. Si fuese una vida así, ¿observaría bandas como GLAY y LUNA SEA de lejos, compraría los CDs y los cantaría en los karaoke? (risas).
Bueno…
Probablemente trabajaría en Osaka, y como tengo varios buenos amigos en el interior, tal vez todavía nos reuniríamos. Siento que nos reuniríamos para beber y reír de cosas tontas… ¿Será que ellos aún van a acampar? En mis tiempos de joven todo lo que hacía era acampar. O mejor y es más correcto decir que dormíamos al aire libre (risas). Al final ni si quiera pensábamos en comprar una carpa. Ah, pero teníamos sacos de dormir. Durmiendo en sacos de dormir bajo el cielo nocturno. A partir del sexto grado, si íbamos a la playa para dormir al aire libre, los policías pensaban que estábamos huyendo de casa y parecían querer meternos al auto policial y ponernos en custodia. Pero cuando entendían que estábamos acampando decían “todo bien, pero entonces tengan cuidado” (risas). ¿Hoy en día se podría hacer eso? (risas). Hoy en día creo que nos obligarían a volver a casa, ¿no? Un antiguo amigo mío que todavía acampa puso en su blog una foto de su carpa armada y una fogata en la orilla de un río. Sentí envidia al ver eso. Las corrientes de Wakayama son realmente muy bonitas, aunque nunca lo haya notado cuando vivía allá…
Si continuara viviendo en Osaka, todavía iría para allá (risas)
Hace un tiempo atrás en un programa de TV fui a la región en Osaka en la que vivía y llegué a buscar la empresa donde trabajaba de medio tiempo, pero ya no estaba ahí. Durante el trabajo hacía panfletos de L’Arc escondido y también creé el primer logo de L’Arc allá, por eso quería ir, para pedir disculpas. Hacíamos cinturones y guantes y los vendíamos a las tiendas de departamento. Yo era de la división de embalaje, pero después me di cuenta que también estaba involucrado en los proyectos de diseño (risas)
A veces también iba a la tienda Takashima de Namba (N.T.: una famosa tienda en Namba, Osaka) y también iba a Daimaru (N.T.: otra tienda en Kyoto) de Shijo Karasuma en Kyoto para entregar cinturones. Era divertido poder salir en medio del trabajo. ¿La gente de esa época estará bien?
Hablando de eso, me sorprendí cuando los miembros iniciales de L’Arc también fueron a Yumeshima. Hiro-kun y Pero-chan.
Como desde que nos separamos nunca más tuvimos contacto, fue como si escuchara información traída por el viento, pero…
De repente ellos aparecieron (risas)
Aunque el tiempo pase y ellos se hagan más viejos, sentí que sus auras eran las mismas. ¿Será lo mismo conmigo? Aunque nos hayamos separado, los miembros de esa época tenían mucho estilo, avanzaban y eran una inspiración para mí. Siempre los copiaba. Que nostálgico.
Después de eso, ¿hace unos 23 años que vine a Tokyo? Creo que si no fuese por L’Arc no habría venido para acá, pero cuando vine, estaba muy ansioso por mi nueva vida. Todo era muy nuevo, había muchas laderas (risas), pensé que era una ciudad que combinaba conmigo. Estaba feliz por el simple hecho de poder vivir de la música, entonces, aunque no tuviese descanso, no me sentía mal. En esa época no ganaba mucho dinero, pero como tampoco usaba, era feliz viendo el dinero acumulándose (risas).
Ahora no sé cuánto dinero tengo, y tampoco me interesa saber.
Después de eso, L’Arc-en-Ciel pasó por muchas experiencias que normalmente no son posibles. Cosas que todos saben, cosas que nadie sabe, cosas que olvidé, cosas que no son posibles de olvidar. Y después de apilar y acumular varios y varios de estos acontecimientos, te dejan hasta medio mareado sólo de pensar.
Un cuarto de siglo pasó.
¿Cuántas bandas en este mundo podrían seguir con la onda de ese período?
¿Será que de alguna manera había un buen equilibrio entre los miembros?
Porque si no hubiese sería extraño conseguir continuar por tanto tiempo.
Aunque hayan muchos problemas… (risas)
Si me preguntaran “¿Qué tal volver al pasado y rehacer tu vida?”, definitivamente diría NO. No porque fue sufrido o porque no fue divertido, sino porque no conseguiría seguir estos largos años nuevamente. La aventura de apostar mi propio futuro sólo una vez es suficiente, creo. Aunque parece que fallaría varias veces, aunque haya pensado en desistir en varias ocasiones, es una banda muy importante para mí.
Y también, sabiendo la gran cantidad de fans que nos apoyan, de alguna manera no pude desistir. Porque hay una historia tan que incluso me llego a marear.
L’Arc atravesó eras y continúa vibrando fuertemente en el corazón de sus oyentes. Y en el corazón de cada uno, hay una historia que desconozco y que fue escrita junto con L’Arc, y al oír las canciones cada uno tiene los recuerdos de aquel tiempo, sintiéndose apoyadas, esbozando sonrisas, sintiéndose reconfortadas, ahora y siempre continuarán sus vidas. Como músico, esa es mi mayor felicidad.
Realmente, muchas gracias.
Pido disculpas por no poder anunciar nada al llegar a los 25 años, pero estaré feliz si pueden esperar pacientemente hasta que todo esté en su lugar.