-
¿Les parece si una más y luego
comemos algo? – Tazawa nos observaba algo apenado, le costaba ajustarse a la
canción y no teníamos demasiado tiempo para ensayar. Nadie dijo nada,
simplemente comenzamos a tocar.
En mi bolsillo mi celular vibró lo suficiente para hacerme saber que me estaban llamando y no era solo un mensaje, pero no hice el intento de contestar, tenía ambas manos ocupadas. La canción avanzaba y mi celular seguía vibrando en mi bolsillo hasta que finalmente se detuvo.
En mi bolsillo mi celular vibró lo suficiente para hacerme saber que me estaban llamando y no era solo un mensaje, pero no hice el intento de contestar, tenía ambas manos ocupadas. La canción avanzaba y mi celular seguía vibrando en mi bolsillo hasta que finalmente se detuvo.
Cuando la canción
finalizó y Tazawa estuvo notoriamente más conforme, me digné a tomar el
celular. Usualmente me escribían por line, rara vez me llamaban ya que no solía
contestar si estaba ocupado. Tenía cuatro llamadas perdidas de un número
desconocido...
-
Qué raro… - susurré.
-
¿Ah? ¿Qué pasa? – Yuki volteó a
observarme dudoso.
-
Nada, solo que tengo llamadas
perdidas de un desconocido.
-
Bah, hombre solicitado– Yuki se burló, de pronto mi celular comenzó a
vibrar otra vez, pero corté de inmediato la llamada.
-
¿No contestarás? – preguntó esta vez
Ikuo mientras acomodaba el bajo en su estuche.
-
No me gusta contestar a
desconocidos…
-
Ah, te haces el difícil – Yuki se
burló. Entonces fue su celular él que sonó– Oh, ahora yo… - lo miró – Ah, pero en mi caso no es desconocido. Hola
jefe – contestó, toda la banda se giró a mirarlo dudoso. ¿Jefe? – Ah, sí está
aquí conmigo… ¿Quieres que le pase el celular? Ah, sí, está bien, yo le diré –
ya que Yuki me miraba yo también lo miré a él. ¿Quién era? Me respondió la
pregunta de mi rostro cuando cortó la llamada – Sakura, es Hyde. Dice que por
favor le contestes la llamada.
-
¿Ah? ¿Es su número? - él asintió. Keiichi carraspeó la garganta y
todos se rieron un poco. Los miré con sospecha- ¿Qué les pasa?
-
Nada, nada… - Yuki también se rió.
-
¿Qué? Ya díganme que les pasa –
Keiichi me respondió.
-
Bueno, que se decía que ustedes… -
lo miré con enfadado cuando movió su mano de forma sugerente e infló su
mejilla para imitar sexo oral. Los
chicos en general se rieron bajo.
-
Ya Keiichi… - le regañó un poco
Tazawa, yo suspiré para evitar comentarios. Mi celular comenzó a vibrar y las
risas volvieron a hacerse presentes.
-
Ya quisieran tener algo de lo que
chismosear... - les dije antes de salir de
la sala, pero cuando iba por la puerta escuché.
-
¡Y se va para que no lo escuchemos!
– desde mi posición giré para mostrarle el dedo del medio a Keiichi, que solo
se rió como respuesta. Observé mi celular con duda mientras volvía a sonar.
Hide…
-
¿Diga?
-
Hasta que me contestaste– su voz…
-
No tenía tu número… y estoy seguro
de que tú tampoco el mío.
-
¿Te molesta que me lo consiguiera? –
su voz sonaba suave, suspiré.
-
No, pero asumo que si usas ese tono
conmigo, esta no es una llamada de cortesía.
-
Oh, es que sé que no te gustan las
llamadas de cortesía. Mejor dicho, sé que odias hablar por el celular – asentí
– Pero no puedo ir a verte, y tampoco soy capaz de pedirte que viajes para
venir a mí.
-
¿No? Estoy seguro de que alguna vez
lo hiciste… - hablé sin pensar. Él no respondió de inmediato.
-
Pero eso fue hace mucho– su voz
sonó apagada.
-
Lo sé– de pronto ambos nos
quedamos callados y me regañé a mí mismo por hablar sin pensar– Entonces… ¿Me
necesitas para algo?
-
Si… en verdad, quería invitarte a
algo…
-
¿Qué es?
-
Halloween… - susurró dudoso, me
quedé en silencio. ¿En serio me estaba pidiendo celebrar esa estupidez? Además conocía su fiesta, la simple idea me era desagradable y estaba seguro de que se
lo había dicho en alguna ocasión.
-
Hide...
-
Prometo que no habrá juegos, ni
trampas, ni burlas, ni besos, ni nada que te exponga de alguna manera… - su voz
sonó sincera.
-
Hide...
-
Sé que no celebras Halloween, pero
esto es un festival musical y me gustaría que más que un invitado más, tocarás
junto a Yuki una canción de los inicios de L’arc…La que tú quieras…
-
Hide...
-
Puedes elegir el disfraz. Puedes
solo llegar, tocar y luego irte. O puedes quedarte todo el show si quieres.
-
Oye, escúchame.
-
Por favor… quiero que estés ahí–
suspiré.
-
Esas tres semanas estoy en gira – me
excuse, aunque era la verdad.
-
Por favor Sakura, la canción que tú
elijas…
-
Sabes que no me anima compartir con
travestis que solo intentan tener algo de cámara junto a ti. Además a mí no me
agrada precisamente la idea de compartir en público contigo– en cuanto
terminé de hablar me mordí la lengua. ¿En serio me costaba tanto pensar antes
de hablar? Hide tardó en volver a hablar, pero no se rindió.
-
Entichers, podemos tocarla. Sé que le
tienes cariño a esa canción.
-
“Cariño” – repetí. Todos los
recuerdos de las noches en que estuvimos solos trabajando en esa canción se me
reunieron en la cabeza. Y también las primeras confesiones, y ese primer beso.
-
Quiero que estés conmigo en esta oportunidad…
-
¿Por qué?
-
Porque quiero que sea diferente, ya
no quiero hacer la fiesta desvergonzaba que ha sido tantos años. Quiero…
invitar a gente que… tenga un sello más auténtico como tú. Sakura… por favor…
estarías junto a Yuki en todo momento, si te incomodas, cuando sea, simplemente
te vas. Sé que lo disfrutarás, además de que conoces a todos…
-
Está bien… - solté con un suspiro – No te aseguro que pueda, pero lo intentaré.
-
Por favor…
-
Ya te dije que sí, haré todo lo
posible.
-
Promételo – me exigió.
-
No puedo prometer que estaré ahí,
pero intentaré estarlo.
-
Promete que intentarás con todas tus
fuerzas venir a la fiesta los 3 días.
-
Está bien niño necio, lo prometo– se rió feliz, yo suspiré.
“¿Halloween? ¿Es en
serio Yasunori?”
Cuando regresé a la
sala todos me miraban a la espera de algo.
-
¿Qué? – les pregunté malhumorado.
-
Nada, nada – dijo Keiichi mientras
se mordía los labios para no reírse. Me senté en la batería y aún continuaban
mirándome con sospecha. Abrí la botella y bebí un sorbo de agua, le devolví la
mirada a todos que esperaban que les dijera algo.
-
¡Ya déjense de pensar cosas sucias!
– les grité mientras les lanzaba agua de la botella.
-
¡No! ¡Los equipos! – gritó Tazawa
mientras yo mojaba a los otros. Yuki tomó la almohada y me la lanzó desde la
puerta, mientras tanto, Ikuo, Keiichi y Yuki corrieron hasta fuera y cerraron la
puerta riéndose a carcajadas. Cerraron de un portazo para salvarse.
-
Niños. – comentó Tazawa mientras
miraba el desastre que había dejado yo.
-
Relájate – le pedí entre risas, me
divertía que de vez en cuando sucedieran esas cosas.
-
Y… ¿Qué quería Hyde? – lo miré
dudoso por la pregunta tan directa. Suspiré, de todas formas se enterarían.
-
Invitarme a su "Hallowen Party".
-
Pero a ti no te gustan esas
celebraciones… - me miró con confusión.
-
No, pero fue muy insistente, así que
supongo que intentaré ir.
-
Pero las fechas no calzan… estaremos
de gira.
-
Lo sé, haré lo posible para no
interferir… - me disculpé con la mirada, sentía que a él le molestaba, pero
detuve la idea del por qué.
-
¿Qué tiene él que te convence con
tanta facilidad? – preguntó más para sí mismo, lo miré sin saber que decir. De
pronto se abrió la puerta y Keiichi asomó su cabeza.
-
¡Yo sé qué es! – gritó, volviendo a
hacer el gesto sugerente con la mano y la mejilla inflada. Arrugué la botella y
la lancé a la puerta. Le dio directo en la cara- ¡Ah, mierda!
-
Viejo sucio. – le dije riendo mientras se escuchaban las carcajadas y las burlas de Yuki e Ikuo desde fuera.