lunes, 18 de marzo de 2019

Capítulo 17: Compañía




Hyde



Observé a Sakura concentrado trabajar con Tetsuya y me alejé para ir a encajar las palabras a la habitación de junto. Tenía muchas oraciones escritas, pero combinadas me parecían expresar algo demasiado alejado a lo que necesitaba.

-       Mierda… no encaja – dijo de pronto Ken-chan mientras borraba sobre una hoja de papel y volvía a escribir otra cosa, acto seguido volvía a tocar la misma melodía desde el comienzo. Su frustración me frustraba a mí. Escribí en un papel “voy por café” dejándoselo en la mesa, y salí de ahí sin que viera. Cuando pasé por el estudio, Sakura estaba concentrado explicándole a Tetsuya qué hacer cuando entrara en la sala de grabación así que salí sin avisarles para evitar interrumpirlos también.

Bajé a la cafetería por las escaleras mentalizándome en dejar el estrés de Ken-chan en los escalones mientras iba descendiendo hasta el final. Me ayudó a sentirme renovado en cuanto llegué al primer piso. Tarareé la melodía de la canción en mi cabeza varias veces, ya me hacía una idea de qué palabras serían las correctas, pero me faltaba practicarlas con los tonos que elegí.

Vi las opciones de los cafés de máquina en el cartel cuando estuve en el mostrador.

-       Hola, ¿Qué desea? – apunté él café - ¿Un moca? – asentí – Serían 100 ¥.

Le di el dinero y esperé a que sirviera. La chica me miraba dudosa, la observé, pero se ruborizó y apartó la mirada. Tuve la leve sensación de que se preguntaba si era hombre o mujer; solía ocurrirme.

En cuanto tuve el café pedí varios más para los chicos, pero como debían llenar la maquina con agua, mientras los preparaban salí a tomar un poco de aire esperando que él frio me congelara los pensamientos unos segundos. Observé la calle en donde estaba la agencia. Era de las pocas calles de la ciudad en que había muy poca gente, y la razón es que todo lo que había en ella eran tiendas carísimas y hoteles lujosos.

-       No deberías estar aquí - reconocí su voz de inmediato. Me tensé – Este frio no le hará bien a tu garganta. – Oishi lanzó la colilla del cigarro al suelo y lo pisó. Luego se acercó más a mí hasta colocar su mano en mi hombro – Tengo mucha fe en ti.

Evité mirarlo. Sabía que mi mirada de repulsión y asco era difícil de ocultar, pero al mismo tiempo no dejaba de sentirme comprometido con él, si le faltaba el respeto con algún gesto o solo dejaba de simpatizarle, mataría las esperanzas de Ken-chan y Tetsuya… y ahora también de Sakura.

-       Escuché que estás viviendo con Sakura – dijo metiéndose las manos a los bolsillos y alejándolas de mí, eso me quitó un peso de encima. Asentí. De pronto él acercó mucho su rostro al mío – Mmm… supongo que no tuviste más alternativa… pero ten cuidado, que yo soy muy celoso con lo que es mío. – un escalofrió me recorrió todo el cuerpo. Le sonreí con cara de póker y me alejé de él entrando al edificio, dándole la espalda sin más.

-        ¡Hide! – me llamó a mis espaldas. Me volteé y lo vi entrando detrás de mí – Vamos juntos, también voy al estudio en donde están – me quedé helado viendo como se acercaba a mí. De pronto noté que iba en dirección al ascensor y apunté las escaleras, preferí no apuntar la cafetería por miedo a que me siguiera - ¿Ah? ¿Prefieres subir por ahí? Está bien… ve, yo iré por el ascensor… - le sonreí y cuando disponía alejarme susurró – Pero apresúrate, que si llego antes que tú y me quedo a solas contigo… no respondo por lo que te haga. – me petrifiqué, ¿en serio se divertía con decirme esas cosas? ¿No notaba el nivel de asco que me producía? Lo vi alejarse hasta llegar al ascensor y presionar el botón. Pensé rápido, podía quedarme abajo y esperar hasta que él se fuera del estudio y así no habría ninguna posibilidad de encontrármelo en el pasillo, pero existía la posibilidad de que volviera por mí.  No le di más vueltas. Lancé lo que quedaba de café al basurero más cercano y corrí hasta la cafetería para buscar mi pedido, desde allí me lancé a las escaleras subiéndolas con toda la prisa que pude, casi me caí dos veces con la bandeja de cafés en la mano.

Cuando llegué al piso 4 luego de mi eterna subida, vi con rapidez la pantalla del ascensor que indicaba en donde estaba; “piso 3”, dos segundos más y él estaría allí. Corrí, dejando a la señora de la limpieza que estaba cerca mirándome con dudas en los ojos, no volteé incluso cuando escuché el sonido de la puerta del ascensor abrirse, simplemente entré en el estudio sin mirar atrás, respirando agitado y visiblemente asustado. Sakura, que estaba solo en el auditorio escuchando a Tetsuya, me observó confundido. Lo miré queriendo decirle tantas cosas…

-       ¿Qué pasa? – me preguntó preocupado mientras se ponía de pie y se agachaba hasta mi altura para observarme a los ojos, entonces Oishi abrió la puerta tras de mí, haciéndome dar un salto. Nos miró; primero a mí, luego a él, luego otra vez a mí. Estábamos demasiado cerca y notoriamente eso le fastidiaba.

“Mierda, mierda, mierda” se repetía en mi cabeza. Tenía todos los sentidos alarmados por su mirada amenazante y Sakura también lo notó. Aún así no se alejó de mí y le devolvió la mirada a Oishi, incluso de forma más furiosa.

¿Por qué? No lo sabía… pero la verdad también me asustó la forma en que parecía que en cualquier momento se le lanzaba encima para sacarle los ojos. De pronto hubo silencio en la habitación.

-       ¿Por qué me miras así? – preguntó Oishi.

Sakura se alejó unos segundos de mí para presionar un botón y se volvió a voltear hacia él.

-       Tenemos que hablar. – le dijo con un tono seco. Oishi levantó una ceja. De pronto Sakura se volteó para hablarle nuevamente a Tetsuya por el micrófono.

-       Tetsuya, estuvo perfecto, necesito que me esperes unos minutos, mientras te dejaré escucharlo.

-       Okey – respondió desde el otro lado Tet-chan.



-       Sakura estaba visiblemente molesto. Yo no lo había visto tan furioso, parecía que su mirada tenía odio. Sentí miedo de lo que pudiera hacer con ese carácter, independiente de todo lo horrible que era Oishi, seguía siendo nuestro jefe y nuestro camino a una oportunidad, cosa que en cuestión de segundos se podía arruinar. Lo observé con miedo y él me devolvió la mirada, pero aunque intentaba calmarse, podía notar su furia.

-       ¿De qué quieres hablar? – le preguntó nuestro manager.

-       Te lo diré cuando estemos a solas, ¿en tu estudio?

-       No tengo mucho tiempo señor Sakurazawa.

-       No te quitaré más de cinco minutos. – Ken-chan se asomó por la habitación mirándome dudoso, y le indiqué con la cabeza que no comprendía que sucedía… o realmente no quería comprenderlo.

-       Bien, acompáñame. – Oishi volvió a abrir la puerta pero esta vez Sakura iba detrás de él. Lo miré con miedo, ¿Qué iba a hacer? ¿Qué mierda iba a hacer? No podía arriesgarnos a todos… no podía interceder por mí y arriesgarse él o el álbum de la banda, todos estábamos trabajando duro… Pero por supuesto que no pude decir nada y la puerta simplemente se cerró dejándome allí con un nudo en el estómago.

-       ¿Por qué estaba enfadado Sakura? – me preguntó Ken-chan, solo levanté los hombros. Aunque no me creyó, tampoco dijo nada al respecto - ¿Ese café es para mí?

Los minutos pasaron y Sakura no volvía. Tetsuya me había pedido mientras que vocalizara lo que sería la última grabación para la primera de nuestras canciones, pero estaba nervioso que no lograba cantar con fuerza. Estábamos solos en la habitación, no nos atrevíamos a grabar sin las instrucciones de Sakura así que, de cierta forma, todos estábamos a la espera de su llegada.

     - Hyde, le hicimos un par de arreglos a la canción… Hyde, te estoy hablando – lo miré. – Ten – me tendió los audífonos – Sería bueno que los escucharas antes, para que no te confundas en la pista. – me los coloqué observando de reojo la puerta por si Sakura volvía, Tet-chan lo notó.

-       Que extraño que Sakura se haya molestado con Oishi… - comentó – No puedo imaginar un por qué… al no ser… - susurró lo último en voz baja mirándome a mí. ¿Él sabía?

-       Creo que Sakura y nuestro mánager se conocen hace tiempo Tetsuya, tal vez tienen asuntos pendientes. – comentó Ken-chan

-       ¿Pendientes? Suena como a una película de terror - Ambos rieron. De pronto Sakura entró por la puerta con su semblante era serio como siempre, pero yo notaba que estaba enfadado, aunque parecía que intentaba ocultarlo. Lo miré con los ojos muy abiertos, él no me miró a mí…

-       Oh, Sakura, ¿Qué pasó? – le preguntó inmediatamente Tetsuya.

-       Ah, nada… solo debía conversar unos asuntos con Oishi pero nada tenían que ver con la banda. – le sonrió, yo lo miré confundido. No le creí nada.

-       ¿Ves? – le dijo Ken a Tet-chan – Te dije que tenían asuntos pendientes.

-       No era la gran cosa la verdad, no se preocupen – Sakura se sentó a trabajar ignorando la preocupación de ellos y la mía. Ni siquiera me miró. – Bien, terminemos con Flood of Tears.



Cuando ingresé al estudio de grabación, estaba yo solo en frente del micrófono con la hoja de papel con la canción escrita en la mano y no podía ver a los chicos al otro lado del vidrio… sentí como si no estuvieran. Sin darme cuenta, suspiré pesadamente mirando el micrófono con rechazo… tenía un nudo en el estómago por la preocupación. De pronto una voz sonó en el parlante del lugar.

-       ¿Hide sucede algo? – era la voz de Tetsuya. Negué con la cabeza sin saber a qué lugar enfocar la mirada - ¿No te sientes preparado para grabar? – me quedé mirando al suelo sin saber qué responder. Me sentía preocupado, nervioso y además observado. El peso de desaprovechar los segundos no me permitía estar relajado para cantar como quería. Además, Sakura estaba ahí… ¿Qué pensaría de mí?

-       Hide, aaaarg Hyde – dijo Ken-chan por el altoparlante -Si no quieres grabar ahora no te preocupes, solo haz una seña y seguimos con el resto.  – se escuchó junto a él la voz de Tetsuya.

-       No sería bueno que se quedara atrás…

-       Calla – le pidió Ken-chan - No hay caso con forzar la voz, si queremos explotar el potencial del enano debemos respetar sus tiempos. – hubo un silencio de ellos y por supuesto que mío – Puedes dejarlo para más tarde, no pasa nada.

Suspiré. Si estaba la opción, la tomaría.

Salí avergonzado de la sala y me quedé parado fuera de ella, en la puerta, donde estuve seguro de que nadie me vería. Asumí que los chicos conversarían sobre la siguiente canción sin tomarme en cuenta como siempre. Pasaron los minutos y las tripas me sonaron, no estaba seguro de qué hora era, al mirar por la ventana solo podía ver el cielo nublado de la lluviosa ciudad.

De pronto Ken-chan salió de la sala y caminó por el pasillo directamente hacía mí.

-       Acompáñame – me dijo cuando pasó junto a mí sin detenerse. Lo miré con dudas en los ojos, pero, aunque lo notó, no me dijo nada. Lo seguí hasta la primera sala del mismo piso, era exactamente igual a la otra solo que con una decoración de distinto color. – Siéntate en el sofá - ¿Ah? Lo miré sin comprender – Siéntate Hide… Hyde. – me reí por lo último, realmente se estaba esforzando – Le pedí a Sakura que me enseñara qué hacer. - ¿Sobre qué? No entendía nada. Se sentó en el sofá un poco alejado de mí – Apoya tu cabeza en mis piernas – ¿Qué? Él me miró a la espera y yo seguía sin comprender – Vamos, confía en mí. – suspiré dudoso y lo hice sin querer apoyar mi peso del todo en él, estaba algo incómodo y no quise mirarlo, por lo que dejé mi vista hacia el frente. El suspiró – Boca arriba y acomódate, el tamaño de este sofá es perfecto para tu enano cuerpo. – lo miré con molestia mientras me acomodaba como él decía, cuando finalmente lo hice y lo miré a la cara desde abajo, me avergoncé. – Cierra los ojos.  – obedecí. – No los abras.

Cerré los ojos con demasiada curiosidad, confiaba en Ken-chan independiente de si éramos o no grandes amigos, lo conocía hace tiempo y lo sentía una persona muy trasparente, además, solía defenderme o simplemente ignorarme. A veces se burlaba de mí, pero nunca de forma hiriente y eso me hacía apreciarlo a mi manera. Los segundos pasaron y todo estaba en silencio, ni siquiera oía la respiración suya, yo seguía sin entender nada. De pronto sentí algo tocar mi nariz y moverse desde la punta de ella hasta mi frente, luego en una caricia recorrer mis ojos, mis pómulos, toda mi mejilla, mi mentón y finalmente pasar por sobre mis labios, siguió hasta la nariz donde mismo había comenzado y se detuvo.

-       Quiero que te relajes… no porque necesitemos grabar, si no porque no soporto verte tan nervioso cuando deberíamos estar divirtiéndonos.  – Susurró mientras continuaba acariciando mi rostro con un dedo. Me quedé helado sintiendo culpa. Quise abrir los ojos y disculparme – Quiero que estés tranquilo, has estado muy nervioso desde que llegamos. Creo que la presencia de Sakura te pone nervioso también… No sé qué es lo que te sucede, pero lo que, si sé, es que tienes una gran voz y no hay forma de que arruines esto, las únicas opciones que tienes con tu voz es hacerlo bien o hacerlo increíble, depende del grado de confianza que tengas… - de pronto su mano se dirigió hasta mi cabello, que comenzó a acariciar con sus largos dedos – Yo confío en ti. – lo último lo dijo con seguridad. Quise abrir los ojos pero él lo notó – No abras los ojos te dije – se rio y me quedé allí, quieto y ciego preguntándome si realmente hacía lo que había dicho. Estaba tan impresionado por sus palabras que mis manos picaron de una ansiedad que no había experimentado antes… quería darle las gracias por sus palabras. Sus manos recorrieron lentamente mi cuero cabelludo hasta cerca de mis orejas, lo que me causó escalofrió. Ken-chan rio.

El masaje continuó por un par de minutos, me relajé tanto que sentía que en cualquier momento me dormía, pero seguía sintiendo ansiedad por pararme y demostrarle a Ken-chan que no lo defraudaría.

-       Bien, creo que ya está, volviste a ser tú. – abrí los ojos lentamente sintiéndome somnoliento… y agradecido. Me senté sonriéndole – Grabaremos aquí los dos solos esta pista, mientras el resto prepara la siguiente canción. – Asentí.

Me acomodé dentro del estudio de grabación colgando la letra de la canción adelante del micrófono. Me sentía seguro y ansioso. La música de Flood of Tears comenzó, y supe exactamente como cantarla. No estuvo perfecta a la primera, tampoco a la segunda, grabamos el último estribillo hasta quedarnos sin cinta, y usamos la última para las segundas voces, y aunque pasaron alrededor de tres horas en que trabajamos solo nosotros dos… nadie nos interrumpió.

Cuando sentimos que estaba lista, comenzamos a escuchar y escribir los segundos en que creíamos que podríamos agregar arreglos.

-       Considerando que la melodía la escribió Tetsuya, creo que se pondrá gruñón si la arreglamos demasiado – levanté los hombros como respuesta, por más que las hubiera escrito él las canciones no eran suyas si las estábamos grabando todos, o así lo sentía yo. 

– Tienes razón – me dijo – Al menos le daremos las ideas.

De pronto llamaron a la puerta. Ken-chan se puso de pie y abrió él en un pequeño espacio, se notaba que me escondía.

-       Dime – entendí que era uno de los chicos por la forma en que le habló.

-       Les traje algo para comer – esa voz… me tensé. Era Sakura.

-       Gracias, ¿Viniste a hacer presión? – Ken-chan tomó una bandeja sin soltar la puerta, parecía que no quería que nos viéramos.

-       No, para nada, solo quería ver como estaban.

-       Ocupados – contestó en una risita.

-       Esta bien, entendí, pero no se esfuercen demasiado los dos solos.

-       Si, si… gracias por la comida – le dijo Ken-chan, pero Sakura no dijo nada más por lo que deduje que se había alejado de la puerta, probablemente levantando su mano como despedida de forma despreocupada. Sonreí al imaginarlo. – Mira, nos trajeron municiones, ahora sí que podremos avanzar con energías. – Ken me sonrió mientras repartía las galletas saladas, donas y cafés. – Oye, ¿Qué te parece si grabamos de inmediato la melodía de Tsuioku no Joukei? Así adelantas tu parte, además quiero pedir tu opinión de algunos cambios que hice… - lo miré sorprendido y me apunté a mi mismo con un dedo. ¿Me iba a pedir solo a mí una opinión antes de grabar? – Sí, a ti, Tetsuya nunca me lleva la contraria y no estoy muy seguro de si se ajusta a lo que proyecta la canción – Asentí. Me sentía muy feliz de que él pidiera mi opinión. – Bien, manos a la obra entonces.

Le sonreí. En compañía de Ken-chan realmente disfrutaba hacer música.