domingo, 6 de agosto de 2017

First Kiss - Prólogo

Viernes, era de madrugada, y él yacía recostado entre las sábanas de aquella cama respirando agitadamente. Limpió con el dorso de su mano el sudor de su frente y se reincorporó dispuesto a vestirse.

-No te vayas aún.- le dijo su acompañante, uno de los tantos, pero este tenía en específico algo que a Hyde no le gustaba: Lograba hacer que se quedara siempre un rato más, y todo por una propuesta que él le hacía siempre.

-Ya es noche y regreso solo en taxi, además sabes que sin sexo las horas te las cobro más caras.-

-Anda, te invitó una taza de té.-

-Solo porque una vez dije que me gustaba no significa que puedas convencerme siempre con lo mismo.-

-Aunque lo digas, siempre te quedas de igual forma.-

-Siempre me pagas de más… y me alimentas, me sale bien el negocio.- dijo el chico sonriente ya con los pantalones puestos y el otro se levanto entonces, se puso tan solo una bata y caminó con una sonrisa hacia la cocina de la enorme casa que él llamaba hogar, pero que a Hyde le parecía tan solo una enorme y fallida farsa para cubrir un vacío.

Se abotonó la camisa y se dispuso  a irse a sentar en la sala de aquél lugar. Cruzo una pierna sobre la otra, y cruzo los brazos también, para esperar los minutos que tardaría en llegar con el té el otro.

-Toma…- le extendió una taza y se sentó junto a él en el sillón -… ¿dónde vives?- requirió de pronto y él otro sin dudarlo le expreso la dirección.

-… Aunque voy a mudarme… ¿Necesitarás servicios en mi casa?- dijo sorbiendo un tanto su té.

-Jajaja, no, sabes que siempre te pido que vengas, solo quería llevarte esta noche.-

-Esta mañana…- recordando la hora -… ¿Querías sexo oral en el carro o algo así?-

-¿No puede alguien querer algo más de ti que sexo?-

-¿Puede alguien?- rebatió el menor de cabellos largos y ondulados.

-Sí, yo creo que puede.-

-Yo creo que no.-

-Eres muy joven para pensar así.-

-Mejor que me di cuenta antes ¿no lo crees?-

-Ay Hyde…-

-Ay el té esta bueno ¿de dónde te lo trajeron?-

-De Inglaterra, pero no lo trajeron, yo lo compré especialmente para ti cuando fui.-

-No te hubieras molestado.-

-No es molestia.-

-No, es en serio, no lo voy a aceptar.-

-Sabía que dirías eso, pero no importa puedo citarte las veces que sea necesario hasta que lo termines tu solo.-

Ambos sonrieron y después de unos minutos más Hyde ya estaba en la puerta de la casa esperando su taxi.

-Mejor que me comprara una chaqueta.- decía tallando sus brazos, pero no falto mucho para que un taxi estuviera allí.