martes, 31 de enero de 2017

Capítulo 7: Noches


Al entrar al evento, el mismo guardia de tan sólo un año atrás se acercó a mí a preguntar por mi invitación. Pero ésta vez, mientras hablaba, me reconoció y se disculpó.  

Había descubierto que Ken-chan se enfermaba con intención para estas fiestas, no era posible que nuevamente un resfriado lo tuviera en cama, los mismos días que hace un año atrás.

Aunque yo vestía la misma ropa, tal vez no tantas cosas habían cambiado o tal vez solamente lo esencial.

Me hicieron un par de entrevistas, para las mismas radios que la vez anterior.

Todo me parecía que continuaba igual.

Me senté junto al mismo amigo co-productor de L’arc en Ciel en sus viejos tiempos, esta vez no hablamos de Hide, ni de las bandas, solo de su vida, sus hijos y sus sueños, aun a nuestra edad nos permitíamos soñar.

Cuando el reloj marco las 22:30 y la banda del evento se retiraba, el animador se despidió, dio los debidos agradecimientos y las buenas noches.

Me dirigí al baño, pensando en que sería lo que cocinaría para la cena.

Cuando terminé de orinar y me dispuse a lavar mis manos, un grupo de chicos entro. Ésta vez reconocí a uno de ellos, un conocido famosillo de Hide.

-         No te recomiendo tener demasiadas ilusiones, ha pasado mucho tiempo desde que lo vi irse con alguien más. – le decía el famosillo a un adolescente de piel tan clara, que inmediatamente en mi mente le apode “el albino”.

-         Siempre pensé que sería más fácil, pero cada vez que lo intento él me evita…

Ésta vez no terminé de escuchar la conversación y me retiré primero del baño, fui a  mi auto y conduje hasta casa.




  
23:35

La puerta principal se cerró.

Yo estaba en la cocina, por lo que deduje de inmediato quien era.

Continué concentrado cocinando y siguiendo la receta del programa que estaba viendo, un par de brazos me envolvieron desde atrás de mí.

-         Mmhh… que olor tan delicioso.- dijo desde atrás, yo me volteé para besar su frente en señal de bienvenida.

Hide olía a perfume, alcohol y shampoo.

-         Estoy preparando comida mexicana… ¡Oye pervertido! – Sus manos tocando bajo mi pantalón me interrumpieron, el rió.

-         Tengo hambre pero no solo de comida…- dijo mientras su cuerpo se acomodaba entre la cocina y yo, me abrazó y me besó.
   

Nuevamente no me dejaría terminar de cocinar.


Todas las noches hacíamos el amor.


Todas las noches comíamos después de hacerlo.


Todas las noches dormíamos juntos, satisfechos completamente.
   

Todas las noches nos amábamos un poco más.









Fin.