viernes, 28 de julio de 2017

Capítulo 1

-Ya estoy en casa!!- entró alegremente dejando las bolsas de cartón sobre la mesa y quitándose abrigo y bufanda que arrojó descuidadamente al sofá.

-Gacchan! Ven a ver lo que traje de cenar!!- gritó cual niño emocionado mientras extraía de las bolsas varios contenedores plásticos de comida, murmuró un “huele muy rico” mientras abría uno y lo acercaba ligeramente a su cara olfateándolo.

-Gacchan! Me comeré todo sino vienes ahora y sabes que lo cumplo!- se rió de si mismo terminando de sacar toda la comida y poner dos platos sobre la mesa. Fue entonces cuando tanto silencio se le hizo extraño, observó el reloj, eran las 9:15 se suponía que a esa hora Gackt ya debía encontrarse en casa. Dejando la comida de lado fue a buscarle a la pieza con la esperanza de que quizás el cantante durmiera abatido por el cansancio o estuviese tomando una ducha, pero nada, ni rastros de su presencia.

Se sentó al borde de la cama pensando en donde podría estar Camui, quizás en casa de You de visita, porque según sabía tenía una semana de vacaciones en el trabajo, semana en la que apenas le vio tres días.

Suspiró con un sentimiento de frustración y se dejó caer entre las almohadas pesadamente, al estirar la mano por el edredón sus dedos se toparon con un papel, se reincorporó para leerlo identificando la letra de su amante
“Hyde, fui a casa de Chacha para ayudarle con una canción, quizás vuelva tarde así que duérmete temprano, te ama, Gackt”

-Claro…me ama…

Últimamente Camui apenas si tenía tiempo para él, primero ponía de pretexto el trabajo de cualquiera de los dos, y ahora que él tenía vacaciones se la pasaba en casa de sus amigos y regresaba cuando Hyde ya dormía.
Takarai se preguntaba si acaso estaba molesto con él, pero las veces –ahora pocas- que estaban juntos no parecía estar enojado. No ganaba mucho preocupándose si igual con eso no haría volver a Gackt para que cenara con él.

Decidido, se reincorporó y cogió el teléfono marcando un número que sabía de memoria, esperó que al otro lado de la línea su amigo le atendiera

-Hola?

-Hola Kaz, soy Hyde

-Ah! Hyde, que pasó?

-Quería saber si…estabas ocupado

-No, no, recién terminé de bañarme y planeaba recostarme a ver una película

-Ya cenaste?

-Aun no, pero me da flojera prepararme algo- el guitarrista se rió y Hyde hizo lo mismo

-Es que compré la cena pero Gacchan no esta en casa y la verdad no quiero cenar solo

-Si quieres puedes venir a casa y cenamos juntos

-Si, de hecho eso iba a hacer, solo no quería verme tan abusivo y llegar de la nada

-Pero planeabas hacerlo!!

-Claro que si! Agradece que te diera tu lugar y llamara antes- ambos se rieron

Minutos después Hyde conducía a casa de Kaz tarareando la que pronto sería su primer single como Vamps, aun estaba estresado por las recurrentes ausencias de Gackt, pero esa noche quería relajarse. Lo necesitaba con urgencia.

Había conocido a Kaz años atrás en un cumpleaños de Sakura, este se lo presentó y aunque en esa ocasión no hablaron mucho Hyde de alguna manera sentía que el destino les tendería otra oportunidad de cruzar palabra.

Y así fue. Cuando decidió lanzar su carrera en solitario de nuevo luego del rotundo éxito de Roetgen, Sakura le sugirió como guitarrista a Kaz, Hyde no le había escuchado realmente bastante pero confiaba en la buena percepción de su amigo para elegirle a los músicos. Kaz dudó un poco antes de aceptar a formar parte de su banda ya que tenía otros compromisos pero cuando lo hizo Hyde comprobó lo que decía Sakura.

Ahora, el guitarrista simbolizaba para él una persona importante, por eso le ofreció hacer el dueto de Vamps, sabía que con él haría buena música, además que en esos años que se habían estado conociendo y tratando encontró en Kaz un amigo muy especial.

Con él se sentía cómodo, podía hablar de todo e incluso cuando se producía un silencio entre ellos no era desagradable, con Kaz se reía, bromeaba, se sentía libre, y agregándole a eso que como músicos trabajaban muy bien juntos.

Kaz nunca le dejaba solo, él de alguna manera y sin palabras intuía cuando Hyde necesitaba compañía y entonces simplemente se sentaba a su lado y le platicaba cosas sobre su infancia hasta que una sonrisita asomaba en sus labios.

El recordar todo eso, de alguna manera le distrajo de su enojo con Camui y para cuando llegó a casa de su amigo ya estaba realmente relajado.