No estoy seguro de cuánto tiempo estuve
encerrado en aquel baño, no podía oír lo que decían Kaz y su “novia”, ni
siquiera sabía en qué parte del departamento estaban ambos, no escuchaba nada.
“Ella debe besar a mi Kaz” pensé. Esa idea me
molestaba inmensamente.
“Claro que se deben besar, si viven juntos
deben hasta acostarse”.
Imagine a Kaz besando a una mujer,
desnudándola, disfrutando… No.
La idea era insoportable.
No compartiría a Kaz, con nadie, Kaz es mío.
Y se lo dejaría en claro a esa desconocida
mujer.
Me levante y abrí la puerta de manera
violenta, iba a ir directamente en busca de esa mujer para quitarle las manos
de encima de mi Kaz. Pero no había caminado un par de pasos siquiera cuando Kaz
apareció y se acercó a mí rápidamente, tomó mi rostro con sus manos y me dio un
fuerte beso.
Sentí sus labios ansiosos y un poco agresivos
abrir mi boca, su lengua buscó inmediatamente la mía y yo no le hice esperar
demasiado, cerré los ojos y me entregue a la ansiedad de Kaz.
Sujetó mi cabeza con su mano y me acorraló
contra la pared, evitó que me golpeara así, pero seguía siendo algo violento y
eso era extraño en él; aunque me gustaba sentirlo tan apasionado sobre mí, no
podía negar aquello.
- ¿Podemos continuar ahora?- preguntó Kaz en
el momento en que se alejó de mis labios para visualizar el botón de mi
pantalón.
- Sí – le respondí de inmediato mientras mis
labios ardían por nuestro beso un poco agresivo.
Kaz me quitó toda la ropa en sólo dos segundos
y en otro par de ellos, él también estuvo desnudo. Kaz se abalanzó sobre mí
para besar mi cuello y una de sus manos apretó mi trasero acercándome a su
cuerpo, nuestras erecciones se tocaban.
- Mm… dime algo Kaz.. – susurré mientras
besaba mi cuello.
- ¿El qué?
- ¿Te acuestas con ella?
- Oh Hyde no hablemos de eso en este momento,
no sabes cómo te deseo. – Kaz lamió el lóbulo de mi oreja, yo me estremecí.
Esa respuesta era un “sí”, ¿verdad?
Una sensación de posesión sobre Kaz nació en
mí. Quería marcarlo como mío, quería que no olvidara que yo lo amaba y podía
entregarle todo de mí. Quise que tuviera el mejor sexo de su vida conmigo y que
no pensara nunca más en estar con otra persona que no fuera yo.
Me abalance sobre él y lo empujé sobre la
cama. En segundos estuve sobre Kaz, esta vez no llegaría esa mujer a
interrumpirnos.
Me senté sobre su entrepierna y comencé a
mover a mis caderas de manera circular, Kaz como respuesta arqueo la espalda e
impulsó su miembro más arriba, rozando la entrada que ya lo esperaba.
Esta vez yo estaría arriba, no podía pensar
en nada, menos en que yo usualmente odiaba aquella posición, pero en aquel
momento darle el mayor placer posible a Kaz era mi meta.
Me sentí más dominante y posesivo que nunca.
“Kaz es mío” me repetía mientras me movía
lentamente sobre él.
- Oh… Hyde por favor hazlo ya… me estás
torturando.
- ¿Me amas? – le dije moviéndome esta vez de
adelante hacia atrás, rozando con mi piel su erección, masturbándole con la
propia piel de mi entrepierna, sentía su humedad.
- Ahhh… Maldita sea Hyde, si te amo, lo
sabes.
- ¿Sólo a mí?
- Mhh… - Kaz cerró los ojos y mordió su labio
inferior. Yo aumenté el movimiento, rozando más rápido su erección. – aaaah….
- ¿Sólo a mí? - repetí.
- Si… sólo a ti… por favor amor, hazlo ya… -
Kaz estaba un poco sudado, verlo así de ansioso me encantaba.
- Estás duro amor… - le dije volviendo a
moverme lentamente.
Entonces Kaz se sentó un poco, tomó mi cintura con una de sus manos y con la
otra introdujo lentamente su miembro en mí.
Todo fue muy rápido, pero nuestros rostros
quedaron frente a frente, nuestras miradas no se apartaron mientras sentía que
cada vez avanzaba más adentro.
Vi en su mirada la necesidad más grande de mí
que le había conocido hasta el momento, lo vi perdido en la sensación que le
brindaba nuestros cuerpos en aquella posición, lo vi amarme… sus manos se
fueron a mi rostro y acarició mis mejillas.
- Muévete amor mío, y deja de pensar en otras
cosas. Soy tuyo por completo.
- No dejaré que olvides esas palabras. - le
dije en el preciso momento en que comencé a moverme de arriba hacia abajo
sentado sobre Kaz, él estaba sentado también, sus ojos estaban en los míos, a
ratos miraban mis labios, indicándome que quería un beso. Yo respondía a todo
lo que mi Kaz quería.
Acaricié su cabello mientras me movía
lentamente sobre él, era una tortura muy dulce sentirlo dentro de mí; también
yo le torturaba con aquellos movimientos, sabía que Kaz quería algo más rápido,
su ansiedad controlada y sus músculos contenidos me lo indicaban.
- Aaaah… mi amor…
Mantuve mis movimientos lentos por varios
minutos, sentir a Kaz duro dentro de mí me hacía pensar en cuanto yo le
excitaba y en lo mucho que él debía quererme como para estar otra vez de esta
manera conmigo, a pesar de que yo le había dejado.
Cuando lo sentí demasiado húmedo, creí que
era el momento perfecto para darle un poco más de rapidez a su excitación,
introduje el miembro de Kaz por completo dentro de mí y comencé a dar pequeños
saltitos con la cadera de abajo hacia arriba, buscando darle fricción a su
miembro sin sacarlo de mí.
Poco a poco comencé a moverme cada vez más
rápido, hasta que conseguí mantener un ritmo firme y constante. Kaz se recostó
en la cama, sus manos me sujetaban desde la cintura, sus ojos cerrados ahora y
su boca balbuceando palabras perdidas en su éxtasis.
Nuestros cuerpos se movían rápido, jadeos
incontrolables salían de mi boca, las expresiones de Kaz me perdían aún más en
el momento, la sensación era exquisita.
- Dios … Hyde… Hyde… Hyde… aaah…. – la boca
de Kaz se abrió en una perfecta O.
- Ah… mi amor….- sentía mis piernas temblar…
y Kaz lo notó, me tomó por las caderas y esta vez fue él quien se colocó sobre
mí, su rostro quedó frente al mío y levantó mis piernas a la altura de sus
hombros, yo no podía estar más abierto para él.
- Fue exquisito verte sobre mí, pero si te
dejo continuar así, terminaré antes que tu.- dijo mientras besaba mis mejillas
y rozaba su nariz dulcemente con la mía.
- Kaz así no… entrará muy a…. ¡ah! - grité en
el preciso momento en que Kaz entró. Él no esperó ni un segundo, comenzó a
moverse rápido, comenzó a embestir duro y fuerte. – dios. – dije en el momento
en que incrusté mis uñas en su espalda sintiendo como rasguñaba su piel a mi paso.-
aaah… ah…
- Gime para mí, amor, me encanta escucharte…
Mmh… -
Kaz embestía una y otra vez, moviendo su
cadera en círculos mientras lo hacía, buscando mi punto de mayor placer. Mi
cuerpo sudaba, me sentía perdido, mis ojos ya no se abrían, era demasiado para
mí ver la posición en que Kaz me tenía.
Kaz comenzó a moverse lentamente y saco su
miembro de mi interior para introducirlo de una sola estocada fuerte. Entonces
encontró lo que buscaba.
- ¡Ah! ¡Mierda, Kaz! Mmhh… - grité en el
momento en que un espasmo de placer recorrió mi cuerpo desde el cuello hasta la
punta de los pies. Quise mover mis piernas, pero la posición no me lo permitía.
- Ésta ha sido una búsqueda interesante… -
dijo al momento en que volvía a repetir el acto, esta vez la estocada me hizo
saltar. Kaz retiró su erección.
- Mmmmhh… dios… a… ¿qué te refieres?
- A que me costó encontrar ésto. - dijo en el
momento en que metió un par de dedos en mi interior, comenzó a moverlos en
forma de círculos, yo sentí como acariciaban aquella delicada parte de mi
cuerpo. El calor se hizo presente en aquella zona mientras Kaz la estimulaba.
- Es porque… aah… ha pasado tiempo sin… au…
ti…
- Es bueno saber que esta parte de ti espero
por mí.
- Yo por completo mmhh… Kazu…
Vi a Kaz retirar la mano para ensalivar sus
dedos y volverlos a introducir.
Fingí no verlo. Era demasiado vergonzoso
aquello.
- Mmmhh... aaah… - el comenzó a introducir
sus dedos y a sacarlos rápidamente.
- Eres tan jodidamente expresivo, me
encantas. - se acercó a besar mis labios, yo respondí abrazándole del cuello y
acercándolo a mí.
- Entra tú… entra en mí Kaz, por favor… - él
se rió un poco de mi súplica - Tengo demasiado placer acumulado creo… - le dije
riendo también…
- Somos dos… ha sido demasiado tiempo soñando
con volver a tomarte de esta manera. - Entonces entro una vez en mí, esta vez
embistiendo rápidamente aquella zona que me perdía en placer.
- Ah… dios… más rápido, más rápido amor…
- Aah… Hyde…
Kaz comenzó a moverse demasiado rápido para que
tuviéramos control de nuestros cuerpos, mis piernas comenzaron a acalambrarse,
la sensación de calor cubría todo mi cuerpo, podía ver el sudor que emanaba de
mi estómago y podía ver el sudor en los hombros de Kaz. Todo en mi temblaba,
deje de ser consciente de todo menos de que Kaz entraba fuerte en mí.
Mi espalda se arqueó, sentí el calor
acumularse en aquella zona que era embestida, comencé a sentir la inmensa
necesidad de estirar las piernas
- ¡Kaz, las piernas! Dios, por favor déjame
aaah… moverlas… mmhh. - supliqué en el momento en que sentí el orgasmo
acercarse.
Kaz tomó mis piernas con sus manos y las dejó
alrededor de su cintura, yo lo envolví inmediatamente con ellas, sentí un
inmenso alivio al poder moverlas.
Kaz no dejo de moverse, no dejaba de embestir
fuerte una y otra vez, su cuerpo tenía demasiada resistencia y yo ya no podía
con el placer, el calor me sacudió y el orgasmo llego tan fuerte como los
movimientos de Kaz, el calor subió demasiado y sentí que toqué el cielo por
unos largos segundos en los que el orgasmo no bajó su intensidad.
- ¡Kaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaz! - grité mientras
arqueaba las piernas y me sacudía bajo de él, sabía que Kaz me miraba,
disfrutando de lo que me causaba.
No sé por cuánto tiempo estuve sumergido en
aquellas sensaciones, pero me sentí en las nubes incluso luego de que las
sensaciones se fueron, aunque no del todo, Kaz continuaba su tarea.
- Ahh… Ahhh… – escuché los quejidos de Kaz,
que me trajeron de vuelta al mundo.
Él tomó mi erección con su mano y comenzó a
acariciar rápidamente, atacando desde atrás y desde adelante con un ritmo
rápido y preciso. Mi parte trasera se sentía muy sensible por lo que no sabía cómo
dejar escapar tanto placer, mis manos se fueron hacia la cabecera de la cama,
apretándola con todas mis fuerzas para dejar liberar un poco de tensión.
Kaz inmediatamente se acercó a chupar mis
pezones.
- ¡Dios! – su lengua se movía de arriba hacia
abajo por sobre mi pezón erecto, de manera rápida, brindándome una delicada
sensación de placer, luego mordió y chupó fuerte, haciéndome gritar. - ¡Ah!
Auhh... mmmhh… - Kaz siempre estimulaba demasiado.
Yo cerré los ojos.
Él continuaba y continuaba, sus embestidas no
frenaban ni bajaban el ritmo y continuó así por lo que sentí mucho tiempo.
Sentí mi nuevo orgasmo acercarse, esta vez
desde otra zona, Kaz continuaba masturbándome rápido.
- Ahh ahh aaah… Kaz, Kaz, Kaz… – y entonces
estalló. No estoy seguro de si grité o sólo balbuceé mientras me ahogaba en mi
orgasmo, lo único de lo que estoy seguro es que escuché la voz de Kaz al
terminar junto a mí.
- Aaay dios Hyde… Hydee… ¡Ah!.. - quise abrir
los ojos en ese momento y mirar sus expresiones pero no pude, el cansancio era
demasiado.
Kaz apoyo su cuerpo en el mío, nuestras
respiraciones agitadas no nos permitieron hablar, pero en cuanto abrí los ojos
él se levantó un poco para sonreírme y besarme en la frente.
- Tu olor… tu rostro…. Tú. – dijo sonriéndome.
- No sabes cuánto te extrañé.
- Mmh. – yo no podía responder, pero le
sonreí. Sus palabras me hacían feliz.
Nos quedamos acostados recuperándonos durante
unos momentos, pero había que hablar.
- Kaz. - le llame, él estaba recostado a mi
lado, con los ojos cerrados mientras su mano acariciaba la mía.
- Le pedí a ella que me dejara solo porque
tenía asuntos que atender. No le dije más… porque no creí que fueras capaz de
soportar mucho encerrado en el baño. Hablaré con ella pronto y romperemos,
¿está bien? - Kaz fue directo al grano.
- Kaz.
- ¿Dime, Hyde? - él volteó a mirarme a los
ojos. Yo bajé la mirada.
- ¿La quieres?
- Le tengo un poco de cariño, sí… pero porque
ha sido buena conmigo, sin embargo no estoy enamorado de ella.
- ¿Estás seguro?
- Lo estoy. – yo lo miré no muy convencido de
sus palabras. - Hyde… si lo estuviera no habría pasado ésto entre nosotros...
Sobre todo no hubiera pensado en ti mientras estaba con ella.
- ¿A qué te refieres con eso? - dudé si tomar
sus palabras con un doble sentido.
- Ella… - Kaz puso un brazo sobre sus ojos
ocultando su rostro de mí. - ella se parece a ti, al “tú chica de L’Arc~en~Ciel
en su época indie”. Sí, lo digo en serio… cuando estuvimos juntos… imaginaba en
ocasiones que eras tú.
- Con eso no me estás diciendo que tuviste
sexo anal con esa chica, ¿verdad?
- ¡Hyde! – Kaz bajó su brazo y me miró con
reproche. Yo le dediqué una mirada inocente.
- ¿Qué? – pestañe un par de veces buscando
deshacer su molestia por mi comentario.
- Olvidaba la falta de filtro entre tu
cerebro y tu lengua.
- Oh cariño, esa lengua suele gustarte. - lo
mire insinuante, Kaz se rió a carcajadas. Luego suspiró.
- Realmente te extrañé, Hyde.
- Yo también lo hice y mucho… por favor Kaz,
no juegues conmigo. Sé claro y dime si de verdad quieres terminar con esa
chica…
- Hyde, lo haré. No te preocupes. Ven,
levántate.- dijo sentándose en la cama.- Salgamos a comprar algunas cosas,
¿puedes quedarte en mi casa algunos días?
- Eh… debo llamar a mi manager y preguntar…
creo que debo haberle hecho pasar un buen susto al Staff…
- Claro, usa el teléfono.
- Kaz, es que no tengo el número… - le dije
con el ceño fruncido por la preocupación.
- Yo lo tengo. - Kaz se levantó y abrió el
cajón del velador que estaba al lado de su cama, sacó una agenda y comenzó a
buscar entre las hojas.
- ¿Eh?
- Él me contactó para preguntarme por los
proyectos de Tetsu hace pocas semanas.
- Oh… ¿mi manager habló contigo?
- Sí, al parecer el manager de Tetsu no le
quiso dar información acerca de la gira así que trató de obtenerla por mí.
- ¿Es decir que fue por ti por quien logramos
obtener la fecha del debut de Tet-chan?
- Sí, no creí que en verdad hiciera daño, la
fecha estaba agendada para mucho después de tu debut. Pero sus managers parecen
llevarse mal. - dijo riendo.
- Sí lo hacen, hay un tipo de competencia
entre ellos…
- Éste es el número.
- Gracias…
- Ocupa el teléfono con confianza, buscaré
ropa que te quede bien.
Le sonreí como respuesta.
Mientras hablaba con mi manager, vi a Kaz
sacar una bolsa con ropa. Al parecer estaba nueva, él cortó las etiquetas y las
dejó sobre cama para mí. Yo colgué el teléfono.
- ¿Y qué dijo? - preguntó Kaz. Yo miré la
ropa.
- Puedo quedarme hasta mañana, por la tarde
tendré una entrevista, luego de eso… podríamos ir a cenar si te parece…
- Oh, claro. Me encantaría. - Kaz comenzó a
vestirse.
- Kaz, esta ropa es de mi talla y me gusta
mucho, es como… como… de mi estilo. - lo miré sorprendido.
- Es porque la había comprado para ti, la
tengo guardada desde el día en que nos despedimos. – Se me encogió el corazón.
- Kaz yo… lo siento mucho por lo que pasó…-
Kaz se acercó a mí y me envolvió con sus brazos.
- Hyde, en el momento no lo comprendí muy
bien, creí que te querías despedir… luego lo analicé y me di cuenta de que fui
un idiota no tratando de retenerte o dándote la opción de volver… fui yo quien
respondió de manera impulsiva. Y lo siento mucho. Tú me querías y me lo dejaste
claro, yo no supe entender…
- Kaz… - Hundí mi rostro en su cuello,
sintiendo su calor y su piel… nos quedamos así unos momentos.
- ¿Qué te parece si vamos a almorzar a algún
lugar?
- Podrían reconocernos… si me ven contigo y
nos fotografían, Tet-chan se enterara de que nos conocemos y puede armar un lío.
- Hyde, yo acabo de terminar la gira con
Tetsu, no tengo más planes junto a él… se podría decir que ya le di el impulso
que necesitaba para su debut, ahora le recomendaré a otros productores para
continúe.
- ¿Ya no trabajarás con él?
- Yo trabajo en la selección de debut’s para
Ki/oon Records amor, mi trabajo consistía en apoyar la primera etapa de Tetsu,
por lo menos esa era mi obligación, continuar con él es opcional y depende de
si él así lo quiere.
- Y… si él lo quiere... ¿tú aceptarás?- lo
miré a los ojos. “Por favor di que no”, pensé.
- La verdad es que me he quedado sin muchos
proyectos y con Tetsu el trabajo ha sido intenso, me costará bajar el ritmo de
trabajo otra vez.
- No lo hagas entonces, trabaja conmigo. Mi
trabajo es tan o más intenso que el de él…
- Hyde… - Kaz me observó con una mirada de
disculpas. Otra vez quería rechazarme.
- Pero ¿Por qué no?
- Porque Hyde… ¿qué trabajo quieres que haga
precisamente?
- Productor.
- ¿De qué amor?
- De un disco.
- Pero si tu último disco salió hace menos de
un año amor.
- No puedo creer que estuvimos separados casi
un año… Kaz. No tengo prisa, pero quiero realizar un disco con tu producción,
quiero hacerlo, por favor ¡no me digas que no! – subí el tono en cuanto Kaz
negó con la cabeza ante mis palabras. -
ya no tienes excusas… ¿necesitas un proyecto? Aquí lo tienes, trabaja conmigo,
compone conmigo, produce mis canciones, dale música a mis letras… por favor…
Kaz se quedó callado durante unos minutos…
luego se sentó en la cama.
- Esto me valdrá una fea discusión con Tetsu.
- ¿Ahora esa será tu excusa? - lo miré con
decepción.
Kaz me miró a los ojos.
- ¿Qué quieres de ese disco exactamente?
Porque estoy seguro de que si quieres plasmar tu esencia otra vez en uno, como
el anterior, yo no soy el indicado para ese trabajo.
- Quiero rock Kaz. Divertido, intenso, único,
que se acomode a mi estilo, quiero gozar de las presentaciones en vivo, quiero
ser como las bandas que me gustan… - Sabía que ésto tentaría a Kaz, él amaba el
rock.
Él se quedó en silencio, lo estaba pensando.
Quise decirle que se tomara su tiempo para
pensar en ello, era una respuesta adecuada, pero no quería que en realidad lo
hiciera, yo quería un “sí” más de lo que quería ser considerado.
- Está bien. - dijo de pronto. Su voz sonaba
decidida.
- Hagámoslo.