-Entonces no se han visto de nuevo-
-No. Preferimos dejar el ensayo para la última semana,
mientras menos nos veamos más fácil se hará la cosa, ya sabes-
Ken lo observó durante
unos segundos:
-Me sorprende que te lo estés tomando con tanta calma-Hyde
alzó una ceja.
-¿En serio se ve así?-sonrió- Me alegra-
Porque no estaba ni cerca.
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Después de haber
hablado todo aquello volvieron a verse las caras tras tres semanas sin siquiera
haberse llamado o mandado mensajes de texto. La excusa era ponerle un paño frío
a la situación y que todo terminara lo mejor posible… pero eso era, una excusa.
Cada vez que recordaba
todo lo que habían hablado y especialmente el hecho de que luego de esa
presentación no volverían a verse las caras sentía el estómago estrujarse.
Se dirigió a la sala de
ensayo un rato antes de la hora pautada para preparar las cosas y no perder el
tiempo una vez Sakura estuviese allí:
-Pasa- contestó cuando escuchó que tocaban la puerta.
-Buenos días-
-Buenos días, qué raro tú tan puntual- revisó su teléfono,
efectivamente era el horario que habían pautado.
Sakura no respondió, de
hecho, no traía buena cara tampoco:
-¿Pasa algo?-
-No, gracias por preparar todo. ¿Empeza-…?- el vocalista se
plantó frente a la batería mirándolo con seriedad.
-No empiezo nada hasta que me digas qué te pasa Yasunori- se
cruzó de brazos.
El batero lo miró
pasmado unos segundos y de la nada, se rió a carcajadas, desconcertando al más
bajo:
-¿De qué te ríes?-
-Tu expresión seria siempre me ha hecho gracia-
-¿Te estás burlando?- se quejó.
-No no, solo me ha hecho gracia- sonrió.
Sin previo aviso sujetó
con determinación sus baquetas y empezó a tocar unas cuantas notas. Suaves,
rítmicas, un sonido hasta relajante:
-No tenía pensado venir, te iba a llamar y decirte que me
había arrepentido y que ya no quería tocar. Pero me pareció descortés hacerlo a
tan poco tiempo de la presentación. Y acá estoy-
Esta vez fue Hyde quien
no contestó. De alguna forma se sentía molesto:
-Cuando pensé en que sería el ensayo para nuestra última
presentación juntos me sentí muy mal. En verdad… -dejó de tocar- Me cuesta
mucho estar acá-
-No hubieses venido-
-Quería verte-
-Deja de jugar conmigo-
-No estoy jugando. Desearía que fuese un simple juego de
histeriqueo pero no lo es- tomó aire y lo exhaló exageradamente, relajando sus
hombros, volviendo a esbozar una sonrisa aunque muy sutil- Te he dicho miles de
veces que eres el amor de mi vida y eso aún no ha cambiado. No va a cambiar
nunca Hideto. Pero Michelle apareció en un momento en que necesitaba a alguien
en quien apoyarme y sé que no era tu culpa no poder estar ahí, y también estoy
seguro de que siempre me tuviste en mente sin importar dónde estuvieses… Pese a
todo, no quita el hecho de que las otras cosas pasaron; los años, nuestras
vidas y la nueva gente que ha llegado en ese transcurso. La realidad es que no
puedo dejarla porque en este momento la amo, me dolería hacerlo y sé que a ella
también le haría daño. No puedo hacerle eso-
Ya ninguno de los dos
miraba al otro. Ambos se sentían igual de asfixiados por las emociones y el
ambiente formado en el lugar, solo que a Hyde se le hacía más difícil contener
aquello. Eran muchos años acarreados con la misma historia, una que finalmente
tendría el desenlace que solo había imaginado en el peor de los casos.
No odiaba a Sakura, ni
a Michelle, ni al tiempo… se odiaba a sí mismo porque había sido débil cuando
más lo necesitaron, cuando la persona que más quería lo necesitó:
-Perdóname- susurró entre sollozos que alarmaron al batero- Perdóname
por todo lo que ha ocurrido. Perdóname por no haber sido fuerte. Perdóname por
no haber aparecido antes. Perdón-
-Yo no tengo nada que perdonarte, en todo caso, también debo
pedirte disculpas por los malos momentos que te he hecho pasar y no buscarte
antes- Hyde negó con la cabeza luego de limpiarse el rostro.
-Ya- rió avergonzado- No quiero llorar más ni que nos
lamentemos ni nada de esto. Quiero que salga perfecto y por sobre todo… que lo
pasemos bien-
-Me parece una buena idea- sonrieron.
-Vamos a ensayar-
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-No te quedes dormido, estamos por llegar- escuchó a Kaz.
-Si- asintió- No estaba durmiendo igual-
De camino al Zepp
Sendai Hyde estuvo todo el recorrido en silencio simplemente observando por la
ventana el paisaje. Nadie se animaba a preguntarle qué le
ocurría, pues pensaban que era mejor no cabrearlo o, en otro caso, ponerlo más
sensible de lo que se lo veía, para no afectar los resultados posteriores en el
escenario.
Cuando finalmente
arribaron en el lugar, los miembros del staff se dispusieron a preparar las
cosas en los camarines y la sala de ensayo mientras los chicos aprovechaban
unos minutos para almorzar:
-¿Y Sakura-san?-
-Vendrá más tarde. Dijo que vendría por su cuenta, solo espero
que hoy justo no se le ocurra llegar tarde-
-¿Suele hacerlo?-
-Si te cuento empezarás a preocuparte- rió.
-¿Y cómo quedó el setlist terminado?-
-Oh, eso…- alzó un poco la voz llamando la atención del batero
y el bajista también- Al final decidimos que haremos solo una canción como
encore. Tocaremos “I’m so Happy”-
Sus compañeros lo
miraron un poco extrañados, pero no lo cuestionaron, supusieron que tendría su
razón para haber elegido algo que no era de su repertorio.
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-Gracias- le sonrió a la estilista cuando terminó de arreglar
su cabello.
En el mismo instante
que la chica cerró la puerta del camerino su teléfono sonó. Un mensaje:
“Vine a darte ánimos~ Buena suerte, disfruta esta noche.
Ken”
Sonrió, aunque ahora
que sabía que Ken estaría allí mirándolo se había puesto más nervioso.
Faltaban casi dos horas
para que comenzara el live y aún le faltaba cambiarse de ropa, pero le
tranquilizaba saber que al menos el resto de sus compañeros estaban listos.
Siempre tan profesionales:
-¿Sabes si ya ha llegado?- le preguntó a Kaz.
-No lo he visto, pero tampoco revisé nada así que tal vez
llegó y solo no me enteré-
-Mm…-
Pasó de Kaz y se
dispuso a dar vueltas por el lugar.
Sus compañeros estaban
en la sala descansando un poco, el staff aún seguía arreglando algunas cosas
que faltaban ajustar. Iban y venían, por los pasillos se podía escuchar el
murmullo de la gente del otro lado. El ambiente era el mismo que se formaba
cada vez que estaban por hacer un show.
Un escalofrío lo hizo
estremecer:
-No quiero…- se dijo a sí mismo en voz baja.
-¡Ey!- volteó rápidamente- Te estaba buscando-
-Yo también-
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-¿Estás nervioso?-
-¿Por qué lo dices?-
-Porque no dejas de moverte- replicó observando al vocalista
caminar de un lado al otro desde su posición cómoda en el sofá.
-Ah - mordió la cara interna de sus mejillas- ¿Tú no lo
estás?-
-Un poco-
-Quiero que la presentación salga impecable, que sea perfecta,
que sea…inolvidable-
-… ¿para quién?-
Hyde posó sus ojos sobre
los del batero y sonrió de lado:
-Para el público. Para nosotros lo será de todas formas-
Tomó el móvil y revisó
la hora, faltaba poco menos de media hora. Suspiró:
-Iré a ver a los chicos por última vez-
-Ve-
Media hora… solo media
hora y todo acabaría.
Finalmente ya no habría nada que lo ligase al pasado, podría
volver a empezar, a mirar por él o por alguien más si aparecía. Enfocarse en
sus cosas y solo eso, ya no habría distracciones ni cosas en segundo plano. ¿La
depresión y amargura deberían desaparecer cierto? Después de todo, ya no hay
lugar para él en la vida del batero:
-Están todos listos, me voy-
-Suerte, sé que lo harás bien-
-Gracias. Estate atento a las señales del staff, ellos te
avisarán cuando entrar- el otro asintió y rodó los ojos.
-Yo sé, no soy tonto-
-Por las dudas- le sacó la lengua.
-Nos vemos en el escenario-
Se dedicaron una
sonrisa mutuamente. Pura, sincera y amorosa, con todo ese amor que siempre se
habían tenido.
Antes de salir del
camerino se detuvo de golpe frente a la puerta, sabía que si no lo hacía en ese
momento no habría una “próxima” oportunidad:
-Ya-chan- volvió sobre sus pasos.
Se acercó al batero y
sin titubear ni decir palabra alguna, se inclinó sobre él, dejándolo
estupefacto, robándole un último beso que había deseado desde el mismo día que
los separaron:
-Te espero en el escenario-
Era momento de darle un
final y comienzo nuevo a su vida.