El manga en el mundo
Ras, ras, ras (sonido del lápiz al dibujar)
Eh? Ah, es que ahora estoy dibujando
manga.
Sólo el hecho de leer manga es
divertido.
No, mejor dicho, el dibujarlo es también otra
parte divertida. Porque es… hummm… ¿Cómo decirlo? Bueno, desde que los humanos
han venido naciendo en este mundo, han querido grabar su nombre en la historia.
En ese sentido, si me volviera un mangaka (dibujante de manga), hasta
cierto punto, luego de morir mis producciones permanecerían. En otras palabras,
mi nombre también permanecería. Sin embargo, el volverse mangaka, no es nada
sencillo. Los sufrimientos de un mangaka son: No debe equivocarse, debe dibujar
en plazos establecidos. Tanto en verano y en invierno por ejemplo, para que se
le haga más fácil dibujar, necesitará algo así como un kotatsu debido al frío (mesa
tradicional japonesa, baja y con un calefactor debajo). Esas son sus tres
penas más grandes.
Por otro lado, los mangakas tienen mucha
diversión.
En primer lugar, como ya dije al principio,
sus nombres permanecen en la historia, sus historias se extienden a lo largo de
una hoja de papel. Ahora yo estoy practicando. Y de nuevo, creo que no me alejaré
de este camino. Incluso si ahora tengo 9 años, yo dibujo. Y ya pronto serán
tres años. De vez en cuando debo dibujar una vez al día, además también hay
momentos no tan agradables. Pero el presente es uno solo y la vida también. Así
que nos veremos nuevamente. Ras, ras ras (sonido
del lápiz al dibujar) Me
equivoqué, borrar, borrar, borrar…
El manga en el mundo
Créditos: Yo Amo a Hyde Takarai (Pag. de facebook)