Viernes,
era de madrugada, y él yacía recostado entre las sábanas de aquella cama
respirando agitadamente. Limpió con el dorso de su mano el sudor de su frente y
se reincorporó dispuesto a vestirse.
-No
te vayas aún.- le dijo su acompañante, uno de los tantos, pero este tenía en
específico algo que a Hyde no le gustaba: Lograba hacer que se quedara siempre
un rato más, y todo por una propuesta que él le hacía siempre.
-Ya
es noche y regreso solo en taxi, además sabes que sin sexo las horas te las
cobro más caras.-
-Anda,
te invitó una taza de té.-
-Solo
porque una vez dije que me gustaba no significa que puedas convencerme siempre
con lo mismo.-
-Aunque
lo digas, siempre te quedas de igual forma.-
-Siempre
me pagas de más… y me alimentas, me sale bien el negocio.- dijo el chico
sonriente ya con los pantalones puestos y el otro se levanto entonces, se puso
tan solo una bata y caminó con una sonrisa hacia la cocina de la enorme casa
que él llamaba hogar, pero que a Hyde le parecía tan solo una enorme y fallida
farsa para cubrir un vacío.
Se
abotonó la camisa y se dispuso a irse a
sentar en la sala de aquél lugar. Cruzo una pierna sobre la otra, y cruzo los
brazos también, para esperar los minutos que tardaría en llegar con el té el
otro.
-Toma…-
le extendió una taza y se sentó junto a él en el sillón -… ¿dónde vives?-
requirió de pronto y él otro sin dudarlo le expreso la dirección.
-…
Aunque voy a mudarme… ¿Necesitarás servicios en mi casa?- dijo sorbiendo un
tanto su té.
-Jajaja,
no, sabes que siempre te pido que vengas, solo quería llevarte esta noche.-
-Esta
mañana…- recordando la hora -… ¿Querías sexo oral en el carro o algo así?-
-¿No
puede alguien querer algo más de ti que sexo?-
-¿Puede
alguien?- rebatió el menor de cabellos largos y ondulados.
-Sí,
yo creo que puede.-
-Yo
creo que no.-
-Eres
muy joven para pensar así.-
-Mejor
que me di cuenta antes ¿no lo crees?-
-Ay
Hyde…-
-Ay
el té esta bueno ¿de dónde te lo trajeron?-
-De
Inglaterra, pero no lo trajeron, yo lo compré especialmente para ti cuando
fui.-
-No
te hubieras molestado.-
-No
es molestia.-
-No,
es en serio, no lo voy a aceptar.-
-Sabía
que dirías eso, pero no importa puedo citarte las veces que sea necesario hasta
que lo termines tu solo.-
Ambos
sonrieron y después de unos minutos más Hyde ya estaba en la puerta de la casa
esperando su taxi.
-Mejor
que me comprara una chaqueta.- decía tallando sus brazos, pero no falto mucho
para que un taxi estuviera allí.