Basado en los años 2002-2007
·
Crisis
Apenas lograba reconocer mi
rostro en el espejo.
“Este no soy yo” me repetía a mí
mismo.
Encendí el cigarro y cerré los
ojos. No ahora, no ahora por favor, contrólate.
-
Señor es hora... ¿Señor?
Ignore conscientemente al staff,
no me sentía preparado para mirar lejos del espejo.
Mire mis manos por unos segundos,
¿Puedo tomar una decisión en este estado?
-
Hyde es hora de subir al escenario – Dijo
Tet-chan, lo mire sorprendido, al parecer estaba tardando demasiado.
Asentí como respuesta, aun sin
mirar.
Le di una última mirada a aquel
hombre vacío con lágrimas en los ojos que me contemplaba desde el espejo. Y
camine hacia el escenario repitiendo con suma angustia “Este no soy yo”.
Segundos antes de que la canción
comenzara, luche por concentrarme en el momento, “tal vez este sea mi último
concierto” me dije. Comencé a apreciar el aire que respiraba, como capturando
la esencia de un momento que tal vez nunca se repetirá… tal vez toda esta
angustia se termine hoy.
Los temperamentos en la banda
cada vez se hacían más difíciles de llevar,
al parecer nadie estaba dispuesto a ceder en ningún punto, por lo que
ponernos de acuerdo en algo resultaba más un acto de solidaridad con otro, que
un trabajo de tolerancia entre compañeros. Yuki solía apoyar mis decisiones y
validar mis opiniones, pero yo sabía que su razón se justificaba en que
Tet-chan siempre estaba de acuerdo con Ken-chan, por lo que él me apoyaba solo
para mantener un equilibrio de dos contra dos.
La banda ya no me hacia feliz.
Esa era la verdad y yo lo sabía. Las discusiones eran tan constantes que todos
sabían que yo estaba por explotar, todos sabían que yo quería retirarme
mientras aun quedaba algo de mí por salvar, yo estaba tocando fondo.
Lo único que rescataba de mí ese
entonces, era mi talento y mi creatividad. Sin embargo desde hace tiempo que
todo lo que quería hacer se frenaba por lo que quería hacer Tet-chan, algunas
de mis ideas más preciadas se estaban perdiendo por qué nuestros gustos eran
demasiado diferentes y mi ego no me permitía conformarme con ello. La banda, que era lo más preciado en mi vida,
lo único permanente que existía para mí, lo único que se llevaba mi
compromiso… ya no me pertenecía, yo no
le pertenecía.
La canción comenzó, la canción
comenzó desde hace casi un minuto… yo no reaccione.
“Hideto vuelve en ti!” me dije a
mí mismo. Pero mi voz no salía, la letra de la canción no estaba en mi memoria
y de pronto… perdí el control.
Me sacudió un dolor agudo en el
pecho y caí al suelo, no podía respirar y lo último que pude observar fue el
micrófono rodar por el piso del escenario, sentí unas manos frías sujetar mi
cabeza pero al mirar a Ken-chan no pude oír lo que decía, fue como no existir
en un escenario frente a miles de personas, mi sueño de desaparecer al fin se
cumplía.
·
Vigilia
No, no es posible. Estoy
durmiendo ¿no es así? ¡Las personas no piensan mientras duermen, maldita sea!
Siempre que necesitaba descansar, me atacaban los estados de vigilia, la vida
es injusta.
Escucho voces en la habitación,
hablan de mí, pero no quiero abrir los ojos, solo unos momentos más déjenme…
pero no pude evitar concentrarme en lo que decían aun sin abrir los ojos.
-
Es demasiado, hay que darle un descanso a
Hyde, uno largo – Escuche la voz de Yuki.
-
Hyde quiere dejar la banda, todos lo sabemos,
no sé si un descanso sea lo más indicado en este momento. Tal vez debamos tener
la opción de buscar otro vocalista, lo sé, no me miren así, yo también odio la
idea, pero todos estamos conscientes de que Hyde nos abandonara tarde o
temprano, si no lo dice con palabras sus actitudes si lo han dejado claro. –
Ken sonaba molesto.
-
No seamos precipitados, si existe la opción
de buscar otro vocal, solo tiene que ser después de una respuesta concreta de
Hyde. – Yuki otra vez sonaba sabio.
-
Está bien- Dijo Tet-chan. – Tomémonos un
descanso, de todas maneras ya estaba planeado, si al terminar este descanso
Hyde no ha tomado una decisión concreta con respecto a lo que quiere,
comenzaremos a buscar a otro vocal, pero démosle tiempo, la presión le está
pasando la cuenta.
-
A todos, pero… dime que se llevara un sermón
por no comer antes del concierto, está siendo demasiado irresponsable.- Dijo
Ken ahora más tranquilo, al parecer mi irresponsabilidad era la razón de su
enojo.
Nadie dijo
nada mas, después de unos minutos en que continúe en mi posición y manteniendo
mi respiración acompasada, se retiraron, solo allí decidí abrir los ojos.
Mire a mi
alrededor, al parecer estaba en un hospital…. Vaya, el concierto se tuvo que a
ver cancelado por mi estupidez…Ken hacia bien en estar molesto. Mis fans… oh,
no. Deben estar preocupadas, después de todo me desmaye en el escenario… por
dios, ¿Que hice? Estúpido! Estúpido! Estúpido!
De repente
la angustia volvió, pero ahora estaba solo, me podía permitir liberarla.
· Existencia
Durante el
descanso de la banda, decidí dedicarme a hacer solamente lo que yo quisiera, es
decir NADA.
Me pasaba el
día durmiendo, me levantaba a comer cuando la fatiga hacía temblar mis manos y
se hacía molesta, por las noches tenia preguntas hostigosas en mi cabeza acerca
del sentido de la vida, dios o la humanidad y de pronto me llenaba de
impotencia por lo horrible que es el mundo. ¿Nunca les ha pasado que se sienten
insignificantes? Es decir, todos somos buenas personas ante nuestros propios
ojos, pero ¿qué hay de cómo nos ven los demás? En este preciso momento, yo no
estoy haciendo nada por cambiar el mundo, ni siquiera mi propio mundo! Me
estaba ahogando en una depresión y no estaba haciendo nada al respecto. El
mundo estaba lleno de guerras y yo no estaba haciendo nada al respecto. El
planeta se está asfixiando en contaminación y yo aun aquí, sin hacer nada. Pero
me sentía bien conmigo mismo, por que por lo menos yo me angustiaba al
respecto, había gente que se pasaba la vida sin darse cuenta que todo a su
alrededor era un verdadero asco. Tal vez así se lograba ser feliz, siendo
estúpido y superficial, pero yo ya había recorrido camino en esto de las crisis
existenciales, ser superficial ya no era una opción accesible. Ya ni siquiera
me importaba que pasara en el mundo, todo era ficticio, existía en las mentes
de las personas para engañarse a sí mismas y no sentir el dolor, la impotencia
y la angustia ante ser tan insignificante y no poder hacer nada por nadie. Yo
no podía concentrarme en cosas tan absurdas como la moda, gracias a eso hasta
la música se estaba perdiendo, las canciones ya no decían nada, eran vacías con
un ritmo pegajoso para agitar cuerpos pero no corazones, darme el lujo de
perderme en un mundo así, nunca seria opción para mí.
Comencé a
escribir… con la auto escusa de estar componiendo escribí hojas y hojas y no me
detuve hasta que la tinta del lápiz se acabo. Por primera vez, escribir se me
hizo sumamente fácil, aunque tal vez lo que escribía no tenía sentido, ya que
solo seguía la corriente de pensamientos que me atacaba constantemente, tal vez
algún día estas letras se transformarían en canciones que denotaran mi angustia
y mi rabia contra este mundo y lo que existe en el.
·
Plenitud
Al despertar, sentí un leve dolor
en el pecho, vaya… había estado soñando con aquellos años tristes que se me
hacían tan lejanos ya… mire al hombre que dormía abrazado a mí, mordí
suavemente su nariz en un gesto de amor y este arrugo su rostro, me reí en
silencio, no quería despertarlo.
Lo mire dormir durante unos
minutos… toda la angustia que sentí en mis sueños se había esfumado al verlo
abrazado a mí, recuerdo que en aquellos tiempos tristes, asumí que la soledad
no me dejaría, a pesar de que pudiera tener desahogos físicos, jamás los
tendría sentimentales… en aquel tiempo no existía nadie que comprendiera la
complejidad de mis emociones, en ocasiones yo tampoco lograba descifrarme. Pero
el apareció y todo se ha aclarado, se ha vuelto simple. Gracias a él no había
perdido nada de lo que amaba, L’arc seguía en pie y nacieron nuevas canciones
con aquellas letras que escribí llenas de confusión y dolor.
El convirtió mis años oscuros en
música y mi vida se transformo en una esfera de pasión grande y permanente, si
el aura tuviera color, imagino que en este momento la mía es de un color
brillante y cegador, estoy feliz.
Me levante con sumo cuidado para
no despertarlo, fui al baño y tuve una enorme necesidad de mirarme al espejo,
observar al hombre de los ojos brillantes y decir en voz alta y firme: “Este
soy yo.” Le sonreí al hombre del espejo que reconocí como Hideto y me reí solo,
como un verdadero idiota.